INFANCIA

Bebés sin TV

Los padres ponen a sus hijos pequeños frente al televisor porque creen que ello los educa. Sin embargo, los pediatras acaban de encontrar que a los menores de dos años eso no les ayuda. La polémica está encendida.

22 de octubre de 2011
Los especialistas explican que los niños menores de 2 años no logran comprender la información que ven en la pantalla, por lo cual no los educa.

Los papás deben limitar el tiempo que los niños más pequeños pasan frente a la televisión. La Academia Americana de Pediatría (AAP) hizo el anuncio luego de revisar estudios recientes en los que se encontró que la llamada televisión educativa no beneficia a los niños a esa edad. Por el contrario, el tiempo que pasan viendo videos les quita espacio a otras actividades lúdicas y de interacción con otros, que es crucial para su desarrollo. Según el reporte, por cada hora que un niño menor de 2 años pase frente a la pantalla, son 50 minutos de menos interacción con un padre, lo que significa 10 por ciento menos de juego creativo.

Una de las investigaciones que sirvieron de base para esta decisión fue hecha entre niños de 6, 12 y 18 meses a quienes se les puso a ver un video de dibujos animados. Primero se les pasó el programa al revés, como cuando se atrasa la película y los personajes hacen todo a la inversa, y luego lo vieron normalmente. Al final del experimento, a los más pequeños no les importaba si lo veían al derecho o al revés. Solo los niños más grandes prefirieron ver el video en el sentido correcto.

Los expertos explican que a esta edad los niños no logran discriminar ni comprender lo que se dice desde una pantalla y mucho menos retener esa información. Se calcula que el 90 por ciento de los padres ponen a ver algún tipo de programas de televisión a sus niños menores de 2 años. El problema es aún mayor si se tiene en cuenta que la única pantalla a la que tienen acceso no es la del televisor, sino que hoy existen otros dispositivos como las tabletas, los celulares inteligentes y el computador.

“Los padres creen que la televisión es educativa, pero la investigación muestra que el cerebro requiere prepararse para este tipo de contenidos”, dijo a SEMANA Ari Brown, pediatra de la AAP. Esto significa que los niños más grandes sí se benefician de programas como Plaza Sésamo en áreas como el lenguaje, mientras que los más pequeños, por el contrario, podrían demorar el desarrollo de esas habilidades.

Para nadie es un secreto que muchos papás utilizan estos videos para que el niño coma o pase un rato entretenido mientras ellos hacen sus tareas o, paradójicamente, chatean desde sus computadores o teléfonos inteligentes. La mayoría cree que al tiempo que esto les da a ellos un respiro, el niño se beneficia frente al televisor, pues así lo aseguran quienes venden este tipo de productos.

Es cierto que no existen pruebas sólidas contra este material de video, pues si bien la evidencia señala que los niños con alta exposición a medios digitales tiene más problemas de atención, no se ha establecido si hay una relación de causa y efecto. No obstante, los estudios recientes muestran que los niños aprenden más fácil al interactuar con objetos y personas reales que de manera virtual, desde una pantalla. “El aprendizaje es posible por esta vía, pero es más pobre y toma más tiempo”, dijo a The New York Times Georgene Troseth, psicóloga del Peabody College en la Vanderbilt University.

En conclusión, los pediatras recomiendan no poner al niño frente al televisor durante mucho tiempo, ni dejar este tipo de aparatos encendidos todo el día, pues el ruido también puede ser una fuente de distracción. Además, dicen que no estaría de más que los adultos empezaran a hacer su propia dieta de medios, pues “de esa forma los niños seguirán su ejemplo y moderarán el tiempo que pasan frente a la pantalla”, concluyó Brown.