¿Para qué le alcanzaría un “salarito” de un congresista?

Cuando a finales de 2015 se estableció que el aumento del salario mínimo sería de sólo el 7%, para quedar en $689.454 en 2016 (lo que representó un incremento de poco más de $45 mil); la población colombiana tendría que adaptarse a un estilo de vida más apretado, pues los precios estaban incrementando considerablemente y ese incremento de esos cuantos pesos no alcanzaría para cubrir esos aumentos.

Incluso, muchas empresas ni siquiera hicieron el aumento del 7%, sino que establecieron incrementos menores; lo que se traduce en que la capacidad adquisitiva de las personas disminuyera, es decir, que usted no podría seguir comprando lo que estaba comprando el año pasado o continuar con su estilo de vida normal.

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Ahora, ¿cómo puede sentirse un colombiano promedio cuando el gobierno establece que incrementará el salario de los congresistas en 7,7%, es decir, casi $2 millones más, para que mes a mes ganen $27’929.064?

“Se trata de un tema poco coherente, en el sentido de que mientras el ajuste de salario mínimo por decreto se fijó en 7%, para los congresistas sea del 7,7%”, explica el experto  Iván Daniel Jaramillo Jassir, del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

Incluso, en esto, también es bueno recordar el proyecto que castiga el ausentismo de los parlamentarios y que, en primer intento, no pudo aprobarse por la misma ironía de que los congresistas no asistieron al debate. Incluso, “en solo diez minutos el proyecto fue aprobado, con el voto de 12 senadores, de los 19 que conforman la comisión”, como señala Semana.com.

Pero el último elemento que también aumenta el sentimiento de indignación es que en plena campaña de “Austeridad Inteligente” que se promulgó desde el 2015, en el que se intentan disminuir los costos operativos o de funcionamiento del Gobierno, se dé el incremento tan alto a los salarios.

¿Para qué alcanza?

El nuevo salario que empiezan a ganar los congresistas colombianos (y el cual empezó a regir desde el 1 de enero de 2016, por lo que deberán pagarles la diferencia de los primeros seis meses del año) equivalen a 40,5 salarios mínimos colombianos, aproximadamente.

Por ser funcionarios públicos, no se trata de un salario integral, sino de un salario que contiene unos rubros particulares: salario, gastos de representación, prima de salud, de vivienda y localización. Eso sí, deben pagar una retención en la fuente, que dependerá de otros pagos que hagan. Pero lo más seguro es que pueden llegar a tener “libres” poco más de $20 millones mensuales -por ‘bajito‘-.

No obstante, hay que tener en cuenta que también reciben otro tipo de beneficios como que, por ejemplo, no son los encargados de pagar su nómina (el Estado lo hace y les da un presupuesto para ello –sale del presupuesto nacional-), tienen vacaciones pagas de cuatro meses al año, además de tiquetes aéreos nacionales para sus funciones, el plan de su celular, primas de servicios, almuerzo cuando tienen sesiones y bueno, eso sí, ya les quitaron el subsidio de gasolina para sus vehículos.

Y a eso súmele que sus jornadas de trabajo son flexibles, además del trabajo que hacen según sus propios proyectos, sólo deben asistir a plenarias martes y miércoles.

Entonces, con todo esto, ¿usted, como colombiano promedio endeudado, qué podría hacer?

• Saldría de sus deudas de hasta $10 millones en tan solo un mes (si se aprieta un poquito) o en máximo tres meses, con cuotas no tan complicadas de pagar.

• Un crédito hipotecario, para una vivienda de $250 millones, podría llegar a conseguir la cuota inicial en tan solo un año (haciendo un ahorro de $4’166.000 mensual), mientras que la casa la terminaría de pagar en cuatro años, continuando con el mismo ahorro mensual.

• Para irse de viaje al exterior, con un dólar de $3.000, tendría que ahorrar solamente $3 millones cada mes durante cuatro meses y tendría la total tranquilidad de irse a Europa, durante 15 días.

• Tendría la opción de cambiar de vehículo frecuentemente: por ejemplo, si compra uno de $50 millones, paga una cuota inicial de $5 millones y le quedarían cuotas mensuales de cerca de $2’150.000 para terminarlo de pagar en tan solo dos años.

• Puede llegar a estimar un presupuesto mensual de $2 millones para “ocio” (por bajito), sea para salir a rumbear, comprar cuanta ropa quiera o salir de viaje los fines de semana.

Y todo esto, sin mencionar a cuántas personas podría llegar a ayudar a través de donaciones o aportes voluntarios para mejorar sus condiciones de vida (alimentación, vivienda o educación). Incluso, con que sólo sea el 5% mensual a una familia de escasos recursos ya le estaría asegurando al menos un buen mercado y los costos educativos de los niños.

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Nataly Olarte

Editora de finanzaspersonales.co