INSECTOS

Una feromona, la causante de las plagas de langostas

Una investigación publicada en la revista Nature encontró que una sustancia química emitida por el animal cuando se encuentra cerca de un puñado de sus semejantes hace que se armen esas nubes de insectos que acaban con la comida de millones de personas.

12 de agosto de 2020
Las langostas pueden acabar con la comida de miles de personas en un día. Foto: Getty Images

La covid-19 no es la única calamidad que enfrenta el mundo este año: las plagas de langostas migratorias han devastado cultivos en varias regiones del mundo, un fenómeno vinculado a una feromona irresistible, según un estudio publicado este miércoles.

Individualmente, esta langosta es bastante inofensiva, pero puede transformarse, cambiar de color y unirse a sus congéneres en nubes de millones de individuos, que pueden acabar con la comida de miles de personas en un solo día.

Según la investigación publicada en la revista científica Nature, esto se debe a una sustancia química que es emitida por el insecto tan pronto como se encuentra cerca de un puñado de sus semejantes.

Efecto bola de nieve, la feromona atrae a otros individuos que se unen al grupo y comienzan también a emitir esa sustancia conocida como 4-vinilanisol o 4VA.

Este descubrimiento se produce en momentos en que las plagas de langostas han devastado cultivos en África oriental y amenazan el abastecimiento de alimentos en Pakistán.

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El estudio permite prever algunas aplicaciones, como la creación de langostas genéticamente modificadas que estarían privadas del detector de la feromona, o la instalación de trampas para atraer a los insectos.

Los investigadores han experimentado con trampas de feromonas, instalándolas en entornos controlados y en campos, que realmente atrajeron a las langostas.

Es "relativamente eficaz, incluso si se necesita una optimización y ajustes para pasar de la experimentación a una aplicación práctica", comentó uno de los autores, Le Kang, de la Academia de Ciencias de China.

Una modificación genética de esas langostas podría también permitir "un control sostenible y verde" de esas plagas, apuntó el científico. Pero eso requeriría esfuerzos a largo plazo, y una "evaluación estricta de la seguridad biológica antes de su aplicación", agregó.

Para Leslie Vosshall, investigadora de la Universidad Rockefeller, quien no participó en el estudio, la perspectiva más entusiasta sería encontrar una sustancia química que bloqueara la recepción de la 4VA.

"El descubrimiento de tal molécula proporcionaría un antídoto químico a la agrupación de los insectos, y devolvería a las langostas a su vida pacífica y solitaria", comentó.

Un enjambre de langostas puede volar hasta 150 kilómetros en un día. Foto: Getty Images

Sin embargo, destacó que hay muchas incógnitas, especialmente saber si esta feromona es la única responsable del comportamiento gregario de las langostas.

¿Por qué estas langostas causan tanto daño?

Las langostas del desierto son consideradas una de las plagas migratorias más antiguas del mundo y desde hace siglos devastan los cultivos del planeta. Cuando sus inmensos enjambres infestan muchos países y se extienden por varias regiones o continentes, se convierten en una plaga, que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), pueden afectar hasta el 20 por ciento de las regiones de la Tierra, poniendo en riesgo los medios de subsistencia de una décima parte de la población mundial y afectando gravemente a su seguridad alimentaria.

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La langosta pertenece a un grupo de insectos llamados saltamontes. Sin embargo, se diferencian de otras especies en que tienen la capacidad de cambiar su comportamiento y hábitos y pueden migrar a grandes distancias. Forman enjambres que pueden ser densos y con gran movilidad, ya que pueden volar hasta 150 kilómetros al día si los vientos son favorables. Estos enjambres son capaces de devorar grandes cantidades de vegetación y cultivos.

Una langosta del desierto adulta puede ingerir su propio peso en alimentos frescos cada día. Esto quiere decir, que un pequeño enjambre de un kilómetro tiene el potencial de comer en un día la misma cantidad de alimentos que 35.000 personas. Si no se contiene el crecimiento de las langostas, el impacto hace aumentar el hambre en regiones que se enfrentan ya a elevados niveles de inseguridad alimentaria.

*Con información de AFP