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¿Qué dice la ley colombiana sobre las familias multiespecie?
Contemplar a los animales de compañía como integrantes de una familia conlleva varias discusiones jurídicas. Estos son los avances de una realidad cada vez más común en los hogares colombianos.
Podría decirse que la familia de Natalia Lara es extensa: ella, su esposo, su hijo José María y Nacho, Sally y Lía, tres perros rescatados. Aunque dice que no los considera como hijos, Natalia sí deja claro que los tres caninos hacen parte de su familia, que son miembros infaltables de paseos, cenas y reuniones familiares.
“Para nuestro hijo ha sido maravilloso crecer con perros, lo ha hecho un niño más sensible, más responsable y más amante de la naturaleza. La relación con las mascotas ha llevado a que entienda que hay otros seres sintientes que también necesitan amor incondicional y le han enseñado mucho sobre la nobleza”, explica Natalia, quien prefiere no ir de visita a donde sus perros no son recibidos.
Como Natalia, en 4,4 millones de hogares colombianos también hay un animal bajo techo, de acuerdo con las cifras más recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Este auge ha llevado a que cada vez cobre más importancia el término de “familia multiespecie”, que cobija a aquellas familias que consideran que su animal de compañía también hace parte de ella.
Nuevas familias
Más allá de querer mucho a un animal como para nombrarlo parte de su familia, esta denominación tiene un trasfondo legal. De hecho, el Tribunal Superior de Bogotá recientemente reconoció a los animales como seres que pueden pertenecer a una familia, si se cumplen dos requisitos: que las personas reconozcan a los animales como miembros de astas y que haya la posibilidad de que el animal asuma roles dentro de ella.
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La adopción del término se dio luego de que un ciudadano acudiera ante la ley para poder ver a Simona, su hija perruna. Este es el caso de Jáder Alexis Castaño, quien cuenta que luego de terminar su relación, inició un proceso legal para visitarla, lo que lo ha llevado a plantear ante los jueces que su caso debe ser tratado en un juzgado de familia, dado que considera a su animal de compañía como parte de ella.
“El Tribunal Superior de Bogotá falló a mi favor y resolvió dirimir el conflicto de competencia suscitado, en el sentido de declarar que el Juzgado Tercero de Familia de Bogotá es el competente de mi solicitud. Además, en el fallo resolvió los siguientes problemas jurídicos planteados: animales como seres sintientes, familia multiespecie y ordenar establecer régimen de visitas para poder ver a Simona”, detalló Castaño.
Por supuesto, esto llenó de alegría a Castaño, quien agregó: “No creía que en un país como el nuestro, tan conservador, se generara jurisprudencia para evolucionar a familia multiespecie, algo que, sin duda, nos ayuda a evolucionar como colectivo y nos permite ampliar nuestra consciencia”.
¿Nuevas reglas?
En Colombia, la única normatividad que hay referente a animales de compañía es el reconocimiento de seres sintientes, que estableció como delito el maltrato animal. No obstante, no hay ley sobre las familias multiespecie o si los animales de compañía son miembros o no de una familia.
Jimmy Jiménez, jefe jurídico de la firma Integrity Legal, afirma que luego de la decisión que se tomó desde el Tribunal Superior, se abre la puerta a que el derecho de familia tome un nuevo rumbo y se pueda relacionar a un animal “cuando se tienen en cuenta sus necesidades para toma de decisiones como mudanzas, divorcios o vacaciones, y cuando se les dan roles de hijos o hermanos”, pero insistió en que aún hay mucho por hacer.
El cambio en el caso de Jáder reconoce la existencia de estas familias y deja de concebir a los animales, ante la ley, como muebles. Tras este paso, “hoy los jueces de familia tendrán que conocer procesos y debates referentes a animales de compañía. Sin embargo, esta declaración jurisprudencial no tiene el mismo peso de una norma”, explicó el jurista.
¿Hasta dónde se debe llevar esta relación?
Para Natalia, la relación con sus perros es de carácter “divino” y de aprendizaje todos los días. Para Jáder, Simona, a quien describe como aventurera y arriesgada, siempre ha sido “parte de su manada”. Y en general, los animales de compañía son seres sintientes que suelen llenar las casas de alegría y anécdotas.
Sin embargo, Myriam Acero, profesora de Ciencias para la salud animal en la Universidad Nacional, que ha trabajado esta temática durante su carrera, hace un llamado a entender que el término de familia multiespecie también implica reconocer a los animales como diferentes. “Es un paso para reconocer también al animal como animal y no como un hijo más, con comportamientos diferentes y necesidades particulares”.
Así mismo, la experta indica que una relación saludable en una familia multiespecie debe ser equilibrada y de buen trato, donde cada parte de la relación debe sentirse cómoda siendo lo que es.