SALUD
“No hay que temerle a la diabetes”
Esta enfermedad crónica se está convirtiendo en una epidemia que afecta a más personas a edades más tempranas. Un experto habló con Semana.com sobre sus causas y tratamientos.
La diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) es una de las enfermedades crónicas que más afecta a la población: cerca de 400 millones de personas en el mundo la padece y 1,5 millones mueren por su causa. Para mantenerla a raya es importante llevar un estilo de vida saludable, con dieta balanceada y actividad física regular. El endocrinólogo español Francisco Javier Ampudia, una de las autoridades internacionales sobre la DM2, estuvo en Cartagena y habló con Semana.com sobre los avances en su tratamiento.
SEMANA: Se habla mucho de la diabetes tipo 2, pero ¿qué es exactamente?
Javier Ampudia: Es una de las formas que reconocemos de la diabetes y es la más frecuente. Actualmente, se considera que el 90 por ciento de los pacientes con diabetes en el mundo son tipo 2. A diferencia de la diabetes tipo 1, en la cual los pacientes necesitan insulina para poder vivir puesto que no la producen y se la tienen que inyectar, en la diabetes tipo 2 el problema es diferente. Los pacientes, generalmente obesos, tienen lo que se llama reticencia a la insulina, esto provoca que el páncreas con los años sea funcionalmente menos capaz de procesar esa insulina y por lo tanto de mantener los niveles de glucemia dentro de los límites normales.
SEMANA: ¿Por qué tanta preocupación con este mal?
J.A: Por su frecuencia, importancia y las repercusiones que tiene para el sistema de salud una diabetes tipo 2 se ha convertido en una auténtica epidemia en el mundo. Nuestro objetivo es identificar a los pacientes de riesgo para tratarlos correctamente y para que las complicaciones crónicas, que surgen por un mal control de la vida, no ocurran y si ocurren, que sea de forma más leve y cuanto más tarde mejor.
SEMANA: Es decir que los diabéticos también son pacientes de otras enfermedades...
J.A: Los pacientes con diabetes tipo 2, además de tener sobrepeso y obesidad, presentan otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial y niveles elevados de colesterol y triglicéridos. Esto hace que este grupo sea numeroso y además tenga un elevado riesgo cardiovascular. De hecho, los estudios demuestran que cuando un diabético ingresa a un hospital por un infarto, una infección o incluso por una cirugía, realmente tiene un pronóstico peor porque si el control del azúcar no está bien, ni dentro de los límites aceptables, tiene el riesgo de que las cosas no vayan tan bien como a los pacientes que no tienen diabetes.
SEMANA: ¿Este mal se da con mayor prevalencia en las personas de tercera edad o hay cada vez más personas jóvenes que la padecen?
J.A: Los estudios demuestran que, efectivamente, la frecuencia de la enfermedad es mayor en la gente de más edad. En 2014 se publicó un estudio en España donde se ve que el 40 por ciento de pacientes por encima de 60 o 70 años podría sufrir una alteración de la diabetes, más hombres que mujeres. Pero por otro lado, vemos que la obesidad, los malos hábitos en la alimentación y la vida sedentaria está haciendo que detectemos en algunos adultos más jóvenes diabetes tipo 2, cuando antes era una enfermedad que veíamos en personas mayores de 40 o 50 años. Ahora, cada vez más reconocemos personas con diabetes tipo 2 que tienen 20 o 30 años e incluso algunos adolescentes en Estados Unidos ya se ven con la enfermedad. Estamos hablando de un problema mundial y que afecta a los jóvenes.
SEMANA: ¿Qué se está haciendo para que estas cifras dejen de aumentar en edades más tempranas?
J.A: En España recomendamos asistir al médico a los mayores de 40 años que tengan historia familiar de diabetes tipo 2 o que tengan obesidad, hipertensión arterial o niveles elevados de triglicéridos. Hacemos una búsqueda intencionada de personas con el riesgo de diabetes puesto que sabemos que prácticamente la mitad de los pacientes que diagnosticamos no saben que lo son. Aunque hemos hecho campañas de diagnóstico precoz, nos encontramos con pacientes que consultan al médico cuando ya tienen alguna complicación de la enfermedad y la única manera de prevenir esto es diagnosticar y tratar antes.
SEMANA: ¿Qué tratamientos médicos existen hoy en día para tratar este tipo de diabetes?
J.A: Si me hubieran preguntado esto hace 15 años, hubiera dicho que teníamos solo metformina, sulfonilureas e insulina; antes hablábamos de estos tres posibles mecanismos que de alguna manera contribuyen a la hiperglucemia de la diabetes tipo 2. Hoy hablamos de ocho mecanismos o fármacos que actúan a diferentes niveles y por lo tanto existe una gran variedad de estrategias terapéuticas para el tratamiento de la enfermedad.
SEMANA: ¿Cómo funcionan esos nuevos métodos?
J.A: En diabetes es muy importante en primer lugar identificar cuál es la condición del paciente determinado y cuáles son las prioridades para su tratamiento. Por ejemplo, si tenemos a un paciente obeso, deberíamos utilizar combinaciones de fármacos que favorezcan la pérdida de peso. De ese modo, los fármacos nuevos como la empagliflozina, reducen la hiperglucemia favoreciendo su eliminación a través del riñón (orina) y esto se traduce en materia de calorías diarias y, dado que también se elimina sal, pues ayuda a disminuir la tensión arterial. Vemos cómo con solo este fármaco podemos tratar la hiperglucemia, contribuir a la pérdida de peso y reducir la presión arterial. Este tipo de cosas hay que tenerlas muy en cuenta para poder elegir la mejor combinación en cada paciente. De esa forma, es importante saber elegir los fármacos que se deben combinar y esto hace que el tratamiento de la diabetes tipo 2 cada vez sea más complejo.
SEMANA: ¿El embarazo es un momento clave para que esta condición de se dé o no en el futuro?
J.A: Sabemos que la aparición por primera vez en el embarazo es de alguna manera una señal. Las mamás que tienen diabetes gestacional, que después del parto generalmente desaparece, deben tomarlo como una señal que nos permite identificar que con los años ellas podrían tener diabetes tipo 2. En estas mujeres hay que hacer una serie de recomendaciones para el parto, para que vuelvan a su peso previo antes del embarazo y si ese peso ya era superior al normal, entonces para intentar reducirlo y que mejoren su actividad física con la intención de disminuir ese riesgo que está aumentando en las mujeres con diabetes gestacional.
SEMANA: ¿Cuál es el mensaje que le da a la gente frente a la amenaza de la diabetes tipo 2?
J.A: En primer lugar, si usted tiene sobrepeso, es hipertenso o tiene algún familiar con diabetes por favor vaya a su médico de cabecera y chequéese porque a lo mejor usted es diabético y no lo sabe y tratar la diabetes antes de tiempo es muy importante. En segundo lugar diría a los pacientes que no tengan miedo porque hay tratamientos muy buenos y que se pueden combinar para que lleven una muy buena calidad de vida. Entonces, no tengan miedo y no obvien la diabetes, sino que consulten con los profesionales para tratarla correctamente con un manejo integral. Y, finalmente, que hay que comer mejor, bajar un poco de peso y aumentar la actividad física.