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“A mí, Carlos Holmes no me va a silenciar con amenazas”: Jorge Enrique Robledo
El senador del Polo Democrático habló con SEMANA sobre el debate de moción de censura que, por petición suya, tendrá que enfrentar el ministro de Defensa. Para Robledo, Holmes Trujillo le mintió al país y por esto tendría que salir de su cargo.
SEMANA: La moción de censura es un mecanismo que en Colombia es entendido como un saludo a la bandera. ¿Qué le hace pensar que esta vez prosperará en contra de Carlos Holmes Trujillo?
Jorge Enrique Robledo (J.E.R.): La moción debería prosperar porque los cargos que se formulan son ciertos, son muy graves y hay cómo demostrarlos. Es imposible para mí establecer cuál va a ser el resultado. Pero si el Senado obra con rigor y apego a la ley, hasta los propios amigos políticos del ministro de Defensa deberían votar para sacarlo de su cargo.
SEMANA: Según usted, senador, ¿cuáles son esos cargos ciertos que deberían sacar al ministro de su cargo?
J.E.R.: El ministro engaña, miente y viola la ley. ¿En qué consiste todo esto? El Tribunal Administrativo de Cundinamarca le da una orden al Gobierno para que, en un término de 48 horas, suspenda la aprobación que el presidente Duque había dado para que tropas norteamericanas actuaran en Colombia. En la misma sentencia, ordena que se tramite ante el Senado de la Republica la aprobación para que esas tropas operen en el país. El presidente Duque, inicialmente, cumple la sentencia y unas semanas después el ministro de Defensa sale ante los medios de comunicación a decir que Iván Duque ya dio nuevamente la autorización a las tropas. Porque, según el ministro, ya se había cumplido el trámite ante el Senado. Pero resulta que eso era mentira porque el Senado nunca votó ni aprobó esa autorización. Entonces, tenemos a un ministro que miente sobre un asunto grave y a un presidente de la República que toma una decisión ilegal, que constituye un prevaricato. Hoy esas tropas están operando en Colombia de manera abiertamente ilegal.
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SEMANA: Pero eso que usted dice no es el único problema que debe enfrentar Carlos Holmes. También podrían llegarle mociones de censura por la vía del senador Roy Barreras o por la Cámara de Representantes. ¿Por qué no se unieron para hacer un solo debate?
J.E.R.: En el fondo, todas irían en la misma dirección. Lo que planteó el senador Barreras es un debate de control político que podría terminar en una moción de censura. Él, así como los compañeros de la Cámara, están en todo su derecho de utilizar estos mecanismos de control y vigilancia sobre el Ejecutivo.
SEMANA: Pero además del tema de las tropas, ellos hablan de una posible responsabilidad política del ministro en el regreso de las masacres, en los abusos policiales y en los problemas de orden público en general...
J.E.R.: No conozco el texto del senador Barreras ni el que se presentó en la Cámara. En el caso del debate que nosotros hemos pedido en el Senado aparece un nuevo hecho que se va a tener en cuenta. Me refiero a cómo el ministro engaña y miente en relación con la orden de la Corte Suprema de Justicia de pedirles perdón a los colombianos por lo hechos que se presentaron durante el paro de 2019. Ese solo hecho daría para una moción de censura. Es evidente que Carlos Holmes se burla de la Corte cuando dice que unas palabras que él dijo dos semanas antes de la exigencia, sirven como respuesta al Alto Tribunal. Ese es un engaño manifiesto. Al ministro, además, se le ordenó que se refiriera expresamente al caso del Esmad. Pero en su respuesta no se hace ninguna alusión a ese tema. Entonces ahora hay otras dos causales para la moción de censura que, sin lugar a equívocos, constituyen un delito penal que se llama fraude a resolución judicial.
SEMANA: Volviendo al tema de las tropas norteamericanas, el ministro acudió ampliamente a los medios de comunicación para explicar que ya se había cumplido con todos los requisitos de ley. ¿Eso no fue así?
