DÍA DE LA MUJER
Once inventos extraordinarios creados por mujeres
Han salvado y mejorado las vidas de millones de personas. Surgieron de complejas investigaciones y mucha dedicación. En el Día de la Mujer, presentamos a las inventoras detrás de ellos.
Si miras a tu alrededor los encontrarás: son inventos que revolucionaron el mundo.
En algunos casos han salvado vidas. En otros simplemente las han mejorado.
En el Día Internacional de la Mujer, BBC Mundo te presenta 11 inventos creados por innovadoras de diferentes épocas.
1. Tiras reactivas de orina
El trabajo de Helen Free en el campo de la química revolucionó las pruebas para diagnosticar enfermedades y detectar el embarazo en el laboratorio y en los hogares.
Free desarrolló, junto a su esposo Alfred, las tiras reactivas que son usadas en todo el mundo para monitorear la diabetes al revelar la presencia de glucosa en la orina del paciente.
Se trata de unas cintas de pocos milímetros de ancho, impregnadas de sustancias químicas, que al entrar en contacto con los compuestos presentes en la orina reaccionan a cualquier cambio patológico.
En 1956, la científica estadounidense, quien nació en 1923, lanzó al mercado las primeras tiras reactivas colorimétricas con el nombre de Clinistix, un avance importantísimo en el análisis rápido y efectivo de concentraciones de glucosa en la orina.
Estas pruebas no sólo han tenido un gran impacto en los análisis de orina, sino también en los estudios de sangre.
2. Fármaco contra la leucemia
Según el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos, Gertrude B. Elion inventó el medicamento contra la leucemia conocido como 6-mercaptopurina y los fármacos que facilitaron los trasplantes de riñón.
Nacida en 1918 en Estados Unidos, de padres lituanos, esta bioquímica comenzó a investigar los antagonistas de bloques de ácido nucleico. Sus estudios la llevaron a sintetizar 6-mercaptopurina y otro fármaco contra la leucemia llamado 6-tioguanine.
"La expansión de su investigación la condujo al Imuran, un derivado del 6-mercaptopurina que bloqueaba el rechazo del cuerpo a tejidos externos. Usado con otras medicinas, Imuran permitió los trasplantes renales de donantes no emparentados", señala el Salón de la Fama de los Inventores.
La farmacóloga también lideró el equipo que permitió el desarrollo de medicinas para tratar la gota y un antiviral para combatir las infecciones causadas por el virus del herpes.
En 1988, el Premio Nobel de Fisiología y Medicina le fue concedido a Elion, James W. Black y George H. Hitchings "por sus descubrimientos sobre principios clave en el tratamiento con fármacos".
"Por casualidad conocí a un químico que estaba buscando a un asistente de laboratorio. Aunque no podía pagarme un salario en esa época, decidí que la experiencia bien valía la pena", dijo la científica en un texto autobiográfico que publica en su página web el Premio Nobel.
"Me quedé ahí por un año y medio y finalmente estaba ganando la magnífica suma de US$20 a la semana. Ya había ahorrado un poco de dinero y, con la ayuda de mis padres, entré a la escuela de posgrado de la Universidad de Nueva York en el otoño de 1939. Era la única mujer en mi clase de química, pero a nadie parecía importarle y a mí no me extrañaba", escribió la científica que murió en 1999.
3. Método para mejorar negativos fotográficos
En 1978, la Asociación para el avance de las Invenciones y las Innovaciones de Estados Unidos eligió a la química Barbara S. Askins como la inventora nacional del año por haber creado un proceso totalmente nuevo para restablecer el detalle en los negativos de fotografías que habían sido subexpuestos.
Ese mismo año, Askins patentó dicho método, el cual le permitía mejorar las fotos usando materiales radiactivos.
La NASA la había contratado en 1975 para hallar una mejor manera de revelar fotos astronómicas y geológicas tomadas desde el espacio.
El objetivo era obtener imágenes en las que los detalles pudieran verse con claridad, pues muchas veces se aparecían borrosos y con una definición muy pobre.
Fue así como Askins, quien nació en 1939, hizo visible lo que no se podía ver en las fotos. Sin su invento, dichas imágenes hubiesen sido inútiles, asegura la NASA en su página web.
El invento, explica esa organización, "fue tan exitoso que sus usos se expandieron más allá de la NASA para conseguir mejoras en la tecnología de los rayos X y en la restauración de fotos antiguas".
4. "Calculadora gráfica" para resolver problemas de transmisión de energía
A Edith Clarke, quien nació en 1883 en Estados Unidos, se la considera una pionera de la ingeniería eléctrica y de la computación.
"Inventó una calculadora gráfica que simplificó en gran medida los cálculos necesarios para determinar las características eléctricas de largas líneas de transmisión de electricidad", indica el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.
Clarke fue una autoridad en la manipulación de funciones hiperbólicas, circuitos equivalentes, análisis gráfico y sistemas de energía eléctrica.
