SALUD SEMANA

Los 10 mitos sobre las dietas

Pocas personas hacen una dieta bajo la orientación de una asesoría profesional. Hacer planes de alimentación basados en las creencias comunes es un riesgo para la salud y no asegura la pérdida de peso.

27 de abril de 2012
Existen muchas creencias falsas sobre los planes de alimentación.

Tratar de bajar de peso sin la asesoría de un profesional puede afectar seriamente la salud y en cambio de perder peso puede desencadenar su aumento de foma más rápida. Semana.com le cuenta la verdad sobre los 10 principales mitos sobre las dietas.

1. Hacer dieta es aguantar hambre. Este es uno de los principales mitos. Una dieta o un régimen alimenticio adecuado no debe causar hambre. El hambre es un signo que muestra que el cuerpo necesita energía. Si se siente hambre es porque no se están consumiendo suficientes calorías. Una dieta bien diseñada debe permitir que la persona baje de peso sin sentir hambre.

2. ¿Por qué no bajo de peso si como muy poquito? Comer poco no garantiza perder peso a largo plazo. Generalmente esta conducta hace que la persona baje de peso rápidamente pero en muy poco tiempo lo recupere. Por el contrario, la forma ideal para bajar de peso es comer frecuentemente, esto significa comer cada tres horas, o mínimo, cinco veces al día. Esto significa que es importante no saltarse ninguna comida. Frecuentemente se encuentran personas que no comen a la hora del desayuno y esto, en cambio de lo que se puede pensar, es un limitante para bajar de peso.

3. Eliminar todas las harinas permite perder peso. Todos los grupos alimenticios son importantes para una buena nutrición. Basar un plan de reducción de peso en la eliminación de las harinas puede causar problemas de salud. Y aunque sí puede ser una solución para bajar de peso inicialmente, a largo plazo se recuperará. Adicionalmente, si se suspenden las harinas por un tiempo, esta conducta puede causar una intolerancia a las harinas en un futuro. Algunas dietas eliminan por completo las harinas y basan la alimentación únicamente en alimentos altos en proteínas, aunque estas dietas son muy comunes, deben hacerse con mucho cuidado y con la asesoría de un especialista. El principal riesgo de las dietas basadas en proteínas es causar daño en los riñones.

4. Existe una vacuna para adelgazar. El término vacuna se usa para identificar medicamentos que previenen una enfermedad. Por eso, la expresión "vacuna para adelgazar" no es correcta. En los últimos años se ha promocionado un producto con esta denominación, pero realmente no existe ninguna evidencia que pueda mostrar científicamente que funcione. Se piensa que estos mecanismos permiten bajar de peso por las dietas y los medicamentos que se recomiendan usar cuando se pone "la vacuna", pero no por las supuestas propiedades o efectos que tiene la inyección. Recuerde que todo producto debe estar fabricado por un laboratorio de trayectoria reconocida y tener un registro del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).

5. El aumento de peso se debe al mal funcionamiento de la tiroides. La tiroides es una glándula que puede causar aumento de peso si su función está alterada, pero no todas las personas que tienen sobrepeso tienen alteraciones en la tiroides. Existen tratamientos que ofrecen bajar de peso mediante la toma de medicamentos que controlan la tiroides. Someterse a estas dietas es un gran riesgo para la salud porque puede causar graves consecuencias hormonales a largo plazo. Si la persona sospecha que la causa de su sobrepeso es por el funcionamiento de la tiroides, es recomendable que tenga una valoración de un endocrinólogo, quien es el profesional indicado para valorar estos trastornos y decidir si es necesario tomar algún tratamiento.

6. El agua de alcachofa y el agua de rábano adelgazan. Estas dos sustancias son diuréticas, lo cual significa que aumentan la cantidad de orina que se elimina. Al eliminar líquidos se logra bajar de peso por un corto tiempo, lo cual sucede si se forza el funcionamiento del riñón, situación que puede causar problemas renales crónicos. Adicionalmente, el rábano cambia los niveles de yodo, lo cual a largo plazo puede traer problemas de tiroides.

7. Al terminar una dieta el cuerpo vuelve a ganar el peso perdido. Esta afirmación es verdader. Al terminar cualquier plan para bajar de peso, el cuerpo trata de volver a su condición inicial en lo que se conoce como un efecto rebote. Por esa razón, es importante un etapa de mantenimiento posterior para que el cuerpo mantenga el peso perdido. Entre mas rápido se haya perdido peso más rápido se va a recuperarlo. Un buen plan de adelgazamiento debe ser un planeado para perder peso lentamente y en un periodo de plazo largo.

8. Las fajas permiten bajar de peso. El uso de fajas no cambia la cantidad de tejido graso que tiene una persona, por lo cual no es un método de adelgazamiento. Algunas fajas por efecto de calor pueden deshidratar a la persona y hacer que se elimine líquido. No obstante, este macanismo no es recomendable y no es una forma de perder peso.

9. Los productos 'light' o libres de grasa adelgazan. Lo que pasa realmente con estos productos es que engordan menos, pero no tienen propiedades que permitan perder peso. Los productos bajos en grasa deben ser consumidos de forma racional. Por ejemplo, si se comen dos dulces light, seguramente se van a consumir más calorías que si solo se consume un golosina.

10. El té verde adelgaza. No hay estudios definitivos que relacionen la reducción de peso con el té verde. Se sabe que el té verde puede aumentar un poco el metabolismo mediante el aumento de la temperatura corporal. Sin embargo, este producto no es milagroso. Algunos tipos de té producen diarrea, lo cual obviamente deshidrata a la persona y la hace perder peso. Cualquier consumo elevado de estas sustancias tienen riesgos para la salud.

Antes de iniciar un plan de alimentación para bajar de peso tenga en cuenta:

- Consulte con un especialista.

- Coma cada tres horas y no se salte ninguna comida.

- No elimine ningún tipo de alimento y coma de forma balanceada.

- Póngase metas a mediano y a largo plazo. Si baja rápido de peso es más probable que lo recupere rápidamente.

- Acompañe siempre la dieta de una rutina de ejercicio.

- No crea en las dietas o productos "milagros".