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En Malambo, una protesta de aseadores dejó a 800 jóvenes sin poder entrar a clases
Todo indica que hay una confusión entre la Secretaría de Hacienda y una empresa temporal, prestadora de servicios de aseo.
En el corregimiento de Caracolí de Malambo, municipio del departamento del Atlántico, durante la mañana de este lunes, un colectivo conformado por aseadores y conserjes de la institución educativa Juan Domínguez Romero no hicieron posible que centenares de estudiantes pudieran ingresar a tomar sus clases.
Más de 800 estudiantes del sector se vieron afectados por causa de una protesta a cargo de un grupo de aseadores, quienes hicieron un plantón masivo con el objetivo de reclamar sus sueldos, pues, según lo que se manifiesta, desde octubre del año pasado no han recibido ningún tipo de remuneración por el trabajo que han venido llevando a cabo en las instalaciones del colegio.
Con la ayuda de sillas y carteles que consignan varios mensajes, el colectivo protesta por sus derechos relacionados con el salario justo y garantizado. Para José Frey, uno de los manifestantes, la mayoría de los afectados han tenido que verse obligados a tomar la decisión de no trabajar más hasta encontrar una solución viable, puesto que muchos de ellos son de bajos ingresos.
Debido a la vulnerabilidad de varios trabajadores, algunos se encuentran entre la vida y la muerte por recibir amenazas de parte de prestamistas, cuenta el protestante.
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“Somos personas humildes. Nos van a echar de la casa. Los gota a gota nos tienen amenazados de muerte. Por eso hemos decidido tomarnos el colegio y no vamos a dejar entrar ni a los estudiantes ni profesores. Exigimos la presencia del alcalde y de la secretaría de Educación y de la empresa para que cuadren lo que nos deben”, aludió el trabajador del colegio Juan Domínguez Romero, a la emisora Blu Radio.
Respecto a la situación, se da a conocer que no han habido avisos en cuanto al pago de sus salarios y, a su vez, no existe claridad alguna en relación con los desembolsos a la Unión Temporal Servicios Ideales, organización directa del contrato para cada trabajador.
De igual manera, denuncian que se hizo una convocatoria para entablar una conversación con la Secretaría de Hacienda, pero el organismo les manifestó que sus pagos estaban completos, en otras palabras, no había ninguna deuda y la nómina estaba al día.
No obstante, la empresa temporal, prestadora de servicios de aseo, contradice lo expuesto por la Secretaría de Hacienda y sostiene que dichos pagos aún no se han efectuado, por lo que desde octubre el colectivo de aseadores y conserjes no han recibido su sueldo y, para el día de hoy, ya no saben qué hacer sin dinero en sus bolsillos.
“La empresa nunca nos paga porque dicen que la Alcaldía no les paga a ellos, pero cómo van a licitar con una empresa que no tienen solvencia. Esa es la duda que tenemos”, argumenta José Frey.
Debido al plantón, los estudiantes de la institución educativa de Malambo no pudieron tomar sus respectivas clases y tutorías, el rector del colegio les solicitó regresar a sus hogares y espera que antes del martes haya una solución oportuna que beneficie a toda la comunidad.
Es importante señalar que el salario es clave para el bienestar de las personas, pero también para la economía. En Colombia se tiene establecido el llamado salario mínimo integral, el cual contiene una cifra que muchos ven enorme, pero que luego, cuando empiezan a hacer los pagos prestacionales que deben asumir los que cuentan con un sueldo que, como su nombre lo indica, lo integra todo, empiezan a dudar de las ventajas.
En la actual vigencia, el salario mínimo integral es equivalente a 13′000.000 pesos, es decir, diez salarios mínimos legales, según establece la ley, y 30 % del factor prestacional.
Allí está contenido todo concepto remuneratorio y prestacional, excepto las vacaciones, pago al que tiene derecho el ciudadano, como cualquier otro trabajador.