La casa y el estrés

Cualquiera diría que el trabajo es una fuente de estrés mayor que el hogar, pero la realidad es lo contrario. Expertos de la Universidad de Pensilvania lo demostraron en una investigación realizada con 122 empleados a quienes les pidieron una muestra de saliva en dos momentos, en días laborales y en el fin de semana, que analizaron para contar los niveles de cortisol, un marcador de estrés. Ir al trabajo resultó ser un paraíso donde la gente se olvida de las presiones hogareñas y las tribulaciones personales. Según los expertos, esto no quiere decir que a la gente no le guste su casa sino que trabajar es gratificante. “Enfocarse en una tarea, completarla y socializar con los colegas ayudan a manejar el estrés”, dice Sarah Damaske, directora del estudio. Cuando se analizó el tema por género, los hombres resultaron más felices en casa quizá porque para sus cónyuges el tiempo allí implica más responsabilidades domésticas. La investigación se publicó en la revista Social Science and Medicine.