MEDIOAMBIENTE
Con innovaciones tecnológicas buscan cambiar el panorama del cacao en Colombia
Una combinación de aplicaciones, dispositivos inteligentes y análisis de datos podría ayudar a los agricultores a producir más por hectárea, pulir los procesos posteriores a la cosecha y alcanzar precios más justos, al tiempo que se mejoran la transparencia y la trazabilidad.
Apodado “el alimento de los dioses”, este bajo árbol tropical de madera dura alberga expectativas sociales y medioambientales excepcionales en la gran extensión geográfica del país.
Para los principiantes, el cacao puede crecer a muchas de las mismas altitudes que la coca, la planta proscrita de la que se extrae la cocaína. El precio del cacao por libra lo convierte en un sustituto ideal en los puntos más alejados de Colombia donde los costos del transporte hacen que la mayoría de los demás cultivos sean inviables.
A diferencia de la coca, que se cosecha del tallo varias veces al año, el cacao es un árbol perenne que se mantiene fijo al suelo.
Asimismo, el cacao es un cultivo de pequeños agricultores por excelencia, cuyo chocolate más exquisito proviene de sistemas de policultivo meticulosamente gestionados en ambientes tropicales.
Hoy en día, Colombia tiene el ojo puesto en los mercados de calidad suprema que valoran el cuidado y la delicadeza: si bien ocupa el décimo puesto entre los países exportadores de cacao en función del volumen, el 95 % del fruto que exporta se clasifica como de excelente calidad y las variedades recientemente redescubiertas reciben premios internacionales todos los años.
Un potencial sin explotar y recursos clave emergentes
Sin embargo, Colombia aún tiene que capitalizar la mayor parte del potencial del cacao. Durante las últimas décadas, las cosechas por hectárea prácticamente no han crecido. Esto se debe, en gran medida, a que suelen ser los pequeños agricultores quienes cultivan el cacao en las regiones del interior, donde es difícil acceder a educación y servicios del Estado. Muchos productores de cacao generan apenas 200 o 300 kilogramos por hectárea, mientras que su potencial es de 2 a 4 toneladas métricas por hectárea.
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Los expertos estiman que el 60 % de la producción se pierde a causa de plagas y enfermedades ocasionadas por la falta de información a nivel del agricultor, lo cual representa un costo total de unos 1000 millones de dólares anuales. La exportación de Colombia llega a menos de un tercio de la de Ecuador, país vecino cuya extensión territorial es considerablemente más reducida. Sin embargo, allá fuera, en los montes de Colombia, un grupo de empresas tecnológicas tiene la convicción de que puede revertir esas cifras aprovechando los datos satelitales, las aplicaciones de la Internet de las cosas (internet of things, IoT) y las aplicaciones a medida.
Una de ellas es Agricompas, una compañía que brinda asistencia para la toma de decisiones agrícolas y cuya plataforma, EcoProMIS, se desarrolló para supervisar la sostenibilidad y asistir la toma de decisiones de los agricultores colombianos que cultivan palma aceitera y arroz.
“Ahora estamos digitalizando el cacao, creando una plataforma de análisis de datos que genere una base de conocimiento gratuita para los agricultores”, le dijo Roelof Kramer, director ejecutivo de Agricompas, a Mongabay desde la sede de la empresa en Oxford, Reino Unido.
El modelo comercial se basa en la venta de datos anónimos a terceros, como comerciantes y aseguradoras para la predicción y trazabilidad. “Los agricultores cuentan con medios tan limitados que deben invertir el poco fertilizante que tienen en el momento justo. Contar con información significa puede hacer que optimices los medios de los que dispones”, dijo Kramer.
El liderazgo de los pequeños agricultores y el futuro del cacao
El estudio de campo realizado por Agricompas, en colaboración con la Federación Nacional de Cacaoteros de Colombia (Fedecacao) y financiada por el Prosperity Fund del Reino Unido, indica que las mujeres desempeñen un papel especial en el futuro del cacao en Colombia.
Por un lado, en una muestra inicial de 48 cacaoteros de dos regiones distintas, se encontró que las mujeres tienen mejor acceso a teléfonos inteligentes que los hombres.
Asimismo, las mujeres están más involucradas en las etapas de cosecha, poscosecha y comercialización, que es donde se determina aproximadamente el 70% del valor del cacao. EcoProMIS seguirá recopilando datos clasificados por género para representar los cambios respecto a la posición de la mujer en el sector del cacao a medida que la tecnología y la calidad adquieran relevancia. “En Agricompas, buscamos aumentar la participación y la visibilidad de la mujer en la cadena de valor del cacao”, escribió Deborah Foy, consultora de Agricompas, en el blog de la empresa.
También hay otras estrategias en juego.
