MUNDO
Críticas al “harlista” que hoy manda en Argentina
Amado Boudou, acusado de corrupción, asume el cargo mientras operan a Cristina
No era lo que había soñado. Dicen que Amado Boudou cultivaba muy en su interior alcanzar algún día la presidencia de Argentina de la manera más solemne posible. Se da la circunstancia que mientras su jefa estaba delicada de salud él se divertía. Por eso, entra a gobernar la poderosa nación en medio de las críticas y el escepticismo general.
En efecto, la prensa ha sido dura con él. Por ejemplo, el diario brasileño O Estado de Sao Paulo informó que el vicepresidente Amado Boudou manejaba una exclusiva moto en Brasilia este sábado, justo antes de retornar de urgencia al país por los problemas de salud de Cristina Kirchner.
El medio brasileño mostró una foto suya por las calles de Brasilia: “Mientras Cristina se aparta (del cargo), él anda en moto”, criticó al funcionario argentino.
La salud de la mandataria fue tema obligado en los principales medios paulistas. El “O Estado…” colocó la foto de Boudou en el centro de su portada y abrió la sección de internacionales, dedicándole una página y media, fotos e infografías.
Por su parte, “Folha de Sao Paulo” alertó sobre “la preocupación de los argentinos” en torno a la situación. “Cristina se aparta y el vice argentino anda en moto”, ironizó.
En la foto se pudo ver a Boudou al mando de una elegante Harley Davidson junto al secretario ejecutivo del ministerio brasileño de Previsión, Carlos Gabas el sábado por las calles de Brasilia, con casco, una chomba azul, jeans al tono y zapatillas negras.
“El vice volvió precipitadamente a Buenos Aires. El sábado, en Brasilia, sin saber del hecho, paseó en moto con Gabas, famoso por llevar a (la presidenta de Brasil) Dilma Rousseff en su Harley Davidson”, indicó el epígrafe de la foto.
Al otro lado del continente, las críticas también han sido severas. El diario El País de Madrid informa que no es ni de lejos el hombre más influyente del Gobierno argentino. “No es tampoco el más respetado entre sus compañeros de Gabinete, ni el que mayor acceso directo tiene con la presidenta. Al contrario que la mayoría del Ejecutivo, Boudou no proviene del peronismo. Pero es la persona a la que Cristina Fernández eligió como vicepresidente del Gobierno en 2011. Y la Constitución de Argentina establece que el vicepresidente ha de asumir el mando del Gobierno en caso de enfermedad, ausencia o muerte. Si Fernández abandona por completo su actividad presidencial durante un mes, Boudou será el presidente en funciones”.
“Él es la persona que cuando empezó la crisis global vino a decirme que el mundo había cambiado y que me propuso medidas a tomar. Amado es un hombre leal y que no te teme a las corporaciones”, declaró Fernández en su día. En aquel octubre de 2011, Boudou contaba con un gran capital político. En los mítines tocaba la guitarra y cantaba mientras explicaba las medidas del ministerio de Economía, del que era titular. Conectaba con la juventud y se hablaba entonces de él como un posible sucesor de Fernández. Pero nada más estrenar el cargo en 2012 fue denunciado por tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.
Boudou parecía estar en la cuerda floja. Casi se daba por hecho que la presidenta le soltaría la mano. Pero el vicepresidente ofreció el 5 de abril una conferencia de prensa donde atacó al fiscal general y al juez y al fiscal que lo investigaban. El fiscal general dimitió y el juez y el fiscal que lo investigaban fueron apartados del caso. Cristina Fernández salvó a Boudou. Pero el vicepresidente salió desgastado de aquella batalla. Y la investigación judicial continúa su curso. Hoy nadie habla de Amado Boudou como un posible sucesor de Cristina Fernández, anota el rotativo.
El vicepresidente argentino, asumió este marte ante notario el poder Ejecutivo del país mientras dure el reposo ordenado por los médicos a la mandataria Cristina Fernández, aquejada de una lesión cerebrovascular.
De hecho, Boudou encabezó este lunes varios actos de Gobierno en representación de Fernández, aunque todavía faltaba por realizarse el trámite oficial tal y como señala la Constitución argentina.
“Ella (Fernández) quiere que se mantenga la gestión y todo el equipo vamos a mantener la gestión. ¡Fuerza Cristina, fuerza Argentina, vamos todos juntos!”, aseguró Boudou en un acto en la casa de Gobierno, antes de que se formalizara el trámite notarial que le convierte en la máxima autoridad del Estado temporalmente.
La asunción de Boudou alcanzó a ser puesta en duda por medios locales y analistas en medio de duros cuestionamientos por la presunta vinculación del vicepresidente con escándalos de corrupción.
Además, en plena campaña para las elecciones legislativas del próximo 27 de octubre, el protagonismo de un dirigente con un fuerte deterioro en su imagen pública podría afectar negativamente al oficialismo, que afronta los comicios más difíciles en 10 años, coincidieron analistas.