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Viva Air logró volar en medio de la tormenta y ya tiene el cielo despejado
Tras 180 días sin poder volar durante la pandemia, Viva Air en Colombia tomó aire para despegar más fuerte. Fue tal el impulso que, una vez se ‘abrieron los cielos’, subieron diez puntos de participación en el mercado, convirtiéndose así en la segunda aerolínea más grande del país.
La aerolínea Viva Air, con diez años en el mercado nacional, tras mantener su flota de aviones parados durante seis meses, como consecuencia de las restricciones por la pandemia, se recuperó tan rápido que duplicó la operación que tenía en 2019, se convirtió en la más puntual de todas las compañías aéreas, creció cinco veces más en rutas internacionales y logró tener la flota más moderna de aviones en el país.
Para Félix Antelo, CEO y presidente de Viva Air para Colombia, la clave para haber enfrentado la dura prueba fue tomar “reacciones muy decisivas, rápidas y contundentes”, y lo lograron, por contar con “el modelo correcto (bajo costo) y el equipo correcto”.
Mientras otras aerolíneas se declararon en bancarrota, Viva Air optó porque el 75 por ciento de los colaboradores entraran en licencia no remunerada bajo acuerdo voluntario, y los pocos que quedaron en oficina redujeron su salario entre 30 y 70 por ciento. Así mismo, renegociaron los contratos con proveedores, plazos de pago a bancos y mantuvieron una constante comunicación con el Gobierno, del cual recibieron apoyo con la reducción temporal del IVA a los tiquetes y al combustible, lo que sirvió para que una vez se abrieran los cielos la gente se animara a volar.
Mientras escampaba, tomaron todas las medidas de bioseguridad necesarias para que los pasajeros viajaran tranquilos y confiaran en sus servicios. De esta manera, Viva fue la primera aerolínea en Colombia y Perú en obtener la biocertificación. Otra de las ventajas que le permitió a Viva Air no caer en bancarrota fue la de contar con “una estructura de costos muy eficiente que es altamente variable. El hecho de no volar no nos perjudicó, no hizo que incurriéramos en costos, tenemos una base de costos mejor que los competidores, y eso nos permitió atravesar esta tormenta de mejor manera”.
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Mantener su modelo de ‘bajo costo’, más las medidas de bioseguridad les generaron confianza a sus clientes, de tal manera, que cuando llegó la hora de volar, abordaron un nuevo consumidor. Pasaron de tener 14 por ciento del mercado nacional (prepandemia) al 23 por ciento en 2022, subiendo así casi diez puntos.
Desde septiembre de 2020 empezaron a despegar nuevamente, mes a mes iban creciendo y lanzaban más vuelos, llegó 2021 y también arribaron las anheladas vacunas, así que se podía viajar a Estados Unidos, “estábamos en un mundo que parecía muy positivo para la aviación”.
Sin embargo, en el segundo trimestre del año pasado, llegó el paro nacional, las diversas manifestaciones sociales, muchas de ellas acompañadas de bloqueos y cierres, que se sumaron a la tercera ola de covid-19. Un duro golpe al tráfico aéreo, el cual cayó entre 30 y 40 por ciento, en vuelos nacionales.
“Tuvimos algo de compensación, cuando explotó el tráfico de vacunación hacia Estados Unidos, y pasamos de operar un vuelo por día a cinco diarios a Miami, durante casi dos meses (abril y mayo) y también un vuelo diario a Orlando en muchas semanas. Eso, de alguna manera compensó el efecto del paro y la tercera ola de covid”, explica el argentino Félix Antelo.
Superada una segunda tormenta en 2021, Viva Air pasó por un ‘buen’ segundo semestre en crecimiento, ocupación y rentabilidad, gracias a que mucha gente recibió la segunda dosis de la vacuna contra la covid-19. Como aún se tenían muchas restricciones en vuelos internacionales, se concentraron primero en el país. Y, llegada la hora de los vuelos al exterior, se enfocaron en este mercado, pasando de tres rutas a 14 internacionales, casi cinco veces más que antes de la crisis sanitaria.
Varias lecciones les ha dejado esta pandemia. La mirada que hace con más tranquilidad el presidente de Viva Air es que “este mundo es cada vez más complejo y cambiante, nadie en ninguna matriz de riesgos de ninguna empresa tenía una pandemia en sus posibilidades. Esto cambió ahora. La imprevisibilidad y lo inesperado van a ser parte de la nueva realidad en que vivimos”.
