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Creyeron que era una bruja: amputan ala de un Águila que recibió un disparo, sobrevivió más de 15 días. Esta es la historia
El caso se registró en la región de la Amazonia. El ave está en vía de extinción.
Las aves exóticas, en zonas rurales suele ser confundidas con brujas, por los que los campesinos de la región las atacan con frecuencia. Los pobladores suelen pensar que son seres humanos disfrazados de lechuza. Una apariencia que toman las brujas, según sus creencias. Esto sucede por el particular plumaje en la cabeza que confunden con antifaces.
Estos pájaros son los más grandes en su especie pueden llegar a medir más de un metro y pesar en promedio 20 libras. Cuando se extienden sus alas alcanzan una extensión de dos metros. Son pocos países en los que se encuentra, Panamá, uno de ellos, seguido Brasil, Argentina y Colombia. Tienen una mirada penetrante que intimida a los transeúntes, pero son inofensivas.
La escena con la que se encontraron los animalistas de Caquetá fue desgarradora. La hembra de Águila Harpía estaba adolorida tratando de protegerse de su entorno, el disparo de una escopeta que impactó en su ala izquierda la dejó inmóvil.
El atentado contra el ave que está en vía de extinción se registró entre los municipios de Solano y Solita, ubicado en el departamento de Caquetá. Según los ambientalistas que la atendieron la herida llevaba dos semanas, y solo cuando una funcionaria de la alcaldía que pasaba por el lugar dio aviso de la situación, trasladaron al Águila al hogar de paso de Fauna Silvestre de la Amazonia.
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El equipo médico-veterinario en cabeza de la doctora Norma Constanza Galindo desplazó hasta el punto exacto donde se encontraba el animal. Debido a que estaba en un terreno retirado, en Solita, pidieron apoyo del Ejército Nacional, fue precisamente en un vehículo del batallón Juanambú que se transportaron.
Pasaron casi ocho horas desde el aviso, para que el águila llegara a un centro de salud. Cuando los especialistas revisaron la herida se dieron cuenta de que la herida estaba más grave de lo que parecía. Tenía múltiples fracturas. Una de ellas en el cubito y el radio.
Por el tiempo que pasó expuesta la herida a la intemperie el músculo recibió una fuerte infección que había hecho que la carne de carcomiera y los huesos quedaran expuestos. Si los veterinarios no cortaban el ala lo más pronto posible, el desenlace de ave sería fatal, por lo que con el dolor que representaba quitarle el ala al ave, fue la mejor opción que encontró el quipo de expertos.
A la Juanambú le amputaron su ala izquierda. Lleva una semana en recuperación y ha respondido bien al tratamiento. Los miembros del hogar de paso están cubriendo los gastos de atención del ave que se alimenta al día con más de un kilo de carne y pollo.
El águila no se puede quedar en ese lugar al que ya se está adaptando, pues lo recomendable es que esté en un bio - parque. Así que tan pronto se recupere viajará cientos de kilómetros, hasta llegar a Cota, Cundinamarca. Donde ya encontraron un cupo para que viva al aire libre, pero con cuidados especiales.
En el que será su futuro hogar hay varias aves como ella a la que le priorizan sus cuidados. Pues regresarla a su habitad sería arriesgado. Los especialistas no descartan si la hembra de aproximadamente 10 años de edad, considerada una edad pre -adulta, estaba cuidando polluelos a la hora de ser atacada.