EMPRENDIMIENTO
Hermanos opitas crearon estufa amigable con el ambiente que produce energía
La estufa cuenta con un dispositivo que se carga a través del calor que genera y permite que funcionen un televisor de 14 pulgadas, varios bombillos y tiene una autonomía de seis a ocho horas para iluminar.
A medida que el cambio climático sigue causando estragos no solo en Colombia sino en todo el mundo, asímismo aparecen nuevas iniciativas para hacerle frente. Una de ellas es la de unos opitas quienes se arriesgaron a crear un producto amigable con el medio ambiente.
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Se trata de la estufa Ergonatura, de la empresa huilense Metalcof Service S.A.S. Un emprendimiento que surgió gracias a los recursos del Fondo Emprender del SENA, a través del cual los hermanos Nelson y Alexander Rojas pudieron darle vida a su iniciativa ecológica.
Los hermanos Rojas en medio de su viaje para entregar un pedido de estufas a una vereda en el Amazonas. Foto: Cortesía
“Yo había tenido experiencia de trabajar en el sector metalúrgico, sin embargo, no tenía estudios. Así que en el año 2012 me acerqué al SENA donde habían abierto unos cupos para población desplazada y también podíamos presentar proyectos del fondo Emprender”, cuenta Nelson.
Construir empresa no fue fácil. Duraron tres años gestionando su emprendimiento, presentarse a varias convocatorias y a punta de ensayo y error finalmente la convirtieron en un negocio viable en noviembre de 2013.
Lo primero era cumplir con los indicadores mínimos requeridos por el SENA, así que empezaron poco a poco. Inicialmente se dedicaban a fabricar cajas de contadores eléctricos y gas, el plan de negocios con el que les habían aprobado los recursos.
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Sin embargo, más adelante optaron por incursionar en otros mercados y productos para aprovechar de la mejor manera los equipos con los que contaban en su fábrica. De esta forma empezaron en 2015 con la fabricación de estufas gracias a un cliente que los contactó por redes sociales para que la fabricaran.
“Inmediatamente aceptamos. Dijimos que no habíamos hecho ni la primera pero que si era un producto metálico lo podíamos hacer. Gracias a esta oportunidad de negocio vimos un mercado potencial y comenzamos a indagar e investigar sobre el tema: quiénes las fabricaban, cómo las hacían, qué era lo bueno y lo malo de los proveedores que las estaban fabricando actualmente y qué historias había en Colombia con referencia al tema”, explicó Nelson.
Su estufa, además de ayudar al medio ambiente, mejora la vida de quienes la adquieren y le dan empleo a quienes han sido víctimas de la violencia. Foto: Cortesía
Ahí empezó la tarea de estos huilenses quienes sin saber mucho sobre el tema, decidieron medírsele al reto de innovar. Tanto así que buscaron aliados para seguir perfeccionando su producto y encontraron apoyo en la Cámara de Comercio de Neiva.
“Como empresa entendimos que necesitábamos generar procesos de innovación para poder sostenernos, mantenernos y marcar una diferencia con nuestra competencia en el mercado. El tema de la innovación nos pone en otro lugar y nos permite sacar ventajas competitivas, porque necesitábamos desarrollar un producto y darle cuerpo”, agrega Alexander Rojas, Gerente Comercial de Metalcof.
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En la Cámara de Comercio del Huila les dieron asesorías en innovación y desarrollo tecnológico, además de acompañamientos jurídicos para patentar su producto en 2017. Esto lo lograron gracias a una investigación de mercado y análisis de la tecnología existente en otros lugares como Europa y Estados Unidos.
Luego de cumplir con cinco requisitos de la Superintendencia de Industria y Comercio, el 21 de febrero de 2020 les notificaron que les habían concedido la patente, la novena para el Huila.
“Estamos muy satisfechos de ver cómo en el departamento del Huila evoluciona la innovación y creatividad en el tema de patentes. Del año 2016 al 2020 la SIC ha aprobado nueve patentes. Cuatro con el apoyo de la Universidad Surcolombiana y cinco apoyadas por la Cámara de Comercio de Neiva”, dice Ariel Rincón Machado, Presidente Cámara de Comercio de Neiva.
Energía a través del calor
Luego de materializar su idea y completar el papeleo pertinente, los hermanos Rojas cumplieron su sueño con creces: crear una estufa ecoeficiente que no solo sirviera para cocinar, sino que además produjera energía. Eso los llevó a ingeniar un dispositivo que se carga a través del calor que genera la estufa.
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Luego de una travesía de dos días, el equipo de Metalcof llegó a una vereda en la manigua amazónica en donde entregaron un pedido de estufas a los habitantes. Foto: Cortesía
“El primer dispositivo que creamos alumbraba cuatro bombillos. Fuimos mejorando y ya luego cargaba un celular, seguimos con un dispositivo mucho más grande que generaba energía para 10 bombillos y en las horas que la estufa no estaba prendida, generaba energía alrededor de dos horas con los 10 bombillos trabajando. Si las personas economizan un poquito más, tendríamos un poco más de tiempo en producción y fuera de eso, cargar su dispositivo móvil”, explicó Hermes Losada, desarrollador tecnológico.
Actualmente, la empresa ya está dando grandes pasos y están fabricando una versión mejorada de la Ergonatura. Esta generará energía para que funcione un televisor de 14 pulgadas, bombillos y tendrá una autonomía de seis a ocho horas para iluminar.
Su esfuerzo ha valido la pena y este emprendimiento ha dado frutos. A la fecha han entregado más de 7.000 unidades de estufas a nivel nacional, con lo que han logrado reducir el riesgo de contaminación por inhalación de humo, especialmente en mujeres y niños, disminuir la presión sobre los bosques pues hay un menor consumo de leña del 70 por ciento frente a hornillas tradicionales y a su vez hay una disminución del 90 por ciento de en las emisiones de CO2 en el ambiente.
La Ergonatura no solo sirve para cocinar sino para generar energía. Foto: Cortesía
Con su Ergonatura, los hermanos Nelson y Alexander no solo ayudan al medio ambiente sino que también generan empleo en la región, especialmente a quienes han vivido en carne propia la violencia, como ellos, que vivieron de cerca el fenómeno del desplazamiento. Por esta razón han optado por contratar técnicos y tecnólogos del SENA que hayan sido víctimas, además de recibir personas que hacen parte de la población reinsertada a la vida civil.