ISA

Conectando la región

La multinacional de energía eléctrica más grande de América Latina es una empresa pública que atiende a 350 millones de personas. ¿Qué sigue ahora para ISA?

21 de mayo de 2018

Una compañía de capital mayoritariamente público es hoy una de las multilatinas más rentables y relevantes en la región. Se trata de ISA, empresa colombiana en la que la Nación posee el 51,41 por ciento del capital y el 10,17 por ciento pertenece a Empresas Públicas de Medellín.

ISA no solo es la transportadora de energía eléctrica más grande de América Latina, sino que tiene una importante operación en concesiones viales, telecomunicaciones y gestión de sistemas en tiempo real. Con su participación en esos cuatro negocios de infraestructura lineal, a través de un conglomerado empresarial conformado por alrededor de 43 filiales y subsidiarias, impacta la calidad de vida de más de 350 millones de personas en Colombia, Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Argentina y Centroamérica.

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En 2017 tuvo uno de los mejores años en su historia: cumplió anticipadamente su propósito planteado hace cinco años de triplicar las utilidades; recibió todo tipo de reconocimientos, entre ellos la multilatina del año, y cerró transacciones estratégicas que le permitieron consolidar su liderazgo regional y en Brasil.

Con la compra de la compañía Transmissora Aliança de Energia Elétrica S. A. (Taesa), ISA se quedó con la joya de la corona en Brasil y se transformó en la empresa de transmisión eléctrica más fuerte de ese país, con cerca de una tercera parte del mercado y presencia en los centros urbanos. La compañía tiene el 98 por ciento de las líneas de transmisión en São Paulo, un estado cuyo PIB duplica al de Colombia.

Con esto, Brasil ya representa alrededor del 33,7 por ciento de las ventas de ISA, mientras que Colombia participa con 25,5 por ciento, Perú con el 21,5 por ciento y Chile con el 17,9 por ciento. Esto significa que alrededor del 75 por ciento de los ingresos de la compañía provienen hoy de sus operaciones en el exterior.

Bernardo Vargas Gibsone, presidente de la compañía desde julio de 2015, asegura que esta expansión es producto del buen gobierno corporativo, que permite tomar decisiones empresariales y no políticas, y del talento, ética y profesionalismo de la gente ISA. Además, la compañía ha tomado decisiones acertadas en el pasado, como enfocarse en un crecimiento rentable, ingresar al mercado público de valores y diversificar su operación.

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Si bien el grueso de sus ingresos proviene del negocio de transmisión de energía (75,5 por ciento), otras que vienen ganando presencia son las concesiones viales (17,3 por ciento), las tecnologías de información y telecomunicaciones (5,2 por ciento) y la gestión de sistemas de tiempo real (2 por ciento). En 2017 la compañía siguió diversificando al ganar la concesión de nuevas carreteras en Chile con el proyecto Rutas del Loa, y con el ingreso al negocio de torres de comunicación inalámbrica en Chile, Perú y Colombia con la compra de Andean Tower Partners (ATP), entre otros.

Debido a estos resultados, la acción de ISA alcanzó este año su máximo histórico al superar los 15.000 pesos por título, beneficiando a sus cerca de 30.000 accionistas y a los fondos de pensiones que hoy son dueños del 23,13 por ciento. Desde que Vargas asumió la presidencia, la acción se ha valorizado cerca del 180 por ciento.

Otros hitos del año anterior fueron el cambio de marca e imagen para verse más moderna y cercana, así como el inicio de un proceso de revisión estratégica para responder a uno de los momentos de mayor transformación en la industria ante los efectos del cambio climático, la penetración de fuentes no renovables de energía, la transformación digital y la participación social más activa de las comunidades, entre muchos retos. Por esto, de la mano de algunos de los expertos más reconocidos del mundo en el negocio de la energía y de quienes fueron pilares para construir la empresa, están definiendo la nueva estrategia bajo el tema ‘Conexiones que inspiran’.

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“Asumiremos el desafío de conectar a más personas de forma ética y rentable, con un fuerte compromiso con la comunidad y el medioambiente. Seremos más críticos y propositivos en las apuestas por el cuidado del planeta, la innovación y el desarrollo de nuevas competencias. Queremos que las comunidades agradezcan nuestra presencia”, afirma Vargas. Esta revisión estratégica concluirá en los próximos meses con una ruta para la implementación.

Por ahora, en su compromiso con la sostenibilidad, lanzó su programa Conexión Jaguar –el felino más grande de América, en vía de extinción–, con el cual espera ser carbono neutro en todos sus negocios y contribuir a mitigar el cambio climático y a conservar la biodiversidad.

La compañía seguirá con sus metas ambiciosas para consolidar sus negocios y ampliar el portafolio para tener una presencia cada vez más relevante en los países y negocios donde opera. Ante el crecimiento de las inversiones en infraestructura y tecnología en la región, con las concesiones viales, la expansión de las redes 4G y 5G, es claro el amplio margen de ISA para seguir creciendo. Y para conectar bien la región.