ANTETITULO
Una hora sin luz para pensar en el futuro del planeta
La industria de los hidrocarburos alimenta el progreso económico del país. Este seguirá en alza si Ecopetrol no pierde el camino. ¿Qué debe hacer la compañía para crecer más y continuar con sus buenos resultados?
El futuro de Ecopetrol es el futuro de Colombia. La estatal petrolera es la cabeza visible de un sector que en los últimos cinco años representó más del 7 por ciento del PIB (cerca del 50 por ciento de las exportaciones del país). La compañía financia la seguridad de la Nación y los programas de asistencia social.
También es evidente que el gobierno está urgido de recursos y por eso, en medio de los debates sobre el presupuesto, cobra mayor interés la discusión sobre la necesidad de fortalecer a Ecopetrol.
La empresa debe liderar un proceso de transición energética, pero, al mismo tiempo, intensificar la exploración y aumentar la producción, que hoy está en 724.000 barriles por día. Otra prioridad, luego de consolidar la operación de las refinerías de Cartagena y Barrancabermeja, es continuar con la producción de combustibles más limpios.
Un capítulo aparte es el papel que cumple Santander, donde se logró revertir la declinación de La Cira Infantas, el primer campo petrolero descubierto en el país, que en pocos años pasó de producir 5.000 barriles por día a más de 45.000. Cabe recordar que este departamento será el epicentro de un proyecto que genera mucha polémica: el desarrollo de yacimientos no convencionales mediante el fracking.
El Magdalena Medio es la zona donde se tiene previsto hacer los pilotos utilizando esta técnica, y ya se escuchan voces que rechazan la iniciativa debido a los riesgos para la naturaleza y las comunidades, voces que deben ser escuchadas al igual que las de las autoridades ambientales y mineras, como también, por supuesto, las de las empresas petroleras.
Para ello es necesario tener reglas claras y bien definidas en materia de explotación, en cuidado ambiental y el tratamiento para las comunidades. Finalmente, lo que tiene que primar es un balance entre lo técnico, lo económico, lo ambiental y lo social, para lograr determinar el verdadero potencial de los yacimientos no convencionales y los efectos de la fracturación hidráulica.
En este sentido, deben llevar la delantera los Ministerios del Medio Ambiente, Minas y Energía y entidades como la ANH y Anla, para no improvisar ni esperar a que suceda un desastre ambiental y humano con este tipo de tecnologías, ya que solo un ejercicio integrado y colaborativo de los actores involucrados le permitirá al país garantizar su seguridad energética por varias décadas, con todo lo que esto significa para el futuro de Ecopetrol, la economía nacional y el bienestar de los colombianos.