La jugada de José Alejandro Cortés

Si no hubiera triunfado en los negocios, José Alejandro Cortés lo hubiera hecho en el deporte. En su juventud fue un destacado tenista, al punto que formó parte del equipo colombiano a la Copa Davis y ganó un campeonato suramericano. Confiesa que no se dedicó a ese mundo porque los negocios le ganaron la partida. Se había ido a estudiar a Estados Unidos y vino a trabajar en los negocios de la familia. Todavía practica el tenis, pero su rodilla le ha hecho pasar malas jugadas.

Como empresario se destacó por visionario y por defender en su organización una cultura basada en el respeto. Tiene una bien ganada fama de buen amigo, buen jefe, mecenas de la cultura y buen padre. No esquiva los temas políticos, ni los más agudos de la vida nacional, como la paz, la corrupción o la violencia, porque cree que los empresarios tienen un compromiso con la sociedad que va más allá de solo administrar bien las compañías.

Después de comandar durante 55 años al Grupo Bolívar, José Alejo -así le dicen cariñosamente sus amigos y empresarios cercanos- decidió retirarse en 2010 para entregarle la posta a su hijo Miguel.