MUNDO
A Nicolás Maduro se le complicaron las cosas
Con el reversazo del Tribunal Supremo de Justicia el presidente de Venezuela queda en medio de una grave crisis política. La presión internacional aumenta.
A Maduro se le complicaron las cosas. Tanto él como sus asesores de cabecera: el vicepresidente de turno, la flamante canciller de florido y procaz lenguaje y el hombre fuerte el general Vladimir, que estuvo hace poco comprando armamentos en China y Rusia, para neutralizar a Colombia “como miembro de la OTAN” creyeron que el intento de acabar con el parlamento iba a pasar “de agache”.
Es más, consideraron que el hecho de que no se hubiera votado en la OEA el informe del Secretario General en el que solicitaba la aplicación de la Carta Democrática, que contempla la posibilidad de la suspensión de Venezuela de la Organización, había sido un triunfo
Sin embargo, las cosas se le complicaron. La Unión Europea, respaldó a los 20 países americanos que habían la convocatoria del Consejo de la OEA; los Estados Unidos cambiaron de tono; 22 expresidentes del continente, entre ellos Belisario Betancur, Cesar Gaviria, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe expidieron un duro comunicado en el que condenaron el “golpe de Estado que se ha consumado en Venezuela”; algunos países, entre ellos Colombia llamaron a sus embajadores en Caracas con diferentes pretextos; hasta UNASUR tuvo que pronunciarse…para alivio de males, incluso uno de los mejores amigos de Maduro, el presidente Santos, dijo que no descartaba la aplicación de la Carta Democrática.
Ayer siguiendo el estilo de su mentor, Maduro apareció como gran patriarca con la constitución en la mano ante el tradicional grupito de oyentes diciendo que “no sabía nada” sobre la resolución del Tribunal Supremo de Justicia ya que estaba dedicado a actividades muy importantes seguramente la sesión solemne de una escuela y la entrega de una casa a una señora…
Dijo además que una declaración que había formulado su pupila, la fiscal general de la nación, sobre la resolución del Tribunal de Superior, era la demostración de que en Venezuela había una absoluta separación de poderes. Agregó que se había reunido con el alto mando militar y había convocado al llamado “Consejo Nacional de Defensa” sin la asamblea naturalmente, para conciliar las posiciones.
El Consejo de Defensa, anunció entonces que el Tribunal Supremo Electoral, derogó las resoluciones controvertidas. Conclusión, Maduro con la ayuda de un cura chavista que le dio la bendición, logró “la conciliación”: qué hábil y qué demócrata…de pronto le dan el próximo premio nobel de paz…
Sin embargo, la asamblea y la oposición se fortalecieron y avanzaron. Ahora expresan que “hay un golpe de estado permanente” y que la derogatoria de las resoluciones es sólo un hecho menor…El Secretario General de la OEA Luis Almagro, logró lo que la OEA no había podido hacer: abortar un golpe de estado.
Tal vez la última vez que sucedió algo parecido fue en 1979, cuando los países del Grupo Andino, entre otros Colombia, lograron reversar el cruento golpe de estado del coronel boliviano Alberto Natusch, contra el presidente Walter Guevara.
El lunes está convocado nuevamente el Consejo Permanente de la OEA para considerar la situación de Venezuela. Veremos si la idea de Maduro y sus asesores de acabar con la incómoda asamblea le implique un debilitamiento definitivo del régimen…
Algo parecido a la frustrada componenda del presidente de Paraguay y de uno de sus predecesores para reformar la constitución y tratar de perpetuarse en el poder. En fin las constituciones dan para todo…que tal con “bloque constitucional” …