Siguen apareciendo zorros en Bogotá y la sabana durante el confinamiento humano

Mide cerca de 70 centímetros y pesa nueve kilos cuando es adulto. Tiene un pelaje gris y castaño y es monógamo y territorial. Es nativo de las zonas boscosas de algunos países de Sudamérica y muchas veces es visto en zonas ya urbanizadas donde antes se imponía el verde de los bosques.

Se trata del zorro cangrejero (Cerdocyon thous), aunque también lo llaman zorro perruno, zorro perro o perro de monte. Es un asiduo habitante de las zonas aledañas a los cerros orientales tutelares, en localidades como Usaquén y Chapinero. También vive en varios municipios de la sabana cundiboyacense.

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Desde mediados de marzo, cuando la pandemia del coronavirus obligó a la ciudadanía a confinarse en las viviendas, este zorro que da entre tres y cinco crías por camada ha aparecido en varios sitios de la capital y Cundinamarca, imágenes que han sido captadas por la población desde el interior de sus hogares.

_{Primer zorro grabado durante la cuarentena en Bogotá, en un conjunto residencial del barrio Santa Ana. Fotos: video de Martín Peñalosa.}

El primer reporte lo hizo Martín Peñalosa el 20 de marzo en el barrio Santa Ana, en la localidad de Usaquén. En sus redes sociales subió un video de un zorro merodeando por el jardín de un conjunto residencial, imágen que se volvió viral al poco tiempo.

Desde esa fecha, otros dos zorros se han dejado ver durante los días de cuarentena. El primero fue un mamífero captado durante la noche en la calle 140 con carrera 5, mientras contemplaba el paisaje de un jardín con un pequeño campo de golf.

_{Zorro fotografiado en la calle 140 con carrera 5. Foto: Andrea Nieto.}

El reporte lo hizo Andrea Nieto en su cuenta de Instagram, la cual fue compartida por AnimaFauna (@anima_fauna), cuenta dedicada a difundir la actividad natural durante el aislamiento por coronavirus. 

Hoy, en horas de la mañana, Jorge Zuluaga publicó en Twitter varias imágenes de dos zorros cangrejero en un jardín. “Los ví en el jardín de mi casa en los cerros orientales de Chía. Los hemos visto desde hace varios años por la zona, pero es la primera vez que llegan a este jardín”, citó el ciudadano en su cuenta de Twitter.

_{Jorge Zuluaga ha grabado dos zorros en el jardín de su casa en Chía.}

Zona de zorros

Desde 2016, la Fundación Humedales Bogotá, organización de jóvenes ambientalistas dedicados a defender estos ecosistemas, ha reportado ocho zorros perros en el área urbana de Bogotá. El primero fue en la reserva Mano de Oso del Gimnasio Femenino y el segundo un año después en las faldas de los cerros de Usaquén.

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En 2019, la fundación conoció la imagen de un zorro en la carrera 2 con calle 116 y otro reporte en el Club La Aguadora. “En la plataforma NaturaLista encontramos tres observaciones más, una en 2017 y dos en 2018, en sitios como el parqueadero del Gimnasio Femenino y la calle 127, cerca a los cerros orientales”, dijo Jorge Escobar, director de Humedales Bogotá.

El caso más reciente que conoció Escobar fue el zorro grabado al comienzo de la cuarentena en Santa Ana. Es decir que, a la fecha en Bogotá y parte de la sabana, van 11 zorros cangrejeros reportados en los últimos seis años.

_{Las zonas cercanas a los cerros orientales en Chía cuentan con una alta presencia de este zorro. Foto: Jorge Zuluaga.}

“Durante la cuarentena obligatoria, lo más probable es que otros zorros bajen de los cerros orientales ante la ausencia de las personas y la baja en el ruido capitalino. Hay que dejarlos tranquilos, no alimentarlos, no acercarse mucho a ellos y alejar a las mascotas. Ellos son huidizos e inofensivos y no representan ningún riesgo”, dice Escobar.

Aunque en estos días de confinamiento aparecen con mayor frecuencia, Escobar aclara que siempre han estado por estas zonas, que son parte de su hogar original: los cerros orientales.

“No es necesario tomar ninguna acción y mucho menos tratar de contenerlos en el caso de observarlos. Lo que sí debería hacerse son campañas para reducir la velocidad de los carros y evitar atropellarloss, además de un manejo de las mascotas”.