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Video | La reapertura de la frontera con Venezuela, no es como la pintan: crónica de Juan Diego Alvira
Aunque los presidentes Nicolás Maduro y Gustavo Petro anunciaron la reapertura total de la frontera a partir de este 2023, todavía existen las trochas y la situación está lejos de normalizarse. Juan Diego Alvira viajó a la zona e identificó las razones por las cuales esa reapertura no ha sido como la pintan.
Los gobiernos de Colombia y Venezuela prometieron el paso libre de personas, de carros, de camiones a partir del 1 de enero de este 2023. Sin embargo, la realidad en la zona es completamente distinta. De los tres puentes internacionales que están ubicados en la zona metropolitana de Cúcuta, solo uno permite el paso de vehículos y todavía no se ha reactivado el transporte de pasajeros.
Juan Diego Alvira comprobó que las trochas siguen funcionando, todas cooptadas por la ilegalidad, y miles de personas deben caminar a diario muchos kilómetros para ir de un país al otro. Esta visita tuvo varios capítulos y quizá uno de los momentos más tensos fue ese, el darse cuenta cómo se está moviendo la mercancía y cómo se está moviendo la gente, bajo la vigilancia de los grupos armados ilegales.
A solo cuatro cuadras del puente Simón Bolívar, aparece una primera trocha llamada La Platanera. Es una zona en la cual el periodista se sintió vigilado desde el primer momento. Aparecían ojos en las esquinas que evitaban ser vistos: solo vigilaban. La poca gente que estaba en el lugar miraba de arriba a abajo y con extrañeza y casi ninguno responde preguntas.
Algunos de ellos hablando fuera de micrófonos reconocieron que la “guerrilla” estaba haciendo presencia cerca del río Táchira, algunos con uniforme y otros de civil. Habitantes de la zona nos advirtieron que por seguridad no era un buen día para cruzar la trocha. Acompañando esas advertencias aparecieron los grafitis en las paredes de las pocas casas que había antes del camino destapado que decían “ELN, fuera Tren de Aragua”.
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El comandante (e) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, el coronel Carlos García, confirmó que en toda la zona de frontera hay una disputa entre el ELN y el Tren de Aragua, la peligrosa banda criminal proveniente de Venezuela. Pelean por el control de los pasos fronterizos irregulares en los cuales le cobran peaje a la gente para pasar, dependiendo de la mercancía que llevan.
“En el 2014 aquí había como 4 grupos ilegales parados en las zonas ilegales, en las trochas. A 2022 ya había como 17 grupos y multiplicándose”, dijo el secretario de fronteras de la gobernación de Norte de Santander, Víctor Bautista, quien reconoció que en este momento el principal desafío de las autoridades es quitarle a los ilegales el control en el paso por las trochas, un negocio que se desarrolló y maduró a lo largo de los 7 años del cierre de las fronteras.
¿Por qué siguen funcionando las trochas?
En su recorrido, Juan Diego Alvira se dio cuenta de que hay dos razones: la primera es que para muchas personas la trocha sigue siendo el camino más corto. La segunda es que muchos comerciantes encuentran en la trocha una manera más económica de llevar más cantidades, a un menor precio, no solo por los impuestos de importación, sino porque de por medio hay también cobros ilegales por parte de las autoridades de ambos países, especialmente las venezolanas: la denominada extorsión.
“Todo eso tiene que ver con que por encima de los puentes todavía existen un sin número de peajes. Obviamente, son declaraciones de las personas, delicadas, porque comprometen a las autoridades venezolanas, plantean que es más económico aún pasar por las trochas, que pasar por los puentes formalmente”, explicó sobre el tema el alcalde de Cúcuta, Jairo Tómas Yáñez.
El secretario de fronteras dice que “cada trocha tiene uno o dos grupos. Eso ya plantea un escenario de violación de derechos a la gente, de los peores como pueden ser desapariciones. Que desaparezca alguien o muera en una trocha es factible, hasta otros que son cotidianos como el de la persona que cruza y le quitan 15 mil pesos por el mercado”.
Alexander Ramírez, un ciudadano que trabaja en la zona, le dijo a Juan Diego Alvira que ha llegado a pagar 3 millones de pesos o 400 dólares por el paso de mercancía:
JD: ¿A quiénes se les paga?
“Pues a la gente, a los que están, pues. Uno no puede estar en esas porque como uno trabaja aquí”.
JD: ¿A quiénes se les paga a la Guardia ala Policía?
“A todos. A toda esa gente toca pasarle plata”.
JD: ¿Cuánto?
“Pues depende de la cantidad de mercancía que lleve”
JD: ¿Por ejemplo, a usted le ha tocado pagar cuánto por la mercancía que lleva?
“Hasta 2 o 3 millones de pesos. Y dólares: por lo menos 300 o 400 dólares”.
