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La ‘troll’ que conoció cara a cara a su víctima
El matoneo en las redes sociales ha causado hasta suicidios. ¿Se le presta suficiente atención?
Isabella Sorley, de 24 años, estuvo en prisión durante 12 meses por enviar mensajes ofensivos a través de su cuenta de Twitter. Tuvo que conocer en persona a una de sus víctimas y conocer las consecuencias de sus ofensas.
Un día se tenían que encontrar. El ambiente era necesariamente tenso. Mientras Natalie Farzanet, de 18 años, miraba a los ojos sin dudar, su victimaria Isabella Sorley tenía su mirada fija en el suelo, casi impávida. Como en cualquier escena de terror, la tensión se podía cortar con un alfiler.
Mensajes del calibre de ‘mátate' o 'te haré peores cosas que violarte' salieron de la cuenta de Twitter de Isabella, para intimidar a Natalie. A consecuencia de esto la joven, nacida en el Reino Unido, llegó a considerar la posibilidad de suicidarse. Además, sufrió ataques de ansiedad y cuadros agudos de depresión.
Ante la atenta mirada de periodistas y videografos, Natalie fue directa, le preguntó a su victimaria si “enviando estos mensajes se había sentido muy poderosa”. Esta vez no le tembló la voz. "Pasé seis meses de mi vida en prisión tratando de comprender por qué envié esos tuits y cómo eso influyó en mí. Mentiría si dijera que no me sentí superior frente a mi víctima. Pero no lo hice esperando una reacción", respondió Sorley.
La valentía con la que escribía Sorley, arropada por el anonimato que permiten las redes sociales había desaparecido. Sus explicaciones eran básicas y sus excusas intentaban ser sinceras. Mientras que la joven Farzanet entendía que esta vez, por una vez, era dueña de la escena, de las palabras y sobre dueña de la potestad de perdonar a quien por meses la había insultado y amenazado.
Después de que fue acusada de maltrato en Twitter, Sorley volvió a enviar una serie de mensajes insultantes: "Estás en Twitter, así que debes esperar algo de ultraje. Las palabras nunca le han hecho daño a nadie". Farzanet señaló que: "un par de palabras significan todo. Yo pensé en
quitarme la vida".
El encuentro duró 30 minutos, según relatan las crónicas. Farzanet aceptó que estaba temerosa al principio, pero después quedó tranquila de tener la oportunidad de entender lo que su atacante pensaba. Mientras que Sorley afirmó: "Fue bastante emocional ver todo esto desde el otro lado. Nunca pensé escuchar lo que sufre una persona que vive el maltrato en las redes sociales".
‘Trolls’: de la diversión a la cárcel
El matoneo en internet pasó de ser un tema de tendencias digitales a una cuestión delincuencial. Potencias como Alemania, Canadá y el Reino Unido han tomado medidas de fondo para enfrentar a esos personajes que insultan, amedrentan y amenazan por medio de las redes sociales.
Lo que en principio eran personajes pintorescos, hasta retraídos, se fueron degradando hasta llegar al punto de convertirse en delincuentes que pasan del insulto a la amenaza entre trino y trino. Entre post y post.
Los ‘trolls’ son personas que se dedican a causar malestar y disgustos con mensajes ofensivos en las redes sociales. Varios gobiernos han subestimado el impacto que pueden tener estos personajes, que en la mayoría de los casos no dimensionan la fuerza negativa de sus mensajes ofensivos.
El matoneo virtual ha sido la causa de varios suicidios. Uno de los casos más sonados fue el que protagonizó la joven canadiense Amanda Todd, una estudiante de 15 años de Port Coquitlam, en el oeste de Canadá, que se suicidó el 10 de octubre de 2013, a causa de las constantes burlas e insultos que recibía en Facebook y Twitter.
¿Falta legislación?
En Colombia, la discusión sobre el alcance de los ‘trolls’ aún es incipiente. Aunque existen varios procesos judiciales, por injuria y calumnia, que han nacido en las redes sociales el debate no ha tenido la atención necesaria por parte de las autoridades y los legisladores.
Varios juristas coinciden en que tipificar las burlas que se reciben mediante las redes sociales como un delíto “terminaría de colapsar el sistema judicial del país”. Por su parte, los expertos en regulación web invitan a los usuarios a tener una autoregulación en el uso de sus perfiles en redes como Facebook y Twitter para prevenir el ataque los famosos ‘troll’.
Lo cierto es que los ‘trolls’ se han convertido en parte del paisaje de internet. Y aún faltan legislaciones que pongan en cintura a estos personajes que aprovechan el anonimato que brinda la red para insultar y amenazar, paradójicamente pensando que es por pura diversión.
Con información de BBC Mundo.