Agenda pública

Sonajero ministerial

La entrada en vigencia de los nuevos Ministerios y un posible revolcón en el gabinete del presidente Santos tienen haciendo cábalas a medio mundo político y empresarial. La apuesta es por otro dream team.

6 de julio de 2011
Juan Carlos Esguerra parece ser el escogido para el Ministerio de Justicia.

Antes del 7 de agosto próximo, el Gobierno Santos tendrá que hacer un remezón al interior de su equipo de colaboradores. La razón: la entrada en vigencia de los nuevos Ministerios y la posibilidad de que el Presidente haga cambios refrescantes en su círculo de poder, por lo que se da por descontada la salida de varios de los actuales Ministros.

La coyuntura servirá para hacer un corte de cuentas. Por los grandes resultados de estos doce meses, es evidente que el revolcón no tocará todas las carteras.

Los inamovibles parecen ser Juan Carlos Echeverry, que la sacó del estadio con la gestión en la cartera de Hacienda, pues ahora el país no solo cuenta con un paquete de reformas fiscales clave, sino que ha logrado recuperar el grado de inversión en los mercados internacionales.

Otro que muy seguramente va a continuar es Germán Cardona, ministro de Transporte, quien a pesar de haber enfrentado muchas dificultades, es muy cercano al Presidente. Además, tiene pendientes temas como la transformación del Inco y la estructuración del paquete de concesiones de cuarta generación. Cardona tal vez fue uno de los funcionarios que más líos tuvo que resolver: el golpe a la infraestructura por cuenta del invierno, el paro caminero y los escándalos de corrupción asociados a las obra viales. Su gestión se ha concentrado en enfrentarlos.

Juan Camilo Restrepo en Agricultura, Diego Molano en TIC's y María Ángela Holguín en la Cancillería, serían los otros que tendrían carta de continuidad en el segundo año del gobierno Santos.

Se ha especulado mucho sobre la continuidad o no de Germán Vargas Lleras, quien fue el héroe durante el año legislativo que acaba de concluir. Lo más posible es que se mantendrá en la cartera de Gobierno, pues se ha anotado un éxito en las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo.

También habrá novedades en los nacientes Ministerios de Trabajo y Salud. Es inminente el retiro de Mauricio Santa María, por razones personales. Se ha especulado con la llegada de Julio Roberto Gómez, quien se convertiría en la cuota del sindicalismo.

Para Justicia todo parece indicar que el encargado será el reconocido jurista Juan Carlos Esguerra, quien debe llevar a feliz puerto la tarea de fortalecer la relación con las altas cortes. Su papel será fundamental en la reforma a la justicia que deberá ser debatida en la próxima legislatura.

Otro que probablemente saldrá es el ministro de Minas, Carlos Rodado, quien ha tenido que enfrentar el escándalo de los títulos mineros y el alza desmedida en los precios de los combustibles durante el último año. Se estima que uno de los más opcionados para el cargo sea un hombre muy cercano al presidente Santos: Federico Rengifo, quien actualmente es presidente de la Asociación de Fiduciarias de Colombia y miembro de la Junta Directiva de Ecopetrol.

Quienes también podrían llegar son Juan Carlos Pinzón, mano derecha del Presidente en la Casa de Nariño, quien tiene carta para arribar en cualquier momento a la cartera de Defensa y Rafael Pardo, uno de los pesos pesados del liberalismo oficialista, que está pidiendo pista en el gabinete. Pardo ha sonado para el Ministerio de Trabajo o el de Gobierno.

La incógnita es el futuro de los ministros de Comercio, Sergio Díaz Granados; Educación, María Fernanda Campo, y Cultura, Mariana Garcés, quienes han mantenido un bajo perfil.

Uno de los entuertos que va a tener que resolver el presidente Santos es la cuota de poder del uribismo. Actualmente, el único en el gabinete es Rodrigo Rivera, en la cartera de Defensa, quien ha tenido que enfrentar las críticas permanentes por el recrudecimiento de la violencia en varias partes del país. La decisión que el presidente Santos tome con él podría determinar el futuro de las relaciones entre el uribismo y el santismo.

El Primer Mandatario tendrá que apostarle a otro dream team, porque tiene tareas pendientes muy importantes. Allí está la ya comentada reforma a la justicia, la reglamentación de la reforma a las regalías y las reformas tributaria y de salud, que deberán quedar radicadas el próximo 20 de julio. Es una agenda casi tan ambiciosa como la que acaba de pasar. El equipo que lo acompañe para este segundo año de administración, definitivamente tiene que ser, igualmente, de lujo.