Sara Fernández, docente y secretaria de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia (Asoprudea), fue apuñalada el pasado miércoles en su casa, tras amenazas de panfletos de las AGC. Foto: Vía YouTube

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“El gobierno no muestra voluntad de rectificar y proteger”: comunidad académica sobre atentado contra docente de Universidad de Antioquia

Más de cien académicos de todo el mundo firmaron una carta, dirigida al presidente Iván Duque, en rechazo al atentado que sufrió Sara Fernández, docente y secretaria de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia (Asoprudea), y los panfletos amenazantes contra docentes y organizaciones de la institución.

Revistaarcadia.com | Semana.com
9 de marzo de 2020

A las dos de la mañana del pasado miércoles 4 de marzo, en uno de los bloques del conjunto residencial Carlos E. Restrepo en Medellín, se levantó un rumor de algarabía que despertó a algunos vecinos. En el segundo piso de uno de los bloques encontraron a un hombre que se tiraba de un balcón y en el suelo, herida con una puñalada, a Sara Fernández, docente y secretaria de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia (Asoprudea), quien gritaba: “Ya lo había dicho, yo estaba amenazada por las autodefensas”.

Según un comunicado de Asoprudea, “el agresor ingresa de manera premeditada al lugar de residencia de la profesora Sara y le propina una herida con arma blanca que atraviesa un pulmón”. Los vigilantes lograron atrapar al presunto delincuente, Andrés Felipe Coronado, quien alegó que era un menor de edad y apenas tenía trece años; una afirmación desmentida por la Fiscalía General de la Nación, que informó este jueves que obtuvo la medida de aseguramiento en centro carcelario contra el joven de 18 años.

Este atentado llegó dos días después de que en la Universidad de Antioquia aparecieran decenas de panfletos firmados por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en el que decían que reafirmaban sus “banderas de lucha de liberación (…) de cualquier vestigio de guerrilleros, comunistas y milicianos”. Según el mensaje, hubo “un largo proceso de inteligencia que incluyó seguimiento e infiltraciones directas a organizaciones y gremios universitarios de la capital de Antioquia”, donde supuestamente se comprobó “su vinculación con grupos subversivos”. 

Luego de referirse a ellos como “guerrilleros”, “milicianos” y “comunistas”, el panfleto amenaza a unas diez organizaciones y cinco personas. “Los tenemos identificados, se comportan dentro de la ley, dentro de sus estatutos y cesan definitivamente las revueltas y bombas o serán exterminados”. Pocas horas después del suceso, el usuario de Twitter @gaitanistascol publicó un trino con la foto del panfleto donde se lee en letras rojas la palabra “FALSO” acompañado de un texto en el que niegan la autoría de los panfletos: “Comunicado falso. Las AGC somos respetuosas de la protesta social".

Como anotó el periodista Ricardo Cruz en VerdadAbierta.com, real o falso, el mensaje difundido a través de la red social estuvo lejos de tranquilizar a la comunidad universitaria. En su momento, la rectoría de la UdeA rechazó las intimidaciones por medio de un comunicado: “El miedo y la zozobra no se pueden constituir ahora en elementos adicionales de la urgencia que hoy, como institución, tenemos para que la universidad reactive su cotidianidad en las aulas y mantenga en alto su voz crítica frente a los debates que hoy se exponen en la ciudad y el país. De manera amplia, también hacemos un llamado a la sociedad para que con su voz solidaria defienda, proteja y rodee a la comunidad universitaria, pues en el pasado acontecimientos de este tipo han generado pérdidas dolorosas que, como un país que le apuesta a la paz y la reconciliación, no podemos permitir que se repitan”.

Ahora, con el atentado en contra de Sara Fernández, el temor en las organizaciones que recibieron amenazas ha crecido, a raíz de un ataque que levanta el miedo por una violencia que se abre paso en la Universidad de Antioquia y que amenaza no solo la autonomía universitaria sino que pone en riesgo la vida de sus miembros. El caso de Fernández confirma el temor y el peligro que representa esa estigmatización y la gravedad de las amenazas.

Al respecto, el alcalde Daniel Quintero Calle anunció medidas a través de su cuenta de Twitter: 

Por su parte, Esteban Restrepo, secretario de Gobierno de la capital antioqueña, manifestó que se está investigando el material panfletario: “Tomamos en serio cualquier riesgo para la comunidad universitaria. Ningún tipo de violencia es el camino para el objetivo de transformar la educación”. 