La científica presentó la solicitud de patente de su invento, la calculadora Clarke, en 1921 y le fue otorgada en 1925.
"La carrera de ingeniería de Edith Clarke tuvo como tema central el desarrollo y la diseminación de métodos matemáticos que tendieron a simplificar y reducir el tiempo empleado en cálculos laboriosos para resolver problemas de diseño y operación de sistemas de energía eléctrica", explica el doctor James E. Brittain en su ensayo "From Computer to Electrical Engineer - The Remarkable Career of Edith Clarke" ("De la computación a la ingeniería eléctrica: la extraordinaria carrera de Edith Clarke).
"Ella tradujo lo que muchos ingenieros veían como métodos matemáticos esotéricos en gráficos o en formas más simples, en una época en la que los sistemas de energía se iban volviendo más complejos y cuando los esfuerzos iniciales se enfocaban en desarrollar ayudas electromecánicas para resolver problemas", indica Brittain.
Clarke fue la primera ingeniera eléctrica en ser empleada profesionalmente en Estados Unidos y la primera profesora a tiempo completo de ingeniería eléctrica del país. Murió en 1959.
5. Vidrio no reflexivo
Las investigaciones de Katharine Blodgett e Irving Langmuir crearon una nueva disciplina científica al experimentar con monocapas, películas orgánicas con una sola molécula de espesor, y han tenido aplicaciones prácticas en campos tan variados como la conversión de la energía solar y la fabricación de circuitos integrados.
"Como asistente de investigación en General Electric, Blodgett hizo seguimiento al descubrimiento de Langmuir, que consistía en que una capa única de superficie de agua podía ser transferida a un sustrato sólido. Años después, ella encontró que el proceso podía ser repetido para crear una pila de múltiples capas de cualquier espesor", explica el Salón de la Fama de Inventores de Estados Unidos.
Blodgett, quien nació en 1898, profundizó su trabajo y creó recubrimientos no reflexivos de múltiples capas de vidrio. Eso llevó a que produjera el primer vidrio 100% transparente del mundo o, como señala la organización, el primer vidrio "verdaderamente invisible".
"El vidrio no reflexivo eliminó la distorsión de la luz que se reflejaba en una gran variedad de equipos ópticos incluyendo lentes de sol, telescopios, microscopios, cámaras y proyectores".
En 1940 obtuvo la patente de su invento, que se conoce como Langmuir-Blodgett Films, en Estados Unidos.
Blodgett también fue la primera mujer en obtener un doctorado en física en la Universidad de Cambridge. Murió en 1979.
6. Tamices moleculares que son fundamentales en la refinación del petróleo
Hablar de Edith Flanigen es hablar de refinar el petróleo de una manera más eficiente, limpia y segura. De hecho, su invento ha sido clave en la producción de gasolina en todo el mundo.
En 1956, la química estadounidense "empezó a trabajar en la tecnología emergente de tamices moleculares, estructuras cristalinas microporosas con grandes volúmenes internos de vacío y poros de tamaños moleculares", explica el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.
"Estos compuestos pueden ser usados para purificar y separar mezclas complejas y catalizar o acelerar el ritmo de las reacciones de los hidrocarburos y tienen una amplia aplicación en la refinación del petróleo y las industrias petroquímicas".
En 2004, el Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT, por sus siglas en inglés) le otorgó el premio Lemelson-MIT por sus logros revolucionarios en la tecnología de zeolitas y tamices moleculares.
Flanigen lideró un equipo de investigadores que descubrió "(...) más de dos docenas de estructuras de tamices moleculares y 200 composiciones, muchas de las cuales han sido comercializadas en el refinamiento del petróleo y los procesos petroquímicos para reducir los costos de energía y el desperdicio industrial", señaló el MIT.
Nacida en 1929, Flanigen es la dueña de 108 patentes de Estados Unidos y entre las múltiples aplicaciones de sus investigaciones están la purificación del agua y el saneamiento ambiental.
7. Máquina para hacer bolsas de papel
La estadounidense Margaret Knight, quien nació en 1838, pasó a la historia por haber inventado la máquina para hacer bolsas de papel de fondo plano.
"La invención de Knight revolucionó la industria de la bolsa de papel al reemplazar el trabajo de 30 personas con una máquina", dice el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.
De forma automática, su máquina cortaba el papel, lo doblaba y pegaba las partes señaladas para crear la bolsa.
"Antes de que Knight inventara la máquina, las bolsas con el fondo plano sólo se podían hacer manualmente y a un gran costo", indica la organización.
Su invento fue usado en todo el mundo y permitió la producción masiva de ese tipo de bolsas. De hecho, una variación de su máquina todavía era usada a fines del siglo XX.
Entre 1870 y 1915, a Knight se le concedieron patentes de al menos 26 inventos más. Murió en 1914.