“Estamos trabajando para encaminar al cacao en una trayectoria similar a la del café”, afirmó Mark Jarman, quien dirige un proyecto piloto que, hasta la fecha, ha alcanzado a 350 cacaoteros. El café, otro cultivo de pequeños agricultores que puede crecer en las colinas, es el principal producto de exportación de Colombia después de los combustibles fósiles, y la UNESCO ha designado el paisaje cultural que ha florecido a su alrededor como Patrimonio Mundial.
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Jarman es el jefe de agricultura de Satellite Applications Catapult, uno de los centros de innovación financiados por el gobierno británico. Junto a High Value Manufacturing Catapult, lidera COLCO, que es tanto una alianza de empresas independientes de Colombia y del Reino Unido como una plataforma digital en la cual esos colaboradores desarrollan aplicaciones para optimizar la totalidad de la cadena de suministro de cacao de Colombia, desde la semilla hasta la venta.
“Todos ganan valor”, le dijo Jarman a Mongabay. “Pero en realidad, todos estamos trabajando en pos de una meta y una visión en común, que es fundamentalmente el pequeño agricultor. Así es como apoyamos la transformación del sector”.
Tendencias
Protección medioambiental basada en la tecnología
La protección medioambiental es otro de los objetivos de COLCO: si se puede producir más cacao por hectárea, los ingresos de los agricultores se pueden aumentar sin tener que talar bosques para conseguir más tierras de cultivo.
De hecho, en 2018 Colombia firmó el acuerdo Iniciativa Cacao, Bosques y Paz que la comprometió con la desforestación cero en la cadena de suministro del cacao. Si el país cumple con la promesa, necesitará hallar una manera en la que pequeños agricultores ganen más dinero con las tierras que ya tienen.
Uno de los miembros de COLCO es Plantwise, un operador de clínicas vegetales —que se interesa en que los agricultores pierdan menos de su cosecha debido a plagas y enfermedades— ha trabajado con más de 40 millones de pequeños productores en todo el mundo. Plantwise usa la metodología «capacitar a los capacitadores» a través de la cual los agricultores se convierten en fitopatólogos acreditados y en un recurso para sus pares. El programa cuenta con el respaldo de una aplicación a través de la cual los agricultores acceden a información sobre la salud vegetal y publican imágenes de sus árboles de cacao para obtener asesoramiento.
WeatherSafe es otro integrante de la familia COLCO que combina imágenes satelitales procesadas, información meteorológica y datos del establecimiento agrícola para proporcionar, a través de mensajes de texto, actualizaciones sobre riesgos para que los agricultores puedan tomar medidas a tiempo.
“En este momento obtienen asesoramiento cada dos semanas”, afirmó Jarman. Su intención es que esto pueda llegar a hacerse todos los días, «así estarás aumentando exponencialmente su capacidad de tomar mejores decisiones”, agregó.
El ecosistema tecnológico de COLCO también incluye una columna inteligente impresa en 3D equipada con sensores que se inserta en las cajas en las cuales se somete al cacao a un proceso de fermentación de una semana, en su camino a convertirse en chocolate.
La fermentación del cacao se produce ya sea en los establecimientos agrícolas o en las cooperativas de cultivo cercanas, lejos de los centros urbanos. El proceso requiere un grado casi místico de sensibilidad, que se puede estropear con facilidad; sin embargo, este manejo poscosecha es lo que determina la mayor parte del perfil de sabor de la barra de chocolate final. Es también lo que distingue al cacao colombiano del de los mayores exportadores de África.
También está la torre inteligente de COLCO, diseñada por The MTC y fabricada por la empresa colombiana Dextera. Esta controla los niveles de pH, la temperatura y la humedad, lo que les permite a los agricultores optimizar las condiciones durante la fermentación.
COLCO también está desarrollando una aplicación para el momento en que el cacao cambia de dueño. Mediante la visión por computadora, la aplicación medirá objetivamente la calidad en función del color, el tamaño y la variación entre los granos de cacao. Esta innovación equilibrará la información entre agricultores y comerciantes, al tiempo que creará las bases para una trazabilidad total.
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Con la financiación inicial de un subsidio del Newton Fund del Reino Unido de £1 millón (1.3 millones de dólares) en 2018, COLCO sobtuvo una prórroga para seguir operando y compensar las demoras causadas por la pandemia de COVID-19. Los fondos parecen modestos frente a la ambición del proyecto; sin embargo, la estrategia de Catapult de producir innovación conjuntamente, en vez de competir, le ha permitido construir una prueba de concepto que podría revolucionar la forma en que el cacao se cultiva, se procesa y se comercializa en Colombia. “La sostenibilidad ocurre en sistemas, no en aislamiento”, afirmó Jarman.
Este artículo fue tomado de: https://es.mongabay.com/2021/02/las-innovaciones-tecnologicas-buscan-cambiar-el-panorama-del-cacao-en-colombia/