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‘Abuela Co’, la fascinante historia de uno de los juegos de mesa más exitosos en Colombia
Víctor Duarte, un apasionado por los juegos de mesa, desarrolló una idea que se ha convertido en un éxito para apasionados y espontáneos.
Sentarse con amigos o familiares para jugar es un plan que a la luz de hoy parece anticuado. Sin embargo, muchos todavía siguen practicando esta tradición. Quienes conocen saben que hay cientos de juegos, los demás se quedaron en el ‘Tio Rico’, en el ‘Uno’, en el ‘parqués’, o en el ‘ajedrez’. Un colombiano decidió hacer parte de ese mundo y creó uno de los juegos contemporáneos más jugados de los últimos años en Colombia: ‘Abuela Co’.
La historia interna del juego es fascinante. Cada año un grupo de abuelas de todas las regiones del país hacen una competencia de cocina, se encuentran en una competición feroz para decidir quién es la abuela más rápida y con mejor sazón, el jugador es una de esas abuelas quien utiliza su destreza para preparar de forma rápida los platos colombianos más deliciosos. El objetivo: preparar tres recetas y ganar la mayor cantidad de puntos. Pueden competir de 2 a 4 abuelas.
Si bien la excusa del juego es interesante, la historia de su creador lo es mucho más. Víctor Duarte, de 31 años, es la persona detrás de la idea, quien decidió legar al mundo la tradición alimentaria de Colombia y horas de diversión.
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Este apasionado por los juegos de mesa es Diseñador Industrial de la Universidad Nacional con una especialización en diseño de producto de ese mismo claustro. Desde pequeño jugaba ‘Tio Rico’, Dungeons and Dragons y cuanto juego de mesa tuviera disponible, asegura que incluso llegó a cambiarle las reglas al ‘Tío Rico’ para hacerlo más rápido y mucho más entretenido.
El camino para llegar a Abuela Co (puntaje 7.8 en una página especializada) no fue fácil. Para su tesis de pregrado pensó en un juego tipo ‘Pókemon Go’, que mezclara la realidad con el mundo virtual, pero se dio cuenta de que necesitaba un equipo demasiado grande y una inversión potente. Así que decidió presentar algo que él pudiera costear, un juego de mesa.
En esa investigación descubrió que detrás de los juegos de mesa hay un mundo desconocido. Juegos sencillos sobre robar cartas, ubicar muñecos de plástico, competir por recursos, se convierten en un desafío para las mentes. Tanto así que en Bogotá hay varios grupos dedicados, una vez a la semana, a reunirse entre extraños para participar en una de estas aventuras.
En esa búsqueda desarrolló un primer juego de mesa, con el que esperaba conquistar los corazones de novatos e iniciados. Creó ‘Sacrificio’, una mezcla de la cultura Maya y San Agustín. El objetivo es que el jugador pueda conseguir sacrificios para hacer llover.
Con 100 unidades que imprimió en litografías particulares, el dinero de sus ahorros, una caja de sueños y mucha paciencia se embarcó en la aventura. A todos los asistentes les explicó el juego, los invitaba a sentarse, les mostraba la historia, los ponía a jugar. Al final de la feria hubo mucho interés, pero pocas ventas. Se desanimó a tal punto que quiso tirar todo a la borda.
“Es una feria muy grande, pero me di cuenta de que es complejo, la explicación era más o menos una media hora. Era como abrir campo dentro de lo que ya está lleno, de mucha oferta. Hay gente que es curiosa y se sentaba a jugar y le encantaba y yo estaba muy feliz, pero en ese momento muy pocas ventas”, dijo.
Luego de ese golpe, consiguió trabajo, dejó su sueño de ser creador a un lado, se convirtió en un jugador ocasional. Sin embargo, llegó la pandemia y un susto de muerte, nunca mejor dicho, lo hizo recuperar el camino con el que había soñado.
“Me empezaron a ocurrir cosas de salud raras. Yo dije, tengo muy poco tiempo de vida, tengo que hacer algo para el mundo. Me hice pruebas de todo y nada salía en los exámenes, yo dije: ‘me voy a morir’. Yo pensé que tenía un tumor en la cabeza. Entonces yo me dije: ‘¿qué le voy a dejar al mundo?, ¿cuál es mi regalo? Yo tenía un proyecto de cocina que había iniciado más o menos con ‘Sacrificio’ y a partir de ese momento le entregué toda mi energía”, asegura Víctor.
Cuenta que a este proyecto le entregó todo su tiempo libre, como si fuera su trabajo mejor pago, comenzó a probarlo jugando con él mismo, luego en una plataforma, ‘tabletopia’ lo subió y empezó a jugar con otras personas, aprovechó para reunirse con sus viejos amigos, para forjar nuevas amistades.
Incluso se dio cuenta de que la estética del juego no era lo que quería, así que contrató a un amigo para que hiciera las ilustraciones. Con un nuevo impulso sacó 200 copias de Abuela Co.
“En una de las tantas materias de la especialización nos formularon una pregunta ‘si tuvieras un deseo, cualquier cosa, ¿qué pedirías?’, mi respuesta: ‘la eterna juventud’, y ‘¿Cómo conseguirla?’, yo dije: ‘a través del juego. Cuando uno juega, se vuelve un niño, se rompen esas barreras y trabas, volvemos a disfrutar de la vida, es como tener la pócima de la eterna juventud’”, cuenta
Además, Abuela Co ganó el reconocimiento mejor juego colombiano del año 2021 de colectivo ‘Épica’, un grupo de jugadores especializados que se dedican a promover este hobby en Colombia.
“Ellos quieren hacer un festival de juegos de mesa como pasa en unos países como en México, en Estados Unidos. En 2001 hicieron una reunión donde premiaban los mejores juegos. Ocho juegos de mesa participamos y los jurados fueron extranjeros, jugaron y dieron su veredicto” asegura.
Si bien es consciente que el mercado de los juegos de mesa es muy fuerte en Estados Unidos, el camino para llegar allá todavía es largo, pese a que su juego ya figura en boardgamegeek.com, y está bien puntuado tanto por especialistas como conocedores, su objetivo es llegar con el juego a las familias colombianas.
“El juego ha salido, la gente me manda fotos de Estados Unidos, Alemania, Australia. Pero yo quisiera que las grandes superficies empiecen a apoyar este tipo de proyectos. Uno todavía tiene que tener un peso, una empresa detrás un respaldo y para estos nuevos proyectos es muy difícil. Pero sí ya se logra posicionar en tiendas, no solo en tiendas especializadas, el público general lo puede conocer”, sostiene.
Con este juego logró que muchos se tomaran la ‘pócima de la eterna juventud’ pero en la mente de este creador aún hay muchos juegos. Espera que el mercado se siga expandiendo y, pese a que ya es famoso en algunos círculos especializados, anhela llegar con sus ideas a la mayoría de las mesas y corazones colombianos.