CIENCIA
El continente prehistórico escondido bajo el agua
Fragmentos de un antiguo continente se encuentran enterrados bajo masas de lava en el fondo del Océano Índico, según un nuevo estudio.
Un equipo internacional de científicos encontró restos de una masa terrestre que se habría desprendido hace cerca de 60 millones de años, cuando India y Madagascar se separaron.
Los investigadores llegaron a esa conclusión luego de examinar granos de arena de lava de las playas de Mauricio.
"Pudimos extraer cristales de circonio de la arena y este mineral es típico de la corteza continental. Son muy antiguos", dijo el profesor Trond Torsvik, de la Universidad de Oslo, Noruega, uno de los investigadores.
Los científicos, de Noruega, Reino Unido, Sudáfrica y Alemania, concluyeron que los cristales de circonio eran restos de material que subió desde las profundidades de la Tierra hasta la superficie de la isla durante una erupción volcánica.
La ruptura de los continentes suele asociarse a erupciones. Burbujas gigantes de roca caliente se elevan desde capas más profundas, ablandando las placas tectónicas que se acaban fracturando.
Torsvik cree que pueden hallarse fragmentos de Mauritia a unos diez kilómetros de profundidad bajo la isla Mauricio y bajo un segmento del Océano Índico.
El microcontinente habría existido durante millones de años, desde la Era Precámbrica, cuando la Tierra no albergaba vida, hasta la era de los dinosaurios.
Pero cuando India comenzó a separarse de Madagascar derivando a su posición actual, el microcontinente se habría fragmentado y habría desaparecido debajo del mar.
Fragmentos
Otros fragmentos continentales podrían existir en el Océano Índico, según los investigadores.
"Pero en el pasado estas islas estuvieron al norte de Madagascar. Lo que estamos diciendo es que hay muchos de estos fragmentos continentales esparcidos en el océano".
El científico agregó que se requieren más investigaciones para determinar qué restos permanecen del microcontinente Mauritia. "Necesitamos datos sísmicos. También podríamos hacer perforaciones a grandes profundidades, pero eso costaría mucho dinero". El estudio fue publicado en la revista Nature Geoscience.