Las poderosas citas bíblicas para encomendar sus problemas a Dios

En la cultura de la religión, Dios es el creador de todas las cosas. A partir de ello, a este ser supremo se le adjuntan las facultades de bendecir a la humanidad, es decir, protege en cualquier momento sin importar las circunstancias.

Teniendo en cuenta las consideraciones del escenario digital Catholic.net, con Dios se puede hablar de todo y con todas las personas. Los creyentes sostienen el argumento de que hay que seguir la voluntad del creador del cielo y de la tierra, siempre actuando con amor y bondad.

De igual forma, el lenguaje con el que se le habla a Dios es la muestra del respeto y el cariño que se le tiene. Además, se comparte que no hay que sentir ningún miedo de manifestarse ante el Todopoderoso, pues él escucha, incluso, si se trata de confesiones que no generan orgullo.

Entonces, es usual que las personas tengan problemas, algunos más angustiantes que otros. Quienes deseen pueden encomendar estas situaciones poco positivas para que queden en las manos de Dios, así, conforme pasa el tiempo, se reciben los mensajes y las señales que posiblemente alguien estaba necesitando.

Hablar de los problemas a Dios

Usualmente, existen varios métodos para hablar y encomendar los problemas que se tienen a Dios. Uno de ellos es a través de la oración, en donde entran también las citas bíblicas.

Como su nombre lo indica, estas citas aparecen en la Biblia y son mensajes de las enseñanzas de Jesús y otras experiencias para tener viva la palabra de Dios. En efecto, una buena cantidad de creyentes las leen no solo para ratificar el poder del creador, sino que también para alabarlo y pedir fervientemente ayuda en momentos llenos de problemas.

Así las cosas, en el blog Píldoras de fe hace públicas una lista de citas bíblicas que no deberían pasarse de manera desapercibida, pues, al parecer, con ellas no solo se le encomiendan los problemas a Dios, también permite descansar un poco.

A continuación, la lista de las poderosas citas bíblicas:

• “Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos, tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma, la gente y los problemas nos persiguen, contrariedades nos hacen caer, pero no nos destruyen”. (2 Corintios 4,8-9).
• “Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida; contra el furor de mis enemigos, extenderás la mano y tu mano derecha me pondrá a salvo”. (Salmo 138,7).
• “Me alegro y me regocijo de en tu amor, porque tú has visto mi aflicción y conoces las angustias de mi alma”. (Salmo 31,7).
• “Sabemos que Dios va poniendo todo para el bien de los que le aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan”. (Romanos 8,28).

• “No se inquieten por el día de mañana; mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le bastan tus propias preocupaciones”. (Mateo 6,34).
• “Bendito sea Dios el Padre nuestro señor Jesucristo, Padre de la misericordia y Dios de todo consuelo que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios”. (2 Corintios 1,3-4).
• “No se angustien por nada y en cualquier circunstancia recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces, la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones de ustedes en Cristo Jesús”. (Filipenses 4,6-7).