¿Cuánto cuesta “hacer de Colombia un país de lectores”?
Aproximadamente $21.000 millones por año. Actualmente la inversión es de sólo $2.500 a $3.000 millones, afirma Carmen Barvo, directora ejecutiva de la Fundación para el Fomento de la Lectura (Fundalectura).
Para que los colombianos lean más de lo que lo hacen actualmente, que de por sí es muy poco, es claro que se necesita una mayor inversión en aspectos, como la creación de más bibliotecas escolares y programas que inviten a que los niños y los jóvenes se interesen más por la lectura.
Barvo sostiene que los aportes son, casi en su totalidad, de los socios mayoritarios fundadores de Fundalectura, es decir, Andigraf, Cámara Colombiana del libro, Propal S.A y Smurfit cartón de Colombia S.A..
La estrategia está cimentada en la creación de programas sectorizados, por ejemplo, para la primera infancia hay proyectos como “La fiesta de la lectura” (con la colaboración del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Organización Internacional para la Migraciones) y centros de lectura para las familias.
En el campo escolar y de trabajo con jóvenes y adultos, están los “palabrarios” (talleres con niños y profesores de preescolar a tercero primaria), las vitrinas pedagógicas, los morrales de lectura y las tertulias literarias, entre otros. Hay también proyectos como las Red Nacional de Bibliotecas, el proyecto Biblioestaciones de Transmilenio, puestos de lectura en las plazas de mercado y el PPP (Paraderos Paralibros Paraparques), de acceso masivo.
La próxima inversión será en bibliotecas escolares para los municipios y en un aumento en los talleres de lectura con los padres y niños de la primera infancia.
Los $3.000 millones que se destinan actualmente a los proyectos de fomento de lectura en Colombia no son suficientes, ni tampoco lo son los que hace el gobierno, dice Alfonso Ocampo, presidente de Fundalectura.
Hoy los programas de Fundalectura llegan, directa e indirectamente, a dos millones de personas en 500 municipios del país. Los alcances de esas iniciativas están sujetos al éxito de los programas del gobierno Nacional.
Uno de los mejores resultados se ha dado en las Biblioestaciones de Transmilenio, pues los usuarios están leyendo en promedio cuatro libros, el doble de lo que arrojó la pasada encuesta nacional de lectura, hecha en 2006. Sin embargo, ese no es un índice que se aplique a toda Colombia o al resto de los programas, donde los colombianos escasamente leen tan solo dos libros por año. No obstante, las estimaciones para 2011 -cuando CONACULTA realice la próxima encuesta, son optimistas, pues se estima que un colombiano leerá cinco libros por año.
Frente al tema de lo libros digitales, Fundalectura asegurá que por el momento no tienen ningún interés por entrar a ese mercado, pues Ocampo sostiene que el tema digital “quizá sea más importante para los medios de comunicación, donde la inmediatez es vital, mientras que los libros pueden permanecer en el papel”.
Por su parte, la directora ejecutiva de Fundalectura, dice que nada se compara con “la intimidad de los libros tradicionales”, por lo que también descarta el tema de los contenidos digitales.