J.E.R.: El ministro no solo no cumplió con la orden del Tribunal Administrativo, sino que de manera clarísima se dedicó a engañar a los colombianos al respecto. Carlos Holmes Trujillo les mintió a los medios de comunicación. Él cita unas cartas de los partidos amigos del Gobierno que estaban firmadas por unos senadores, como si estas fueran una prueba de que sí se había dado la autorización en el Senado. Todo eso fue un engaño calculado para que los medios titularan que el Gobierno sí había cumplido con la orden. Lidio García, entonces presidente del Senado, le pidió el ministro que rectificara esa información y él se negó a hacerlo. Así mismo, el secretario de la corporación certificó que nunca existió la mencionada aprobación. El tema es bastante claro. El ministro está cogido con las manos en la masa y, a pesar de eso, sigue mintiendo al respecto y ahora me amenaza a mí.
SEMANA: ¿Se refiere al anuncio del ministro de la demanda que se viene en su contra?
J.E.R.: Sobre esa amenaza de demanda hay varios elementos a considerar. También sería un motivo para que el ministro salga del cargo el hecho de que amenace a un senador que está cumpliendo con su deber de control político. Pero, además, cuando me amenaza con demandarme por calumnia, él sabe que está mintiendo. Él sabe muy bien que yo tengo las pruebas de lo que he dicho. Entonces ahí lo que hay es otra razón para afirmar que tenemos a un ministro que no es digno de su cargo. A mí, Carlos Holmes no ve va a silenciar con amenazas. Que venga al debate y ahí le vamos a demostrar que ha engañado, ha mentido y ha violado la Constitución y la ley.
SEMANA: Usted también se queja de que la presidencia del Senado se ha demorado en agendar su debate. ¿A qué obedece esa demora?
J.E.R.: Al momento de esta entrevista estamos en esa discusión. Pero lo cierto es que el presidente Char a mí me ha dicho que el debate se haría el 21 de octubre, cuando la moción la interpusimos el 8 de septiembre. Es decir, quieren programar el debate para 42 días después de haber sido solicitado. Yo creo que esa es una decisión equivocada del presidente Char. Este es un asunto que debería tener prioridad en el Senado. Nosotros seguiremos insistiendo en que el debate se haga antes. Sabemos que el duquismo en el Congreso podrá absolver a Carlos Holmes, como lo hizo con Carrasquilla. Lo que estamos exigiendo es que nos dejen hacer el debate.
SEMANA: ¿Ese debate sería virtual? De ser así, se le complican aún más las cosas, senador...
J.E.R.: La opción de la presencialidad está hoy sumamente remota. Quienes tienen las mayorías no quieren que esto pase y nosotros no tenemos cómo obligarlos. Es cierto que la virtualidad hace más difícil un debate; sin embargo, espero que en esta ocasión los amigos del Gobierno actúen con seriedad. Cuando el ministro miente al decir que el Senado aprobó una cosa que no aprobó, lo que está haciendo es vulnerar la independencia de poderes y la dignidad del Senado. Este solo hecho debería ser suficiente para, por razones puramente políticas, sacarlo de su cargo. No tiene antecedentes que un ministro agreda de esta forma a la Cámara Alta y le atribuya decisiones que esta no tomó.
SEMANA: ¿En su debate, además de los temas ya mencionados, usted también invocará los problemas de orden público como una razón para apartar al ministro de su cargo? Hay quienes dicen que con esa lógica no habría ministro de Defensa que aguante...
J.E.R.: Eso también suma. Es que es un conjunto de circunstancias. La mediocridad del papel del ministro es evidente. Lo que está sucediendo en Colombia es muy grave y ahí, por supuesto, hay una responsabilidad institucional del ministro. Pero este señor no asume responsabilidad por ningún lado. Nadie le está haciendo más daño a la credibilidad de la fuerza pública que el ministro Holmes Trujillo, pues quién puede creer en unas instituciones que tienen como su jefe a alguien indigno para ese cargo.
SEMANA: Para terminar senador, ¿cómo ve el tema de los votos para su debate de moción de censura?
J.E.R.: Si se configura una mayoría automática, que a mi manera de ver sería irresponsable, pues el ministro se va a quedar en su cargo. Pero quiero dejar claro que esto sería una monstruosidad. Que los propios senadores, sean del partido que sean, respalden a quien miente y viola la ley contra la propia función de los legisladores, sería como para apuntarlo en los récord Guinness de los errores de los Congresos del mundo. Sería el colmo que las mayorías del Senado le alcahuetearan las mentiras del ministro contra ellos mismos y la propia separación de los poderes, fundamento de la democracia que establece la Constitución.