En Colombia, el Ministerio de Salud estima que se diagnostican cerca de 1.400 niños con cáncer anualmente | Foto: John Evans - United States Army, Domínio público, Wikimedia.org

Salud

Ocho síntomas de alerta del cáncer infantil

El diagnóstico temprano es una de las principales barreras para disminuir las tasas de mortalidad del cáncer infantil. Teniendo en cuenta que los padres son en general los mejores observadores de los síntomas de sus hijos, estos son los signos a los que los que deben estar atentos.

15 de febrero de 2019

Cada año más de 250.000 niños en el mundo son diagnosticados con cáncer y aproximadamente 90.000 mueren por la enfermedad. En Colombia, el Ministerio de Salud estima que se diagnostican cerca de 1.400 casos nuevos anualmente, siendo la leucemia aguda la primera causa (256 defunciones) y los tumores malignos del sistema nervioso central y los linfomas, los segundos más recurrentes.

Aunque el gran reto siempre ha sido la reducción de la alta mortalidad y el aumento de la sobrevida; los avances en este tema aún no logran ser significativos. De acuerdo a informes presentados en 2018 por el Observatorio Interinstitucional de Cáncer Infantil y la Liga Colombiana Contra el Cáncer, la atención de los menores con leucemia aguda en el país sí ha mejorado, pero lamentablemente, otros como los linfomas o los tumores óseos, siguen presentando un diagnóstico y tratamiento limitado.

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El problema de esto, dicen los expertos, es que en el caso de los niños, la detección temprana, el diagnóstico oportuno y el correcto manejo de la misma, son fundamentales pues de ello depende el pronóstico del niño y sus posibilidades de cura. El mejor ejemplo, dice Lina María Trujillo, subdirectora de atención médica y docencia del Instituto Nacional de Cáncer (INC), es el de los países desarrollados donde los menores que son diagnosticados y tratados de manera inmediata tienen una tasa de supervivencia del 85 por ciento. “El cáncer pediátrico tiene una buena sobrevida, el problema es que cuando no hay seguimiento adecuado recaen”, explica.

Argumenta que a países como Colombia, todavía le quedan retos muy grandes  por superar como “que las autorizaciones no se dilaten, que los trámites administrativos sean más ágiles y exista más acompañamiento a las familias y acceso a los medicamentos”.  Esto es crucial, pues uno de los principales obstáculos para reducir las tasas de mortalidad, además de la falta de acceso y tratamiento, es que la familia no continúa con el proceso hasta el final.

Esta situación alarmante ocurre, según Trujillo, porque los tratamientos largos con hospitalizaciones, los traslados de sitios, la necesidad de sacarlos del colegio y el cambio drástico en el estilo de vida se convierten en una barrera. “Las familias sufren un choque social duro con el cáncer infantil, por eso es fundamental concientizar a las personas sobre la importancia de iniciar y finalizar oportunamente el tratamiento”, explica.

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A esta opinión se suma el doctor Amaranto Suarez Mattos, oncólogo pediatra del INC: “Un diagnóstico de cáncer en un niño no es sinónimo de una sentencia de muerte. Puede ser una experiencia muy dura, pero siempre existe una esperanza de vida”.  Por ello, a fin de reducir la mortalidad e impacto de la enfermedad es importante observar si se presentan algunos de estos síntomas. En caso de que sí, padres y cuidadores deben motivar la consulta inmediata con el médico, quien debe hacer un completo examen clínico al menor para descartar o confirmar la enfermedad. A propósito del día de la lucha contra el cáncer infantil, SEMANA reúne los síntomas más comunes a losque debe estar atento: 

  1. Fiebre injustificada durante semanas: cuando se asocia con otros síntomas como la palidez o los moretones, la fiebre constante y sin causa aparente puede asociarse a un cáncer. Los padres deben estar alerta cuando no mejora ni con antibióticos. 

  2. Moretones y diminutos puntos rojos en la piel: los juegos y actividades de los niños pueden provocarles algunas heridas, moretones y sangrados; pero, si los moretones aparecen con mucha facilidad o existen sangrados constantes de nariz y encías, es una señal de leucemia.

  3. Masas en el cuello y ganglios inflamados: algunas leucemias en niños se propagan en los ganglios linfáticos. Espefíciamente en áreas como el cuello, la clavícula, la ingle y las axilas. Por eso es importante que si los padres identifican este tipo de masas en el cuerpo del niño, presten atención a otros posibles síntomas que pueden alertar sobre el cáncer.

  4. Pérdida de peso y sudoración: cuando el cuerpo tiene poca cantidad de glóbulos rojos no cuenta con la suficiente cantidad de oxígeno; esto genera fatiga, debilidad, dolores de cabeza, piel pálida, sensación inusual de frío, y mareos.
  5. Fatiga extrema:  aunque esto no es muy común, un niño con leucemia puede presentar debilidad severa a tal grado que la velocidad del habla se reduce. Esto sucede porque las células de leucemia se acumulan en la sangre y hacen que ésta se espese; lo cual provoca una desaceleración en la circulación hacia el cerebro.

  6. Dolor en huesos, articulaciones o espalda: Si un niño se queja de dolor en sus huesos o articulaciones, es necesario realizar una prueba de sangre para detectar leucemia; pues este cáncer ataca el interior de articulaciones y la superficie de los huesos.

  7. Inflamación del abdomen: es común que algunas de las células anémicas se acumulen en el hígado y el bazo y generan una inflamación en el estómago.

  8. Pérdida de apetito: los cambios en el apetito son frecuentes si tiene cáncer y recibe tratamiento contra el cáncer. Las personas con poco apetito o pérdida del apetito pueden comer menos que lo habitual, no sentir hambre para nada o sentirse saciados después de comer solo una pequeña cantidad.