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Video | Así roban carros en las puertas de las casas en Bogotá
La inseguridad sigue disparada en la capital colombiana.
El robo de carros sigue siendo una de las problemáticas que tiene Bogotá en materia de seguridad. Últimamente se han reportado varios hurtos en las calles capitalinas y el miedo se ha apoderado de los ciudadanos.
Incluso, en las casas de los habitantes de la ciudad tampoco se puede estar tranquilo debido a que los ladrones acechan cada esquina de la capital.
El último robo conocido se presentó en el barrio Normandía, ubicado en el noroccidente de la capital, donde un ciudadano ingresó una camioneta de lujo al garaje de su casa.
Sin pensarlo y en cuestión de segundos, la víctima fue abordada por delincuentes mientras parqueaba su vehículo, y con armas de fuego y cuchillos lo amenazaron dentro de su hogar, le pidieron las llaves y sacaron el carro. También le hurtaron objetos personales.
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#OjoDeLaNoche | Delincuentes en moto y carro abordaron a vecino del barrio Normandía, en Bogotá, y le robaron la camioneta mientras la guardaba en el garaje de su casa https://t.co/yqNEZK7rZ3 pic.twitter.com/VAglLZ1f34
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) January 31, 2022
“Entraron tres armados, venía uno manejando un carro, serían cuatro y venían dos en moto, serían seis [...] Pasan a la acera del frente de donde estoy guardando la camioneta y lo sorprenden cuando uno ya va a cerrar la reja [...] De los tres que entran, dos me encañonan y me tiran al piso detrás de la camioneta, uno se sube y se lleva la camioneta y los otros se van en moto”, narró la víctima a Noticias Caracol al detallar los angustiosos momentos que tuvo que vivir.
Gracias a los videos que fueron recopilados por las autoridades, iniciaron la investigación para dar con el paradero de los responsables.
Tirando a matar: los escalofriantes relatos de las víctimas de violentos robos en Bogotá
Devi Natalia González pedaleaba rápidamente hacia su casa después de pasar un rato con sus amigos en la tradicional zona del Park Way, en Bogotá. Iba por la avenida Boyacá, cerca del puente de La Sevillana, cuando sintió un empujón muy fuerte que la tumbó.
De inmediato, una persona, a quien no pudo ver bien por la oscuridad de la 1:00 de la madrugada, rodeó su cuello y lo apretó, intentando ahorcarla. En medio del forcejeo, sintió dos golpes fuertes en la espalda, mientras trataba de liberarse y huir con su bicicleta y sus pertenencias.
Se subió de nuevo a la bicicleta lo más rápido que pudo e intentó huir por varias cuadras de ese hombre, que, para ella, estaba claro que no solo quería robarla, sino asesinarla. Vio su mano untada de sangre mientras agarraba el timón, pero no le prestó atención. Tenía que alejarse de ahí.
“Nos están matando, de verdad. Nos están quitando la vida por robarnos la bicicleta; ya no importa si es un niño, una mujer, en serio, están es tirando a matar”, concluye González.
Como ella, Juan Camilo Rodríguez, de 32 años, fue atacado durante un atraco. No obstante, tuvo más suerte. Estaba saliendo de la estación de TransMilenio de Las Nieves un sábado a mediodía e iba a cruzar la calle; su celular vibró y, sin sacarlo por completo del bolsillo de su pantalón, revisó la pantalla.
Cuando levantó la mirada, notó que una persona lo estaba observando. Su reacción inmediata fue correr hacia el lado contrario, en donde lo esperaba un muchacho alto que lo abrazó con brusquedad, mientras el otro se acercó, le robó su teléfono y salió corriendo.
Él se movió e hizo fuerza para que lo soltara aquella persona que intentó herirlo con un puñal, a pesar de que su compañero ya le había quitado lo que quería. Dar cuatro pasos hacia atrás lo salvó de sufrir una herida que pudo dejarlo en urgencias, pues la punta del arma blanca solo alcanzó la tela de su camiseta y rayó su cinturón.
“Eso pasó a cuadra y media de un CAI, pero cuando fui me dijeron que fuera a Claro a hacer la denuncia y también a la Fiscalía, pero que ya tocaba el lunes, en horario de oficina”, cuenta. Para él, Bogotá era una ciudad segura, aunque después de ese episodio ni siquiera es capaz de sacar su moto por temor a que se la roben.