BIODIVERSIDAD
Conozca la palma nativa de Providencia que resistió al huracán Iota
Investigadores registraron la planta Acoelorraphe wrightii en un bosque ubicado en el punto más alto de la isla, llamado The Peak. La mayoría de árboles que se vieron impactados por el huracán Iota presentan rebrotes, un hallazgo esperanzador para la vegetación de Providencia.
En los ecosistemas terrestres de Providencia hay registros de por lo menos 178 especies de plantas, de las cuales dos son de distribución restringida para las islas del Caribe, de acuerdo con información de la línea base de información de biodiversidad que elabora el Instituto Humboldt, una de las herramientas para las estrategias de recuperación de la isla.
La vegetación de Providencia, en especial la del bosque seco tropical y el manglar, fue la más azotada por los fuertes vientos del huracán Iota, pues según los análisis de la misma entidad, estos se impactaron en un 90%.
La palma Acoelorraphe wrightii, una de las dos especies de plantas del archipiélago con distribución restringida en las islas del Caribe, parecía extinta luego de los embates de Iota. En los primeros días de la expedición Cangrejo Negro, el grupo de flora de los Institutos Humboldt y Sinchi no logró encontrala en las zonas expedionadas.
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En un bosque ubicado en el punto más alto de la isla, llamado The Peak, 12 investigadores del Sistema Nacional Ambiental y la Universidad Distrital encontraron un relicto la palma Acoelorraphe wrightii, un hallazgo que demuestra el alto grado de resiliencia de la especie; sin embargo, en esta zona el resto de los árboles sí cayeron por los vientos del huracán.
En un bosque ubicado en el punto más alto de la isla, llamado The Peak, fue registrada la palma Acoelorraphe wrightii. Foto: Instituto Humboldt.
“Estamos haciendo inventarios florísticos cada 600 metros en la isla para ver cómo quedó la estructura de los bosques después del huracán. En The Peak encontramos la especie Acoelorraphe wrightii, una palma de distribución restringida en el Caribe. Es muy interesante ver que todas sus poblaciones están en pie después de un huracán 6.0”, dijo Roy González, investigador del programa de ciencias básicas de la biodiversidad del Instituto Humboldt.
En la expedición Cangrejo Negro, los investigadores han realizado más de 48 puntos de muestreo de flora, lo que les permite abarcar toda la isla. El ideal es evaluar estos sitios, de manera estandarizada, para establecer cómo quedó la flora luego del huracán.
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En diciembre, cuando el Instituto Humboldt inspeccionó por primera vez la isla luego de Iota, la vegetación estaba totalmente afectada. “Las ramas de los árboles no tenían una sola hoja. Dos meses después hemos registrado el rebrote de varias especies de plantas. Estamos viendo cuáles fueron las más afectadas, resilientes y resistentes”, mencionó González.
En los diferentes recorridos por la isla, los investigadores evidenciaron que de 10 árboles analizados nueve estaban fracturados. “Sin embargo, ocho de esos árboles cuentan con rebrotes. El huracán los afectó bastante, pero hoy en día están surgiendo de entre las cenizas”, evidenció el equipo de ambas entidades.
El bosque seco y el manglar de Providencia están entre los ecosistemas más afectados por el paso del huracán Iota. Foto: Ruby Marcela Pérez/Instituto Humboldt.
En la zona de Manzanillo quedó intacto un relicto de bosque seco con muchas especies nativas y representativas. “Es un sitio donde se puede hacer el rescate de plántulas para llevar al vivero. En ese bosque intacto encontramos tres especies muy importantes para rescatar”.
Los científicos de los Institutos Humboldt y Sinchi evidenciaron que esos bosques conservados pueden ser la despensa genética de la isla. “Son una muestra de cómo estaba el bosque antes del huracán. Serán un tipo de banco genético para la recuperación y restauración”.
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Las expediciones muestran que las zonas con mayor grado de afectación en la cobertura vegetal fueron las de más pendiente. “El huracán devastó casi todo el bosque seco de la microcuenca Fresh Water; solo quedaron en pie la mayoría de las ceibas”.
Sin embargo, un hallazgo que les preocupa a los investigadores es la alta presencia de especies con potencial invasor. “Las invasiones biológicas por diferentes especies que han sido introducidas en la isla se están acelerando. Esperamos dar un diagnóstico completo de lo que sucedió en la isla e intentar trazar unas líneas para establecer cómo acelerar la recuperación biológica del sistema que fue degradado por el huracán”, precisó González.