RELACIONES DE PAREJA

El amor de lejos no es de pendejos

El sentimiento resultó ser más significativo que el de las parejas que se ven a diario, dice un reciente estudio. ¿Cuál es la clave?

27 de julio de 2013
Los autores del trabajo aconsejan no usar el correo electrónico porque es el menos romántico de los nuevos medios digitales. En cambio, los emoticones resultaron ser una forma altamente efectiva de demostrar amor. | Foto: Javier de la Torre Galvis / Semana

Cuando alguien revela que tiene una relación a distancia la mayoría siente pesar, pues sigue imperando la idea de que estar lejos impide disfrutar de los beneficios de una relación amorosa, como la compañía y el sexo. En ese sentido, suena poco lógico que alguien prefiera pasar un viernes por la noche esperando a su amor en Skype frente al computador, que en una reunión donde hay posibilidad de conocer gente de carne y hueso.

Pero un reciente trabajo, publicado en la revista Communication, derrumba ese mito al concluir que las relaciones amorosas a larga distancia son más íntimas que aquellas que pasan todo el tiempo juntas.
Para el estudio, los investigadores de las universidades de Hong Kong, en China y Cornell, en Estados Unidos, reclutaron a 63 parejas de jóvenes heterosexuales, la mitad de las cuales vivía en sitios geográficos diferentes desde hacía 17 meses. 

A ambos grupos se les pidió llevar un diario sobre las experiencias que tenían ya fueran conversaciones, videollamadas, mensaje de texto y de correo electrónico, y anotar el nivel de intimidad de cada una de ellas.

Los expertos encontraron que las parejas a larga distancia interactúan menos, pero también que sus pocas comunicaciones son mucho más intensas y duraderas. En particular, les llamó la atención que en cada charla tendían a revelar más cosas de sí mismos y a idealizar al otro, dos comportamientos que son la base de la intimidad. 

Por consiguiente, los enamorados que viven separados geográficamente se mostraron más satisfechos en la relación. “Quizás la barrera de la distancia los hace esforzarse más para comunicar su afecto y eso tienen un impacto positivo”, dijo Crystal Jian, coautora del trabajo.
En contraste, las parejas que se ven a diario hablan mucho más entre sí pero no comunican siempre su amor ni tampoco idealizan al otro, dice. 

Entre las hipótesis que Jian y su colega Jefferey T. Hancock manejan está, por un lado, que las parejas que viven aparte se comunican sin tapujos dado que el medio que usan muchas veces no les permite verse. Ese anonimato les da valor para revelar su intimidad. Otra posibilidad es que como están conscientes del poco tiempo que tienen, lo aprovechan mejor. “Apagan la televisión, dejan a un lado el trabajo y son todo oídos para el otro”, dice Jian.

Mientas tanto, las parejas cercanas físicamente, según el psicólogo Diego Castrillón, tienen el desgaste de la cotidianidad y la rutina, y suelen discrepar por asuntos menores. “Los que viven separados le apuestan a mantener la estabilidad porque el poco tiempo lo aprovechan en el disfrute y no en peleas”.

No obstante, estas parejas también tienen sus retos. “En ellos el desgaste es la distancia”, añade el experto. Aun así, Jian sostiene que cuando la separación es inevitable, estas relaciones no están destinadas al fracaso, como muchos creen. 

Estas relaciones están en aumento debido a la globalización y a que  hombres y mujeres han optado por seguir sus carreras profesionales, que muchas veces los llevan por caminos separados. En ese contexto el valor del estudio es que ayuda a derrumbar la idea de que las únicas relaciones amorosas saludable son las cercanas. “Nuestra investigación ofrece evidencia sólida para mostrar lo opuesto,  que estas no son inferiores a las que se dan en un mismo espacio geográfico”, señala Jian.

Aun más, las parejas que viven juntas podrían aprender mucho de las que viven separadas, en especial, a tener espacios propios y ser más independientes pues, como señala Castrillón, las relaciones simbióticas se desgastan mucho. Jian agrega que “la gente deberia comunicarse abiertamente y ser sensible con su pareja, no importa si está lejos o cerca”.