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SALUD

La diabetes, de enfermedad mortal a mal crónico

Esta patología, que en muchos casos está relacionada con malos hábitos de vida, afecta cada vez a más personas, incluidos los niños. En el Día Mundial de la Diabetes, un experto cuenta cómo ha avanzado el tratamiento para controlarla.

14 de noviembre de 2016

La diabetes es una de las enfermedades con mayor prevalencia en el mundo. Es un trastorno en el que el organismo tiene incapacidad para manejar una fuente energética llamada glucosa. Su tratamiento está relacionado con mantener los niveles de insulina, una hormona encargada de aprovechar las propiedades de la glucosa en el organismo.

Los esfuerzos en investigación han estado dirigidos a encontrar información más sólida sobre las causas de la diabetes. Por ejemplo, se están desarrollando estudios novedosos en diferentes partes del organismo para entender mejor como la obesidad es un detonante de la enfermedad. Es posible que la respuesta a ese interrogante esté en el propio páncreas pero también podría ser en la flora intestinal, pues cuando esta se altera puede provocar diabetes. Los estudios más prometedores señalan a las células alfa, cuya función es filtrar el glucacón, que aumenta los niveles de glucosa en la sangre.

Pero el tratamiento para la diabetes también ha avanzado a pasos grandes. Hoy las personas que padecen diabetes no solo cuentan con mejores insulinas, sino con más información sobre la enfermedad y tratamientos para controlar sus efectos. “Hace 20 o 25 años, en Colombia, solo teníamos medicinas análogas. Actualmente, para la diabetes hay más posibilidades para tratar a cada persona, no solo dando drogas para la insuficiencia de insulina, sino para manejar los efectos de la diabetes”, explica el diabetólogo Jaime Brugés, director científico Centro de Investigación Clínica Fundación MEDICUS Casa de La Diabetes.

Otro frentes importante en el que ha habido progreso es en el desarrollo de tecnología más avanzada para controlar los niveles de glucosa en la sangre. “Se ha estudiado cómo eliminar el exceso de azúcar a través de la orina; cómo hacer que las células beta produzcan más insulina; cómo manejar mejor las células alfa en diabetes tipo 1 y tipo 2 y cómo hacer que el hígado tolere mejor la glucosa o que el organismo sienta saciedad”, cuenta Brugés.

También se ha innovado en el manejo de los efectos de la patología. “La persona con diabetes tipo 2 puede perder la habilidad de saber cuándo tiene hambre y siempre está hambriento, lo que conlleva al aumento de peso. Ahora, hay medicamentos que manejan esto”, explica Brugés y añade que esa variedad de medicinas con las que se cuenta ahora, que están solucionando problemas y además son más asequibles, “están dando calidad de vida a los pacientes y los ayuda a llevar una vida casi normal”.

Sin embargo, ninguno de esos avances resulta más valioso que la propia conciencia del paciente de llevar una vida saludable. Hay varios tipos de diabetes e incluso se puede hablar de un estado prediabético, en el que la persona aún puede hacer algo para evitar la afección. “La diabetes tipo 2 es prevenible y está directamente relacionada con una ingesta calórica importante y la obesidad. Pero, también tiene que haber disminución en la actividad física”, señala el experto.

En ese sentido, un estilo de vida saludable puede prevenir en gran medida la diabetes. Para esto hay que tener una dieta balanceada con la que se controle los niveles de azúcar y grasas, así como caminar por lo menos 30 minutos diarios. Para esto se necesitan políticas públicas que permitan el acceso a las comunidades para hacer actividad física y consumir alimentos sanos desde la niñez. “Prevenir la diabetes es más barato que mantener a alguien con diabetes”, concluye Brugés.