Revisoría fiscal
Seis cosas que debe mirar antes de contratar un revisor fiscal
La figura del revisor fiscal es nombrada en estos días de asambleas de copropietarios, pero más que una persona que debe dar su aprobación a los estatutos, decisiones que tome la asamblea general y la junta directiva, cumple un papel fundamental en las organizaciones.
Es decir, si usted cuenta con una empresa es importante que escoja bien a la persona que ejercerá esta función. Claro, usted ya tiene la facilidad de encontrar revisores fiscales en firmas de contabilidad, en bufetes de abogados o simplemente, busca a una persona que ofrece este servicio.
Pero antes de seguir, repasemos un poco qué dice el artículo 207 del Código de Comercio sobre las funciones taxativas del revisor fiscal:
- Cerciorarse de que las operaciones se celebren o cumplan por cuenta de la sociedad se ajustan a las prescripciones de los estatutos, a las decisiones de la Asamblea General y de la Junta Directiva.
- Dar oportuna cuenta, por escrito, a la Asamblea o Junta de Socios o Junta Directiva o al Gerente, según los casos, de las irregularidades que ocurran en el funcionamiento de la sociedad y en el desarrollo de sus negocios.
- Colaborar con las entidades gubernamentales que ejerzan la inspección y vigilancia de las compañías, y rendirles los informes a que haya lugar o le sean solicitados.
Además de las anteriores existen muchas otras diseminadas en el Código de Comercio y en el Estatuto anticorrupción y en algunas circulares de las Superintendencias.
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¿Cómo elegir su revisor fiscal?
En estos días se llevan a cabo las juntas de socios en donde una revisoría fiscal externa se hace muy necesaria, de acuerdo con lo manifestado por Carol Ortiz, gerente de auditoría de Tributar, firma especializada en Auditoría y Revisoría Fiscal.
Según la especialista, es fundamental conocer la importancia y el objetivo que tiene esta área para el funcionamiento de una empresa o una organización.
Para Ortiz, hay que revisar el pronunciamiento 7 del Consejo Técnico de la Contaduría Pública, donde se menciona que la figura de la revisoría fiscal fue creada “con el mismo objetivo que existe hoy, que unos profesionales idóneos, de aquilatada honradez, integridad y responsabilidad, investidos de la representación permanente de los inversionistas, la comunidad y el gobierno, les informaran regularmente cómo había sido manejada la entidad, cómo han funcionado los controles, si los administradores cumplen con sus deberes legales y estatutarios, y si los estados financieros reflejan fielmente la situación financiera de la entidad y sus resultados económicos”.
“Todo lo anterior, expresado en breves palabras, aparentemente parece simple, pero qué tarea tan inmensa representa y sobre todo, qué responsabilidad”, explica la especialista. Por esto, es de gran importancia que el máximo órgano social en las empresas, el cual es el encargado de nombrar la revisoría fiscal, de un vistazo al Decreto 2420 de 2015 que hace referencia, entre otros temas importantes, al control de calidad para Firmas que prestan servicios de revisoría fiscal para poder dictaminar la información financiera, dar su opinión respecto al control interno y emitir otro tipo de certificaciones respecto a otros asuntos legales.
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Entonces los principales elementos que se deben tener en cuenta al contratar un firma de revisoría fiscal son los siguientes:
-1. Liderazgo y responsabilidad por la calidad dentro de la firma: hace referencia al sistema establecido para controlar procesos eficaces y de mejora continua.
-2. Monitoreo: seguimiento a las actividades que realizan los consultores en la firma.
-3. Ejecución de los trabajos: la importancia de tener definidos los programas de trabajo y la evidencia de las actividades ejecutadas.
-4. Recursos humanos: personal calificado que pueda desarrollar las actividades delegadas dentro de los encargos de auditoría
-5. Requisitos éticos: las firmas deben diseñar un código de ética aplicable a todo el equipo de trabajo.
-6. Aceptación y continuidad con los clientes: identificación de riesgos y controles para atender los encargos de acuerdo con su comportamiento legal, ético y financiero.
Sanciones y cárcel
En opinión de la especialista, una revisoría fiscal que no cumpla con estos seis aspectos, no solamente puede poner en riesgo de sanciones a la entidad, y los demás administradores, sino que se expone directamente a sanciones, como las introducidas por la ley de financiamiento cuando asesore a personas naturales y jurídicas y se vean relacionados con la omisión de activos o declaración de pasivos inexistentes por un valor superior a 5.000 SMMLV, alrededor de $4.130.580.000, en cuyo caso será sancionado con pena privativa de libertad de 120 a 180 meses y multa del 20% del valor omitido.
A su vez la defraudación fiscal por un valor superior a 250 SMMLV, unos $206 millones, cuando sea conocida o auspiciada por el revisor fiscal, le puede desencadenar una pena privativa de la libertad desde los 36 meses y multa del 50% del mayor valor del impuesto a cargo objeto de la defraudación o evasión fiscal.
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