El segundo aprendizaje es el valor de ser flexible y adaptable. “Nosotros fuimos flexibles y nos movimos muy rápido, eso nos permitió atravesar esta pandemia, no declararnos en bancarrota, y seguir operando”, señala Antelo.
Una tercera lección, en la que hace énfasis este empresario, es la importancia de la comunicación “sobrecomunicamos al equipo, ir dos pasos más arriba, porque la incertidumbre era tal que uno tenía que estar cerca de los colaboradores, muchas veces sin respuesta porque había preguntas para las que no había respuestas, pero sí estar presente y comunicando lo que se sabía”. De igual manera, comunicación a los clientes.
Y, una última lección que aprendieron es la capacidad de anticipación. Hicieron varios escenarios futuros, con los elementos que tenían a disposición, y tomaron apuestas informadas con planes A, B y C, de los cuales, funcionó el primero.
De la pandemia hay varias herencias: incrementaron el modelo de home office entre sus colaboradores. Antes de 2020 trabajaban un día a la semana desde sus casas, después de la pandemia lo extendieron a tres días, hoy laboran con un modelo híbrido.
En esta misma línea, abrieron una nueva sede administrativa en Medellín, en El Poblado, que permite a los empleados estar más cerca de su familia y tener mejor calidad de vida. También invirtieron en tecnología, en una nueva página web y herramientas para comunicarse con los colaboradores, con una cifra que superó el millón de dólares.
Una vez sobrevolada la tormenta, en marzo de este año la aerolínea empezó a operar 15 nuevas rutas domésticas, llegando a ciudades intermedias como Armenia, Pasto y Villavicencio. Desde el 22 de junio comenzó a ofrecer rutas a Brasil (São Paulo) y desde el 15 de junio inició los vuelos desde Bogotá y Medellín hacia Buenos Aires, Argentina. Estas, se suman a las rutas Cartagena-Ciudad de México y Cali-Cancún. Lanzó rutas al Caribe, desde Medellín hacia Punta Cana, que se suman a los viajes a Miami, Orlando, Ciudad de México y a Lima. Seguirá modernizando su flota (Airbus a320 Neo). Hoy tienen 23 aviones y desde 2023 hasta 2025 recibirá entre tres y siete aviones por año, hasta completar una flota de entre 45 y 50 aeronaves.
Para Viva Air, otro de sus focos es el servicio, por ello su promesa de salir a tiempo los ha llevado a ser considerados como la compañía de bajo costo con mayor puntualidad en el continente americano.
Y no faltan los desafíos; este año, se enfrentan al incremento en los precios del combustible, el más alto de la historia en dólares americanos. “El combustible colombiano hoy cuesta casi el doble de lo que costaba hace 12 años, y no solo en Colombia sino en todo Sudamérica, y el 60-70 por ciento de los costos de una aerolínea son en dólares. Los aviones, los repuestos, el combustible, las tasas aeroportuarias de sobrevuelos internacionales son en dólares, entonces hay un desafío”.
Señalan que falta por mejorar la infraestructura del país, como la capacidad aeroportuaria, pistas y terminales en Bogotá, Medellín, Cartagena y San Andrés, así como en ciudades intermedias, que no están a la altura de lo que necesita Colombia. Así mismo, se requieren más controladores aéreos, y disminuir la carga impositiva “el 50 por ciento de lo que el cliente paga son impuestos”, enfatiza el presidente de Viva Air.
Pese a estos retos, reconoce que Colombia es el mercado con la recuperación más rápida en vuelos nacionales, “Nosotros estamos operando el doble de lo que operábamos en 2019. La industria como tal, en promedio hoy está un 30 por ciento por encima de lo que se operaba en ese año”, dice.
Basados en este panorama aéreo el CEO de Viva Air estima que cerrarán 2022 con cerca de nueve millones de pasajeros (el año pasado fueron seis millones y medio), es decir un incremento del 50 por ciento.
El mundo de la aeronáutica se ajusta al escenario que dejó la pandemia. Y Viva Air hace parte de esta ola. Los principales accionistas de Avianca y el accionista controlante de la brasilera GOL firmaron un acuerdo para crear un grupo de transporte aéreo en América Latina bajo una estructura de holding llamado Abra Group Limited. “A través de las recientes inversiones realizadas por los accionistas de Avianca y Viva, el Grupo también tendría el 100% de los derechos económicos de las operaciones de Viva en Colombia y Perú, pero no la controlaría, y contaría con un crédito convertible en una inversión representativa de un interés minoritario en la aerolínea Sky Airline de Chile”, señaló Avianca en un comunicado.