GRUPO RÍO BOGOTÁ
Piden declarar al río Bogotá como sujeto de derechos
Las organizaciones ambientales y sociales de la Red Nacional del Agua de Colombia, hicieron un llamado para otorgarle de manera definitiva la garantía del derecho fundamental al agua al río Bogotá, sus ecosistemas y comunidades.
Desde 2014, más de 500 líderes y organizaciones ambiental del país decidieron unieron sus voces para conformar la Red Nacional del Agua de Colombia, una sombrilla comunitaria que pretende blindar a los recursos naturales, en especial a los ríos, humedales, lagos y lagunas, de los impactos derivados por el hombre.
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Hoy, varios de sus representantes decidieron crear una petición para declarar como sujeto de derechos al río Bogotá, una medida que pretende otorgarle de manera definitiva al cuerpo de agua, sus ecosistemas y comunidades la garantía del derecho fundamental al agua, en términos de disponibilidad, accesibilidad y calidad.
El río Bogotá nace envuelto en la magia biodiversa del páramo de Guacheneque en Villapinzón. Foto: Jhon Barros.
“Tomamos como precedentes jurídicos los avances realizados en materia de protección social y ambiental a través de las sentencias de protección reconocidas por la Corte Constitucional a los ríos Atrato, Magdalena, Cauca, Quindío, Combeima, Cocora y Coello”, cita la petición lanzada hoy en conmemoración del Día del río Bogotá.
Las organizaciones sociales y ambientales lanzaron un llamado de urgencia para que las diferentes entidades del país inicien un proceso de protección integral del río Bogotá, mensaje directo para la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, Secretaría de Ambiente, Ministerio de Ambiente, Procuraduría General de la Nación, Personería de Bogotá, Defensoría del Pueblo, Contraloría de la República, Corte Constitucional, Alcaldía de Bogotá y Gobierno nacional.
Vertimientos, basuras, grasas y arenas agobian al río Bogotá en su cuenca media. Foto: Javier Tobar.
“El río Bogotá no puede seguir siendo el mayor contaminante de nuestro río Magdalena, arteria fluvial y principal macrocuenca del país. Tampoco ser el principal detonante del mar Atlántico, fuente de alimentación y cultura para la región Caribe que, durante décadas, ha sido altamente impactado de manera continua por miles de toneladas de basura, escombros y desechos orgánicos”, afirman los creadores de esta iniciativa.
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Para los ambientalistas, es inaceptable que Colombia, siendo el sexto país del mundo con mayor riqueza hídrica, no sea capaz de ejercer todos los esfuerzos institucionales, tecnológicos y normativos para garantizar la seguridad y la soberanía hídrica.
“Por ello, le exigimos a las autoridades pertinentes y a la sociedad colombiana a que unamos fuerzas para que se restaure, proteja y garantice la vida del río Bogotá, y así pueda ser utilizado sosteniblemente por las presentes y futuras generaciones del país. Bogotá debe asumir la protección integral del río desde su nacimiento en el páramo de Guacheneque hasta la desembocadura en el Magdalena. Asumamos nuestra responsabilidad ambiental de cara al país y a la historia”.
Un conchón de frailejones cubre el nacimiento del río Bogotá en el páramo de Guacheneque. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz.
Además de declarar como sujeto de derechos a los 380 kilómetros del río Bogotá, los ambientalistas consideran necesario que esa figura cubra las más de 500.000 hectáreas de su cuenca, territorio que incluye la estructura ecológica principal de la capital del país, es decir los cerros orientales, los ríos urbanos, los 15 humedales y páramos como Sumapaz y Cruz Verde.
La ciudadanía puede firmar esta petición en el siguiente enlace: http://chng.it/B9wdff88
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Los creadores de la iniciativa también pretenden que se declare como sujetos de derecho a los humedales bogotanos. Foto: Fundación Humedales Bogotá.
Participación incipiente
Javier Reyes, director de la Fundación Cuerpo Cristal y uno de los líderes que ha rescatado la memoria histórica de las localidades de Usme y Sumapaz, afirma que las diferentes entidades del orden local, regional y nacional, no han tenido en cuenta a la comunidad en los diferentes proyectos para descontaminar el río Bogotá.
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“Estoy decepcionado de la formulación de los POMCAS, ya que estos documentos están arrodillados a intereses particulares. Cada institución defiende lo suyo, su modelo de negocio y deja por fuera la voz de la comunidad. El ideal de este plan de manejo debería ser frenar la expansión urbana, los centros urbanos y poner en marcha una visión integral para la recuperación de la vida, pero eso no sucede”.
La laguna de Pedro Palo es la mayor joya biodiversa de la cuenca baja del río Bogotá. Foto: Nicolás Acevedo Ortiz.
Para Reyes, cada uno de los conflictos en la cuenca del río Bogotá, como minería, basuras y contaminación hídrica, es un negocio de unos pocos "que se han apropiado del territorio, como es el relleno Doña Juana, que lleva 30 años matando al río Tunjuelo. Los supuestos ejercicios de participación de las entidades no han servido, porque relegan a la comunidad y solo tienen voz los técnicos y genios”.
El líder hace un llamado para rescatar los derechos del río Bogotá y de sus habitantes. “Hay que recuperar nuestra autonomía territorial por medio de los procesos sociales y las redes comunitarias. Debemos seguir denunciando el negocio de los que han vuelto patas arriba al país y a la institucionalidad paquidérmica que hace lo que le diga la empresa privada. Están cometiendo una injusticia con el espíritu de la cuenca del río Bogotá”.
Este es un contenido periodístico de la Alianza Grupo Río Bogotá: un proyecto social y ambiental de la Fundación Coca-Cola, el Banco de Bogotá del Grupo Aval, el consorcio PTAR Salitre y la Fundación SEMANA para posicionar en la agenda nacional la importancia y potencial de la cuenca del río Bogotá y sensibilizar a los ciudadanos en torno a la recuperación y cuidado del río más importante de la sabana.