Reportaje

La venganza del libro impreso

Tanto en Colombia como en el resto del mundo, el mercado editorial atraviesa un buen momento. Los youtubers, los libros para colorear para adultos y cierta nueva disposición hacia la lectura, las causas principales.

Revistaarcadia.com
24 de mayo de 2016
Imagen de un libro para colorear para adultos.

Las cifras lo corroboran. En varios países, los libros impresos no solo han confirmado su superioridad frente a sus homólogos digitales, sino que sus ventas han aumentado por primera vez en los últimos años. En Inglaterra, por ejemplo, tras un lustro de pérdidas, este año la venta de impresos subió un 0,4 por ciento, mientras que los ebooks cayeron 1,6 por ciento, un hecho que jamás había ocurrido desde la aparición del Kindle. En Holanda, mientras tanto, si entre 2009 y 2014 los ingresos por ventas de libros disminuyeron 100 millones de euros, el año pasado el mercado experimentó un repunte de 39 millones.

¿A qué se debe esta nueva tendencia? El periodista de The Guardian Mark Sweney asegura que tiene que ver con un nuevo fenómeno editorial, mundial y contundente: los libros para colorear para adultos. Estas obras, que empezaron a cobrar relevancia el año pasado, han asumido un papel protagonista en países como Inglaterra, Estados Unidos, Brasil, Francia y España, en especial por el libro El jardín secreto de la escocesa Johanna Basford, que ha vendido más de un millones de ejemplares.

Colombia, por su lado, no se ha quedado atrás. “Mandalas para el alma es un libro para colorear de Andrea Agudelo de Medellín -dice Felipe Ossa, el librero de cabecera de la Librería Nacional-, en diciembre, vendimos 1.800 ejemplares de esa obra y las reposiciones son de 500 mensuales. Mejor dicho, se está vendiendo un montón”. La relevancia actual de los libros para colorear es tal que a finales del año pasado cinco de los diez títulos más vendidos por Amazon a nivel mundial pertenecían a ese género.

Hay otro fenómeno que no se puede pasar por alto al hablar del resurgir del libro impreso: los youtubers. A nivel internacional, se puede destacar las ventas de libros de personajes virales como PewDiePie, un sueco que sube videos jugando videojuegos a su página en YouTube. El escandinavo gana alrededor de 12 millones de dólares al año y tiene más de 40 millones de seguidores. En Colombia, ya son pocos los que no conocen el famoso “colapso” de la Feria del Libro de Bogotá que causó el youtuber chileno Germán Garmendia. Pero muchos no saben que, de hecho, el libro más vendido de la FILBo en 2015 fue La edad de la verdad, de la estrella viral nacida en Cali Juan Pablo Jaramillo.

Gracias a los libros para colorear y a los youtubers, el mundo editorial atraviesa un buen momento, en especial si se toma en cuenta que no hace mucho había quienes pronosticaban el apocalipsis de las imprentas de la mano de los ebooks. “Ese debate entre lo digital y lo impreso ya cayó en el olvido -dice Edgar Blanco, gerente de la librería La madriguera del conejo-. Cuando abrimos, la gente nos decía que era una decisión arriesgada por los kindle, pero ahora esas conversaciones no han vuelto a surgir. En cambio, el debate sobre si se lee o no sí continúa presente. Nosotros igual seguimos con un crecimiento en ventas”.

Al igual que Blanco, muchos de los consultados para este artículo también han visto un crecimiento en ventas en el último año, y algunos en márgenes significativos. Ossa, por ejemplo, argumenta que desde octubre del año pasado, las ventas de la Librería Nacional han aumentado en promedio 8 por ciento al mes. “Esto ha ocurrido en campos como la literatura, la poesía, las biografías y los libros infantiles, pero no en los de interés general, como las enciclopedias y los tomos escolares y universitarios, que sí han disminuido bastante”. Aunque esos géneros han sido importantes, Ossa no ignora la importancia de los youtubers y de los libros para colorear. “Con esos nos ha ido excelentemente bien”, afirma.

Para algunos, sin embargo, las buenas ventas no necesariamente están ligadas a estos dos fenómenos. Enrique González, el presidente de la Cámara Colombiana del Libro, dice que “ahora hay una muy buena camada de escritores colombianos reconocidos que venden en el país y entonces pasa que cómo hay buenas novedades, la gente va y las busca”. Los libros más vendidos de la librería independiente Wilborada 1047 parece corroborar esa hipótesis: según cifras del librero Alberto Gómez, las más recientes novelas de Héctor Abad Faciolince (La oculta), Juan Gabriel Vásquez (La forma de las ruinas) y Andrés Ospina (Chapinero) están en la parte más alta de esa lista.

Blanco, mientras tanto, cree que el mercado se ha beneficiado de mayor variedad. “El libro físico ganó en alternativas este año. Hace una década no existía la cantidad de títulos, autores y editoriales que se ven ahora. En ese sentido, sí creo que hay un resurgimiento del libro impreso. Y, de hecho, las grandes editoriales como PRH, que antes no se identificaban con los jóvenes, ahora están haciendo esfuerzos para parecerse a las editoriales pequeñas. No solo acá, sino en el mundo entero”.

Para las distribuidoras la devaluación del peso ha representado un reto importante, aunque no insuperable. “En los últimos años venimos creciendo en cuanto al número de ejemplares que importamos -explica Alejandro Cadavid, gerente de librerías de Océano-. El año pasado importamos 13 por ciento más y tuvimos un incremento en ventas del 11 por ciento. En 2016, a pesar de la devaluación, todavía creemos que podemos tener un crecimiento importante en ventas, como del 12 por ciento”.

Jacobo Celnik, director de comunicaciones de Siglo del Hombre Editores, una distribuidora con 70 sellos locales e internacionales, afirma que a pesar de la devaluación las ventas se mantienen y, en ciertos periodos, han aumentado. Y Celnik, como tantos otros, se encuentra optimista, si bien no está en el mercado de los libros para dibujar o de los youtubers: “Sin duda, el libro sigue siendo el rey, y ahora hay una sensación general de que la gente está leyendo más. Se están abriendo nuevas librerías, como la de cómic de Rey Naranjo o la nueva sede de Tornamesa, cada vez hay más cursos de escritura creativa, y los clubes de lectura funcionan muy bien. Este es un momento que hay que capitalizar”.