Alivio para animales de zoológicos de Cundinamarca afectados por la pandemia

Por cuenta de la pandemia muchos zoológicos y ecoparques se vieron obligados a cerrar sus puertas. La entrada de los visitantes representa uno de sus principales ingresos para la manutención de estos lugares y, por supuesto, la alimentación de sus animales. 

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Sin embargo, tras más de cinco meses de cierre, esta situación se ha vuelto insostenible para muchos de ellos. A raíz de esto, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) suscribió un convenio con la Secretaría de Ambiente de Cundinamarca con el fin de suministrar alimentos a cuatro de estos zoológicos o ecoparques del departamento. 

Estos lugares han funcionado para rescatar, rehabilitar y mantener animales silvestres cuyas condiciones físicas y comportamentales no permiten que sean liberados en su hábitat natural. Por esta razón es clave mantener en excelentes condiciones de salud a cientos de especies.

Esta alianza está en marcha desde julio pero hasta esta semana ambas partes suscribieron formalmente el convenio para llevar alimento a cuatro lugares de Cundinamarca: el zoológico Santacruz en San Antonio de Tequendama; el zoológico de Piscilago, ubicado en Nilo, el Bioparque La Reserva, en Cota y el Bioparque Wakatá, que pertenece al parque Jaime Duque en Tocancipá. 

Este lunes hicieron la primera entrega de 2,2 toneladas de alimento, que beneficiaron a 2.646 ejemplares de fauna silvestre nativa y exótica.

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La idea es que el convenio se mantenga en marcha hasta diciembre y la CAR, además de proveer alimento para estos lugares, también contará con el apoyo de veterinarios, biólogos y zootecnistas que valorarán constantemente a los animales para garantizar su buen estado de salud. 

Con la pandemia, no solo en Cundinamarca sino a lo largo de todo el país, los zoológicos o bioparques han tenido que recurrir a diferentes alternativas para poder solventar la crisis, pues sin ingresos es casi imposible pagar gastos que superan los 100 millones de pesos mensuales. El zoológico de Santacruz, vía a Mesitas del Colegio, por ejemplo, está pidiendo donaciones tanto en dinero como en especie para salvar a sus animales.

Un ejemplo es el bioparque Wakatá, del Jaime Duque, que lanzó el plan ‘Padrinos Wakatá’, a través del cual las personas pueden apadrinar un animal para contribuir a su alimentación y procedimientos médicos. 

En el bioparque Los Ocarros, a tres kilómetros de Villavicencio, en el Meta, crearon una campaña para recaudar fondos con el fin de poder alimentar a 600 animales que allí habitan. Igual que la Fundación Zoológica y Botánica de Barranquilla, que en abril empezó una campaña con el fin de buscar apoyo para mantenerse mientras terminaba el confinamiento. 

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En Cali, por su parte, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) anunció que destinará 400 millones de pesos para la manutención y atención médico de los animales.

Ahora, aunque terminó el aislamiento obligatorio a nivel nacional y varios de estos lugares reabrirán sus puertas, no tendrán el 100 por ciento del aforo al que estaban acostumbrados.

^{* Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y  sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.}