BIODIVERSIDAD
Río Guatapurí, hábitat de una amplia variedad de especies
Este afluente que nace en la majestuosa cadena montañosa de la Sierra Nevada de Santa Marta y que baña a la ciudad de Valledupar, posee una gran biodiversidad. El colectivo EcoSoluciones identificó varias de estas especies con apoyo de instituciones académicas.
Aunque Valledupar, ciudad reconocida como la capital del vallenato, no tiene mar, por ella fluye el río Guatapurí, que nace en una laguna llamada Curigua, en la Sierra Nevada de Santa Marta.
El Guatapurí, que recibe el nombre por la temperatura de sus aguas ya que en el lenguaje de la etnia Chimila significa “agua fría”, desemboca en la margen derecha del río Cesar y, durante su recorrido, se topa con el río Los Mangos, el Donachui, el Curiba y el río Mamanqueca, entre otros afluentes.
Con grandes rocas y balnearios que gozan de aguas cristalinas, este río alberga una gran biodiversidad al contar con todos los pisos térmicos.
El Guatapurí recibe el nombre por la temperatura de sus aguas ya que en el lenguaje de la etnia Chimila significa “agua fría”. Foto: Jhon Barros.
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Con el fin de generar conocimiento sobre esta riqueza de especies y proponer acciones que fomenten la conservación del afluente y su cuenca abastecedora, un equipo de EcoSoluciones, una empresa que une la tecnología con la conciencia ambiental y que acompaña procesos de ciencia participativa, lideró un trabajo exhaustivo de campo para obtener una amplia información del río y construir una lista con las especies que allí se pueden avistar.
“Este trabajo comenzó en 2019, en una de las limpiezas subacuáticas que hacemos. A medida que íbamos bajando, mientras buscábamos la basura, avistamos muchos peces. Tomamos fotos y videos de lo que veíamos, de la diversidad. Con esto, se realizó un informe y una lista preliminar de siete especies de peces. A partir de esa experiencia se vincularon otros entes, como la Universidad Nacional y miembros de la Universidad de Antioquia, de donde yo me gradué”, dijo Darío Alexander Puerta, ecólogo especializado en gestión ambiental, quien es miembro de la empresa y autor del documento que recopiló toda la información.
El proyecto contó con la participación de la comunidad, estudiantes y docentes de los balnearios Hurtado y la Posa de Los Caballos y turistas. También contó con el apoyo de información secundaria tomada del centro de documentación de Corpocesar, la Alcaldía de Valledupar y la Secretaría de Medio Ambiente.
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Así, durante estas inmersiones, llevadas a cabo entre enero de 2019 y diciembre de 2020, mediante recorridos subacuáticos de observación con careta, el equipo avistó 14 especies de peces y un cangrejo.
Esta actividad se vio facilitada por las características del afluente puesto que en verano, sus aguas alcanzan transparencias de hasta 12 metros.
De acuerdo Puerta, del listado de las especies que pudieron ser registradas se destacan cinco especies endémicas. Estas son: la Sardina cola amarilla Astyanax magdalenae, el Coroncoro cola larga Dasyloricaria filamentosa, el Besote Ichthyolephas longirostris, el Coroncoro negro Lasiancistrus caucanus y el mazorco Parodon magdalenensis.
Ilustraciones de las especies identificadas. Foto: cortesía Darío Alexander Puerta.
También, fueron encontradas cuatro especies casi endémicas. Estas son: el Coroncoro moteado Hypostomus hondae, el Bagrecito Imparfinis nemacheir, el Alcalde Sturisoma panamense y el Cangrejo del Guatapurí Sylviocarcinus piriformis.
De las trece especies de peces encontradas, hay cinco categorías que se encuentran en la categoría de amenaza de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De estos, hay una de especial atención. Se trata del Besote, un pez que puede alcanzar los 36 cm de longitud, pues aparece en riesgo crítico de extinción (CR).
De igual manera, otras cuatro especies están categorizadas como ‘Preocupación Menor’ (LC). Estas son: Leporinus striatus, Parodon magdalenensis, Rhamdia quelen y el cangrejo (Sylviocarcinus piriformis).
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De estos registros, llama especial atención el cangrejo, pues se trata de una especie jamás vista en el Cesar. Este animal, carroñero y con pelos en las patas que solo había sido visto en la cuenca del Lago de Maracaibo en Venezuela y en la del río Magdalena, fue identificado a inicios del 2020 en las orillas del balneario Hurtado. Puerta, en ese entonces, lo nombró “cangrejo Guatapurí”.
El cangrejo Guatapurí. Foto: cortesía Darío Puerta.
Parte de este trabajo nació por la preocupación que genera el hecho de que el caudal de un tiempo para acá viene reduciéndose y el río se está secando. “Nosotros sacamos la basura del fondo, pero en las orillas se ve mucho. Nos hemos dado cuenta de que los turistas que van al río dejan toda la basura ahí mismo, falta mucha cultura medioambiental”, comentó Puerta.
A su juicio, esta actividad permite enseñarle a la comunidad acerca de estas especies, para generar así una cultura de la preservación.
“Aquí lo que hemos hecho es usar las especies como insumos para la educación ambiental. A partir de imágenes y con ayuda de las universidades identificamos las especies, sin necesidad de sacrificarlas para el proceso. Esta forma de investigación rompe muchos paradigmas de lo que es la investigación clásica que consiste en mandar al laboratorio la especie al interior de un recipiente con un formol”, finalizó.