8. Pañal desecheable
Aunque en 1951 a la estadounidense Marion Donovan se le otorgó la patente por haber creado una cubierta impermeable para pañales, esta arquitecta de la Universidad de Yale es reconocida mundialmente como la madre del pañal desechable.
En 1998, cuando Donovan murió, el periódico estadounidense The New York Times escribió en su obituario: "Tenía 81 años y había ayudado a encabezar una revolución industrial y doméstica al inventar el precursor del pañal desechable".
"Impulsada por la tarea frustrante y repetitiva de cambiar los pañales de tela sucios, la ropa y las sábanas de la cama de su hijo, Donovan creó una cubierta para pañal que le permitía mantener a su bebé seco", cuenta el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.
"A diferencia de otros productos en el mercado, el suyo fue hecho con una tela que permitía que la piel del bebé respirara y también incluía unos botones en vez de imperdibles".
Donovan llamó su invento Boater, pero, en un primer momento, recibió el rechazo de los fabricantes.
Por esa razón, decidió comercializar su capa ella misma y, tras recibir la patente, le vendió los derechos a una corporación por US$1 millón.
Años después, el ingeniero industrial Victor Mills, quien trabajaba en Procter&Gamble, lideraría el equipo que produjo el primer pañal desechable para el mercado como se conoce hoy en día.
9. Señalización marítima con bengalas
"En una época en la que las mujeres parecían hacer poco más que mantener la casa y criar a las familias, Martha Coston estaba ocupada salvando vidas al perfeccionar el sistema nocturno de señalización de bengalas", destaca el libro "The Inventions of Martha Coston" ("Los inventos de Martha Coston"), de Holly Cefrey.
Coston desarrolló un sistema de destellos pirotécnicos, con base en unos bocetos dejados por su esposo antes de morir, para que los barcos pudieran comunicarse entre sí y con el personal en tierra en la oscuridad y cuando los separaban grandes distancias.
Coston le vendió el sistema, que consistía en destellos rojos, blancos y verdes, a la marina de Estados Unidos.
"El sistema de comunicación nocturna le dio a la Unión una ventaja decisiva en el Guerra Civil y la compañía Coston, fundada para producir las bengalas, se mantuvo en el negocio hasta el final del siglo XX", explica el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.
"El sistema de códigos y señalización con bengalas Coston fue usado por el Servicio de Socorro y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos, instituciones militares en Inglaterra, Francia, Holanda, Italia, Austria, Dinamarca y Brasil, buques mercantes comerciales y yates privados", indica la organización estadounidense.
10. Limpiaparabrisas
A Mary Anderson se le ocurrió la idea del limpiaparabrisas cuando viajaba en un tranvía por Nueva York en un día de nieve a principios del siglo XX.
"Anderson observó que los conductores de tranvías con frecuencia tenían que abrir sus ventanas para poder ver en medio del clima inclemente, algunas veces incluso debían detener el tranvía y salir para limpiar la ventana", cuenta el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.
"Su idea consistió en una palanca dentro del vehículo que controlaba un brazo equipado con una escobilla de goma. La palanca, con un contrapeso para mantener el brazo limpiador en contacto con la ventana, podía mover la escobilla a través del parabrisas para así eliminar la lluvia o la nieve".
Según la organización, con su patente de 1903 el invento de Anderson fue el primer dispositivo eficaz para limpiar parabrisas.
Anderson nació en 1866 y murió en 1953.
11. La superfibra Kevlar
Stephanie Kwolek fue una química estadounidense de origen polaco que en 1965 descubrió una rama increíble de polímeros cristalinos líquidos.
La científica, que nació en 1923, "se especializó en procesos de temperaturas bajas para la creación de cadenas moleculares largas, lo que condujo al descubrimiento de fibras sintéticas a base de petróleo de gran rigidez y resistencia", indica el Salón de la Fama de Mujeres de Estados Unidos.
La fibra más famosa que resultó de sus investigaciones fue el poliparafenileno tereftalamida o Kevlar, una fibra de polímero cinco veces más fuerte que el acero.
Se trata del tejido de alta resistencia que es usado en todo el mundo para fabricar cientos de productos como chalecos antibalas, cables de fibra óptica, partes de aviones, cascos, canoas.
"Sabía que había hecho un descubrimiento", dijo Kwolek en una entrevista. "No grité ‘Eureka‘ pero estaba muy emocionada, al igual que todo el laboratorio, y la dirección también estaba emocionada porque estábamos ante algo nuevo y diferente".
Además de salvar vidas en todo el mundo, el poderoso tejido que desarrolló Kwolek genera cientos de millones de dólares en ventas anuales en todo el planeta, como lo destaca el Salón de la Fama de los Inventores de Estados Unidos.
Sus investigaciones científicas también hicieron que a Kwolek se le otorgaran 17 patentes en Estados Unidos, entre ellas, por supuesto, la del Kevlar.