Kariakin y Carlsen en Nueva York. Foto: AFP - Eduardo Muñóz Álvarez.

Ajedrez

¡Al fin se puso bueno el Campeonato Mundial de Ajedrez!

Después de varios tediosos empates entre el el campeón del mundo Magnus Carlsen y el retador Serguéi Kariakin, un par de encuentros memorables han revitalizado el duelo en Nueva York. ¿Perderá su corona el noruego?

Christopher Tibble
25 de noviembre de 2016

Ya no hay un favorito para llevarse el Campeonato Mundial de Ajedrez. Si el 11 de noviembre, cuando inició la partida de 12 juegos en Nueva York, el favoritismo recaía sobre los hombros del pragmático Magnus Carlsen (1990), campeón mundial desde 2013, con dos juegos restantes el consenso es que cualquier cosa puede pasar. El retador, el ruso Serguéi Kariakin (1990), ha demostrado ser un rival digno de la ocasión: no solo puso al noruego contra las cuerdas después de ganar el octavo duelo (la primera victoria de todo el encuentro), sino que en varias ocasiones lo ha superado tácticamente.

Carlsen se recuperó en el más reciente juego -el décimo-, que se llevó a cabo el jueves por la noche, después de enfrentarse al ruso en una maratón de 75 movidas y seis horas y media. Eso quiere decir que ahora ambos tienen 5 puntos (ganar da 1 punto, empatar ½ y perder 0), y se necesitan 6.5 para llevarse el título. Mejor dicho, con dos juegos restantes (el último será el próximo lunes), cualquiera puede ganar. En caso de que empaten ambos juegos, que los llevaría a tener 6 puntos a ambos, habría un desempate con duelos rápidos. El ganador no solo se llevará el codiciado título, sino también 600.000 euros.


Magnus Carlsen nació en un suburbio de Oslo, Noruega, en 1990. Foto: AFP - Eduardo Muñóz Álvarez.

Desde hace un buen tiempo no se veía un campeonato mundial así de interesante, si bien hay que reconocer que el duelo entre Carlsen y Kariakin todavía palidece cuando se compara con las grandes batallas del siglo XX, como la de Bobby Fischer contra Boris Spassky en el 72, los múltiples duelos que sostuvo Anatoli Karpov contra Garri Kaspárov en los años ochenta o la asombrosa victoria que le propinó el genial Mijaíl Tal al padre del ajedrez soviético, Mijaíl Botvínnik, en 1960. El duelo en Nueva York emociona por la edad de los involucrados (Carlsen tiene 25 años y Kariakin, 26), y solo cuando se compara con los más recientes: más allá de la victoria de Carlsen sobre el indio Viswanathan Anand en 2013 -que cautivó al mundo porque el noruego se consolidó como el mejor jugador del mundo-, en los últimos años son pocas las emociones que ha suscitado las más altas esferas del deporte ciencia (solo hay que remontarse al aburridísimo duelo entre Anand y el israelí Boris Gelfand en 2012).

No resulta exagerado afirmar que el ajedrez ha perdido cierto encanto desde la derrota que sufrió Kaspárov a manos del computador Deep Blue en 1997. Hoy, ningún jugador del mundo, ni siquiera el brillante Carlsen -quien tiene el rating más alto en la historia- puede ganarle al mejor computador. Como le dijo el mismo noruego a Deutsche Welle antes de su enfrentamiento con Kariakin (hoy el séptimo mejor jugador del mundo según rating): “ya desde hace un buen tiempo sabemos que el computador es mejor, así que nunca lo he visto como un rival. Para mí, es una herramienta que me ayuda a analizar y a mejorar mi juego”.


Serguéi Kariakin nació en Simferópol, Ucrania, en 1990. Adoptó la ciudadanía rusa en 2009. Foto: AFP - Eduardo Muñóz Álvarez.

A pesar de que los humanos ya nunca serán los maestros máximos del juego, el duelo entre los dos jóvenes europeos llama la atención por la precisión con la que ambos han jugado. En los primeros dos enfrentamientos, por ejemplo, ninguno cometió siquiera un pequeño error según el análisis de los computadores. Eso, claro está, no emociona a nadie. Con el paso de los días, sin embargo, las largas horas frente al tablero y la cansancio les ha pasado factura a ambos, sobre todo al noruego, que ha jugado por momentos de manera errática y arriesgada, algo que ha dejado perplejo a quienes han seguido su trayectoria.

Y eso solo quiere decir una cosa: que vale la pena ver los últimos dos encuentros. 

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El juego número once será el sábado a las dos de la tarde hora Colombia, y se podrá ver en vivo aquí