Nelson Alarcón, ejecutivo de Fecode, respondió así por sus polémicas declaraciones en medio del paro nacional

En medio de las jornadas de paro que se adelantan en el país desde el 28 de abril pasado, se conoció una intervención de Nelson Alarcón, ejecutivo de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), con varias personas que lo rodeaban. “Mal haríamos hablar por los jóvenes de primera línea porque hoy nosotros no somos los voceros. Y eso hay que dejarlo claro, ellos son los voceros de ellos mismos legítimamente. ¿Qué les hemos dicho? Intégrense al Comité Nacional del Paro”, aseveró.

Ahora bien, aunque Fecode ha señalado que la movilización nacional no tiene fines políticos, Nelson Alarcón les aseguró a los presentes que sí hay una intención política. “Y esa es una de las tácticas. Aquí tenemos que robustecer el movimiento. Esto es de largo aliento, esto es para llegar con miras a 2022 y seguir mucho más allá, para derrotar al Centro Democrático, para derrotar a la ultraderecha y llegar al poder en 2022. Eso es de largo aliento y entonces tenemos que cambiar la táctica, y frente a esto hay posibilidades, por supuesto, de que tenemos que cambiarla desde los maestros”, agregó Nelson Alarcón.

El video suscitó todo tipo de reacciones y por ello Nelson Alarcón respondió: “Aquí se volvió un delito hablar de democracia, yo pensé que estaba en un país democrático. Y hablar de transformar el país a través del voto popular se volvió un problema”.

“Hoy somos actores y sujetos políticos, los maestros y maestras, hablar de política, no de politiquería (...) Eso es lo que hay que combatir, pero aquí no pueden desdibujar el tema del paro nacional. Necesitamos generar más políticas de empleo, de salud, ese es el arte de la política. Política es la actividad de un ciudadano por las vías democráticas, en el marco del Estado social de derecho”, agregó, en diálogo con Caracol Radio.

El ejecutivo de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) fue consultado en varias oportunidades respecto a si él tendrá aspiraciones políticas, dadas sus declaraciones, específicamente si es cierto que será aspirante al Congreso de la República. “Fui elegido por votos directos de maestros y maestras, somos 15 personas que los representamos. Aquí hablamos de cambiar el Gobierno en 2022 porque no le da soluciones a los problemas y eso se hace a través del voto popular”, aseveró.

Cuando se le insistió por la pregunta respecto a sus eventuales aspiraciones de contar con curul en el Legislativo, Nelson Alarcón señaló: “Estamos en eso, esos serán unos escenarios diferentes. Aquí tenemos una gran tarea en el marco del paro nacional”. En cuanto a los jóvenes, Alarcón reconoció que él no representa a los manifestantes, pero los respalda en sus exigencias. “Mal haría en atribuirme la vocería de los jóvenes en el país. Ojalá puedan inscribir la cédula para transformar el país en 2022″, agregó.

Las declaraciones de Alarcón se conocieron luego de una nueva jornada de protestas en Colombia, algunas con alteración de orden público, y de un informe según el cual muchas de las personas reportadas como desaparecidas durante el paro en realidad no lo están.

Miles de personas volvieron a protestar el miércoles en Colombia contra varias políticas gubernamentales durante una visita extraordinaria de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que evalúa la situación tras casi mes y medio de una crisis con decenas de muertos y miles de heridos.

En Bogotá, un grupo de indígenas intentó derribar con cuerdas las estatuas de Cristóbal Colón y la reina Isabel la Católica ubicadas sobre una avenida que conduce al aeropuerto El Dorado, en una expresión simbólica que ha atravesado las protestas. El estallido social que comenzó el 28 de abril contra un alza de impuestos –ya archivada– se transformó en un movimiento de protestas diarias con jornadas más concurridas que otras, bloqueos viales y cruentos enfrentamientos entre civiles y la fuerza pública. Al menos 61 personas han muerto desde que iniciaron las protestas, según autoridades y la Defensoría del Pueblo. Dos de ellos eran uniformados. Cerca de 2.400 civiles y policías fueron heridos en las manifestaciones, de acuerdo con el Ministerio de Defensa.