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“No existen riesgos pequeños con el uso de la pólvora”, llamado de la Defensoría a los colombianos
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Salud, en los primeros cinco días de diciembre han resultado quemadas 42 personas en todo el país.
La Defensoría del Pueblo alertó este martes sobre los riesgos del uso de pólvora durante las festividades de Navidad y fin de año, por lo que hizo un llamado de responsabilidad, especialmente por la afectación a los menores de edad.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Salud, en los primeros cinco días de diciembre han resultado quemadas 42 personas en todo el país.
El organismo señaló que 13 de los afectados se registraron en Antioquia; 4 en Valle del Cauca; 3 en Quindío y Tolima; 2 en Cauca, Córdoba, Risaralda y Santander, y 1 en Boyacá, Bolívar, Cali, Cartagena, Casanare, Cesar, Cundinamarca, La Guajira, Magdalena, Meta y Santa Marta, respectivamente.
Durante las festividades de 2021-2022, el INS informó que 1.174 ciudadanos resultaron afectados por lesiones por pólvora pirotécnica, intoxicaciones por fósforo blanco y, además, por consumo de licor adulterado con metanol, es decir, se dio un incremento del 61,7 % con respecto a los hechos reportados para el 2020-2021.
Igualmente, se informó que los artefactos explosivos más peligrosos y causantes de lesiones son los totes (27,9 %); los voladores (25,8 %); los cohetes (9,7 %); los volcanes (6,0 %); las luces de bengala (3,1 %) y los juegos pirotécnicos (2,9 %).
Ante esta situación, la Defensoría advirtió que “con la pólvora no existen riesgos pequeños, incluso los llamados totes, los que parecen más inofensivos, son los que dejan la mayor cantidad de lesiones en los colombianos”, tras recordar que en las festividades del año pasado fueron los artefactos explosivos que causaron el 28 % de las quemaduras y lesiones.
Recordó que el uso de la pólvora y de artículos pirotécnicos debe hacerse únicamente por expertos y señaló que “resulta muy preocupante que a pesar de que las lesiones con estos artefactos se pueden prevenir a través de la implementación de políticas y acciones institucionales, persiste su uso no regulado en el marco de fiestas y celebraciones”
“Durante las festividades de fin de año, tenemos una responsabilidad compartida entre las diferentes entidades del Estado, la sociedad y las familias para dejar el manejo de la pólvora solo para profesionales y nunca en manos de niños, niñas y adolescentes”, aseguró el titular de ese despacho, Carlos Camargo.
Indicó que estas medidas se deben adoptar con urgencia, porque con el aislamiento por la pandemia covid-19 en los últimos dos años se limitaron las actividades festivas, pero en la actualidad puede haber un incremento por las celebraciones sin restricciones.
“No queremos festividades con familiares o amigos lesionados y mucho menos quemaduras en los niños, por quienes debemos velar por su seguridad con especial cautela”, dijo.
Añadió, sin embargo, que “hemos visto cómo son los niños, niñas y adolescentes quienes más sufren por las heridas que deja la pólvora: los casos pasaron de 249 heridos a 364 en el año anterior”.
Así mismo explico que “estas no son solo cifras, son historias tristes que quedan marcadas en la piel de los niños para toda la vida y no lo podemos permitir”.
“Por eso instamos a los padres, madres y cuidadores a no permitir la manipulación de artículos pirotécnicos y artefactos explosivos que puedan causar alguna lesión que atente contra la salud o la integridad física y emocional de los niños”, enfatizó.
Igualmente, señaló que institucionalmente “nos unimos a los esfuerzos que hacen otras entidades para evitar más quemaduras con pólvora, como que las entidades territoriales (alcaldía y gobernaciones) adopten medidas eficaces tendientes a disminuir y evitar el riesgo que corren los niños, niñas y adolescentes”.
“Resaltamos que el bienestar e integridad de los niños y las niñas en Colombia debe ser una consideración primordial. El Estado, las familias y la sociedad, entre todos, debemos realizar acciones para prevenir las lesiones y muertes por uso y manipulación de pólvora. La pólvora no es un juego y pone en riesgo su vida y su futuro”, concluyó Camargo.