Entrevista
Las proyecciones de la ‘startup’ de productos para animales de compañía más grande en Colombia
El fundador de Laika, Camilo Sánchez, habló de las proyecciones de su empresa y del daño que podría generar la reforma tributaria en las ‘startups’.
Son tiempos difíciles para el mercado en general. El coletazo de la pandemia del coronavirus y los problemas de desabastecimiento de materias primas son, a grandes rasgos, los principales retos de las compañías en el mundo.
Manuela Sánchez, cofundadora y global CGO (Chief Growth Officer) de Laika, le explicó a SEMANA que aunque los últimos meses han sido difíciles por cuenta del desabastecimiento generado por la crisis sanitaria, la empresa busca cerrar 2022 con ventas superiores a los 140 millones de dólares.
“De un tiempo para acá el mundo ha tenido un importante cambio en relación a lo que venía pasando en los últimos 10 años. Entonces, estamos entendiendo qué pasará en tiempos de incertidumbre”, aseveró Manuela.
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En la misma línea, Camilo Sánchez, CEO de Laika, le dijo a este medio que “las proyecciones para 2023 son más o menos vender 300 millones de dólares. Eso incluye Colombia, México y Chile, que son los tres mercados en los que estamos”.
A su vez, Camilo Sánchez aclaró que para el próximo año no pretenden convertirse en unicornio, es decir, una compañía valorada en más de 1.000 millones de dólares. El CEO de Laika subrayó que hay factores paralelos que intervienen en la posibilidad de ser un unicornio, como la liquidez del mercado.
“Nuestro objetivo principal es crear una gran empresa”, dijo en definitiva el CEO de Laika y añadió que lo de ser identificados como unicornio es más un tema de “egos”.
Cabe destacar que a principios del año que corre, Laika levantó una ronda de inversión por 48 millones de dólares. Sobre esto, Manuela Sánchez manifestó que dicha inyección económica significó un voto de confianza para su proyecto.
“Levantar una ronda de inversión es una validación de que estamos haciendo las cosas bien. Esto indica que tenemos buenos números y somos atractivos para los inversionistas. También permite consolidar la operación y expandirnos. Nos hace mantener el sueño de atender a más familias, a más mascotas en Latinoamérica, y continuar con esta aplicación pet lover que soñamos”, aseveró Manuela Sánchez, quien además resaltó el calibre de los emprendedores colombianos.
La empresaria también dijo que la capacidad de adaptación e innovación fueron determinantes para que esta ‘startup’ se diferenciara de sus competidores en el mercado del ‘retail’ (comercio que se caracteriza por vender al por menor).
“Hace cinco años no existía una herramienta como Laika en Colombia. No era fácil pedir alimentos para mascotas a domicilio. Nos dimos cuenta que la clase media y baja colombiana tenían dos opciones para adquirir estos productos. La primera era ir a las tiendas de barrio donde encontraban pocas opciones de alimentos y a precios muy altos. La otra era la distancia. A las personas les tocaba desplazarse a lugares lejanos en bus o en carro donde compraban bultos de 30 kilos que son sumamente difíciles de transportar. En ese vacío del mercado fue que empezamos a conectar puntos con ideas”, concluyó la global CGO de Laika.
¿Reforma tributaria contra las ‘startups’?
Por otra parte, hace pocos días surgió un debate interesante en relación al proyecto de la reforma tributaria presentado por el Gobierno ante el Congreso. Varios empresarios ven con preocupación el artículo 22 del borrador de la reforma, porque podría frenar la inversión extranjera en los nuevos emprendimientos digitales y, además, ahogar a los startups incipientes.
El nuevo impuesto al patrimonio se fijaría con base en el valor intrínseco. “Se entiende por valor intrínseco el resultado de dividir el patrimonio líquido de la entidad por el número de acciones en circulación”, detalla el borrador de la tributaria.
Miguel Mc Allister, CEO de Merqueo, lo explicó con un ejemplo simple en su cuenta de Twitter: “Miguel (personaje ficticio) tiene una nueva startup (emprendimiento) y necesita 10 mil millones para hacerla realidad. Un inversionista le dice a Miguel que le invierte los 10 mil millones por un 20 % de participación accionaria. Ahora Miguel tiene el 80 % de una startup que tiene en el banco 10 mil millones de pesos para hacer su proyecto realidad. Con la propuesta de la reforma, el valor intrínseco para Miguel es de 8 mil millones de pesos. Miguel tendría que pagar el impuesto al patrimonio (que es del 1%) sobre esos 8 mil millones de pesos”.
Lo complejo del asunto es que ‘Miguel’ debería cubrir ese impuesto personal, pero con dinero de la empresa que, a su vez, pertenece a varios socios.
“Mezclar el patrimonio personal con el patrimonio de las empresas genera incertidumbre. Que una compañía tenga 100 mil millones de pesos en la caja no quiere decir que el ‘founder’ tiene su equivalente. Poner a pagar impuestos sobre algo que no es cierto es, creo yo, algo incorrecto”, concluyó Camilo Sánchez.
Además de esto, dicho impuesto podría generar una migración de emprendedores nacionales porque las empresas buscarían refugio en otras residencias fiscales.