JD: ¿Y por qué les pagan?
“Porque ellos son los que llevan el control”.
JD: ¿Qué han llevado cuando han tenido que pagar?
“Alimentos: harina, ropa, leche, azúcar, aceite”.
El comandante (e) de la Policía de Cúcuta, el coronel Carlos García, dijo que “se han transmitido algunas quejas de los transportadores a nuestros homólogos en la Guardia sobre posibles irregularidades que se presentaron”.
JD: “¿Abusos de las autoridades venezolanas?”
“Sí.”
JD: “¿De qué orden exactamente?”
“Frente al control, documentación, frente al tema de exigencias de dinero. Esas quejas las hemos tramitado y la Guardia Venezolana la ha recibido de buen recaudo.”
Y es que formalizar las exportaciones parece ser un trabajo de largo aliento. La presidenta de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos FITAC, Sandra Inés Guzmán, dijo que todavía hay muchos comerciantes que no quieren cumplir con los vistos buenos, ni con las formalidades aduaneras de una exportación corriente.
“Nosotros exportamos hace poquito dos gandolas, o dos contenedores, de 40 pies con gaseosas hacia Venezuela. Y nosotros: ‘oh qué bien dos contenedores de gaseosa’, pero por la trocha pasaron 7.”, lo que quiere decir, según dijo Guzmán, que el comercio por las trochas es el triple de lo que se exporta actualmente por los puentes internacionales, después de la reapertura.
Juan Diego Alvira pasó a Venezuela y el escenario da tristeza
El cálculo que tienen las autoridades, es que por la zona de frontera se movilizan 10 millones de personas al mes. La mayoría del flujo proviene de Venezuela. Hombres y mujeres llegan a diario a Cúcuta o a Villa del Rosario para hacer mercado y se devuelven. Son pocos los colombianos que van al vecino país, sólo algunos que quizá están evaluando posibilidades de negocio o aquellos que tienen familiares al otro lado de la frontera.
A través del puente Atanasio Girardot, antes conocido como ‘Tienditas’, que es el único habilitado para paso vehícular, Alvira viajó hasta el vecino municipio de Ureña, en Venezuela. Ya en un primer intento por pasar a pie la Guardia Venezolana había impedido el paso de la prensa, así que el viaje fue tenso.
Una vez en la zona intentó tanquear el carro, pero se encontró que había un mecanismo de pico y placa para la venta de gasolina y por eso no pudo hacerlo. Además encontró que sólo venden cierta cantidad de combustible.
La economía en Ureña se mueve en pesos. Casi nadie utiliza bolívares, pues el cambio es complejo y la gente confía más en la moneda colombiana. En algunas ocasiones reciben dólares también, de hecho en la zona de frontera hay varias casas de cambio para adquirir el denominado dólar paralelo. Sin embargo, el comercio en la moneda estadounidense se da más que todo en el centro y el oriente del vecino país.
En Ureña, la imagen es impactante. Está muy lejos de ser esa zona pujante y con una economía sólida, como era antes. Hay muchos negocios cerrados, bodegas con los letreros caídos y las fábricas de pantalones y de otros bienes, ya son historia. La zona prácticamente depende de lo que Colombia les pueda vender, a cambio de chatarra. Los carros son en su mayoría de modelos antiguos y se ve poca gente en la calle.
Ciudadanos que conversaron con Juan Diego Alvira sobre esa situación, vieron con tristeza esas imágenes, pues sólo quedaron en recuerdos aquellas imágenes de los cucuteños viajando a Ureña a hacer compras económicas, e incluso a adquirir productos de muy buena calidad. Ahora se invirtieron los papeles.
¿Cuándo se habilitarían los pasos para vehículos?
De acuerdo con el Secretario de Fronteras, Víctor Bautista, este 31 de enero se vence un primer plazo para habilitar los puentes Francisco de Paula Santander y Simón Bolívar para el paso de vehículos. El obstáculo que se ha tenido es que la flota de buses y de carros proveniente de Venezuela es ya muy obsoleta, y surge la necesidad de establecer mecanismos que permitan garantizar el buen estado de los vehículos antes de que puedan cruzar la frontera.
También se están coordinando los mecanismos, entre los gobiernos de ambos países, para que haya una exigencia mínima de documentos a la hora de atravesar la frontera. Inicialmente se le pedirá a los conductores que tengan al día el SOAT, la cédula, la revisión técnico-mecánica y un examen de visión.
Lo cierto, y a modo de conclusión, es que la reapertura total, y el paso normal en la frontera, aparentemente está lejos de concluir, al igual que el cumplimiento a la orden que dio el presidente Petro hace dos meses desde Cúcuta, para que se cerraran las trochas. Hoy en día, aunque la mayoría de personas circula por los puentes, por los pasos legales, las trochas parecen estar lejos de acabarse.