“Hacemos un llamado a la sociedad para que con su voz solidaria defienda, proteja y rodee a la comunidad universitaria, pues en el pasado acontecimientos de este tipo han generado pérdidas dolorosas que, como un país que le apuesta a la paz y la reconciliación, no podemos permitir que se repitan”, reiteró la Universidad de Antioquia, que compartió el miércoles un video de la maestra en medio de su recuperación, en el que asegura que este suceso no es en contra de ella sino de la universidad pública: “Estoy viva… viva. Dolida… dolida por la universidad. Somos todas y todos la comunidad universitaria. Por favor juntémonos, juntemos voluntades, juntémonos y seamos uno solo”, aseguró Fernández desde el Hospital Universitario. La docente hizo, además, un llamado al alcalde de Medellín para que “retire al Esmad de la Universidad”, asegurando que es un lugar sagrado que no debe ser blanco de diferencias, amenazas ni contradicciones. “Yo amo la universidad. Me salvé para luchar hasta el final, que la universidad se respete, se financie y se mantenga viva porque es patrimonio de todos”, dijo.

A raíz del atentado, organizaciones y miembros de la comunidad universitaria se han solidarizado y este 5 de marzo un grupo de académicos internacionales compartió una carta dirigida al presidente Iván Duque, en el que expresan su “profunda preocupación ante las amenazas que están sufriendo diferentes profesores y agrupaciones de la Universidad de Antioquia” y en el que rechazan el modo como “frente a esta tragedia el gobierno no muestra voluntad de rectificar y proteger, sino que acentúa una campaña de estigmatización en contra de la comunidad académica y los liderazgos sociales”.

ARCADIA comparte la carta, firmada, a la fecha, por más de cien investigadores y docentes de universidades de todo el mundo.

Marzo 5, 2020 / March 5, 2020

Comunicado de la Comunidad Académica Internacional ante el atentado sufrido por la Profesora Sara Fernández Moreno

Al gobierno del Presidente Iván Duque:

Desde la comunidad académica internacional expresamos nuestra profunda preocupación ante las amenazas que están sufriendo diferentes profesores y agrupaciones de la Universidad de Antioquia, en Colombia, por defender la universidad pública y el derecho a la protesta social. Y, por sobre todas las cosas, rechazamos el atentado que sufrió la profesora Sara Fernández Moreno, secretaria de la junta directiva de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia (Asoprudea). Nos solidarizamos con ella y con toda la comunidad académica que está defendiendo en las calles y en el aula el derecho a una educación pública de calidad en Colombia.

El acto de violencia contra la profesora Fernández Moreno es un ataque directo a la Universidad pública, a la integridad de la comunidad académica, y a las posibilidades de construcción de una sociedad en paz más plural, equitativa y democrática. Vemos con inquietud cómo este ataque se suma a la ola de violencia que están padeciendo líderes sociales, políticos, territoriales y estudiantiles en Colombia. Nos preocupa la actitud indiferente y defensiva del gobierno ante el reciente informe de la ONU que denuncia la creciente situación de riesgo de estos líderes y lideresas, ante la escalada de persecuciones y asesinatos (más de 100 fueron abatidos el año pasado). Rechazamos que frente a esta tragedia el gobierno no muestra voluntad de rectificar y proteger, sino que acentúa una campaña de estigmatización en contra de la comunidad académica y los liderazgos sociales. La autonomía universitaria, la pluralidad y la libertad de pensamiento y expresión son derechos que el estado debe garantizar, máxime cuando la vida de sus ciudadanos está en riesgo.

Por todo ello, los abajo firmantes hacemos un llamado a defender los valores de la democracia, la libertad de expresión y el derecho a la protesta pacífica de la academia colombiana y de la ciudadanía en general ante los retrocesos que está sufriendo en materia de derechos sociales y del proceso de paz. 

Open letter from the international academic community after the attack suffered by Professor Sara Fernández Moreno 

To the government of President Ivan Duque:

The international academic community expresses regret at the increasing persecution and threats suffered by certain professors and organisations of the University of Antioquia, in Colombia, as a result of their defense of the public university and the right to social protest. 

And, above all, we reject the attack suffered by Professor Sara Fernández Moreno, secretary of the board of directors of the Association of Professors of the University of Antioquia (Asoprudea). We express our solidarity with her and with the entire academic community that is defending the right to a dignified public education in Colombia, both in the streets and in the classrooms. 

The act of violence against Professor Fernández Moreno is a direct attack on the Public University and the integrity of the academic community. We see with concern that this attack adds to the wave of violence that social, political, territorial and student leaders are suffering in Colombia. We are troubled by the indifferent and defensive attitude with which the government has responded to the recent UN report that denounces the increasing risk of these leaderships, in the face of an intensification of violent persecution against them (more than 100 social leaders were assassinated last year). We denounce that in the face of this tragedy the government does not show the will to rectify and protect, but rather fuels a campaign of stigmatization against the academic community and grassroots leaderships. The autonomy of the University, plurality and freedom of thought and expression are rights that the Colombian State must guarantee and protect; even more so, when the life of its members is at stake.

For all these reasons, the undersigned call for the defense of the values of democracy, freedom of expression and the right to peaceful protest of the Colombian academy and of the citizens at large in the face of the setbacks in social rights and of the peace process. 

Vea aquí la lista completa de firmantes

*Con información de SEMANA