El sector privado colombiano tiene hoy, como nunca antes, el reto de convertirse en un actor fundamental en el trabajo de construir un mejor país, más justo, equitativo e inclusivo. Colombia marcha hacia una paz duradera y sostenible, propósito que no tiene reversa, y las empresas tienen la oportunidad de oro de participar en esta gran transformación. De tiempo atrás, el empresariado ha apoyado al gobierno y ha contribuido a resolver muchos de los males que aquejan al país. Sin embargo, ahora es importante hacer un esfuerzo adicional para construir esa nueva Colombia en la que todos esperan vivir. Este debe ser el propósito común de toda la sociedad.Lo bueno es que la gran mayoría de las empresas tienen conciencia de ese papel, y cada una, a su manera, trabaja para alcanzar esa sociedad renovada. Innumerables ejemplos muestran cómo la responsabilidad corporativa traspasó la mera filantropía para ocuparse directamente de los temas que hacen un mundo mejor para todos.Para reconocer la labor de todas las compañías, las siguientes páginas de este especial de 100 Empresas presentan una docena de casos que muestran cómo la unión hace la fuerza. Unas dedicadas a programas de inclusión, otras a proteger el medioambiente, muchas comprometidas con los más vulnerables y otras más con la educación como base fundamentaldel futuro.Grandes problemas, grandes oportunidades.
Las empresas innovadoras saben que ser socialmente responsables también produce grandes rentabilidades. Cada vez más, el sector privado adquiere conciencia de que la sostenibilidad de los negocios pasa por la protección del medioambiente. Claramente, el compromiso es de todos, no solo de las compañías que al operar generan mayor impacto. Bancolombia, por ejemplo, ideó un programa dirigido a proteger los bosques, el agua y la biodiversidad, que, además, genera una alternativa de subsistencia para las familias campesinas que antes se veían obligadas a talar. Ecopetrol se ha empeñado en demostrar que es posible lograr que el agua y el petróleo convivan y que no es cierto que la sísmica y la perforación de pozos sequen necesariamente los acuíferos o contaminen ríos y quebradas. Y el Grupo Argos, por medio de diversos programas, se ha centrado en la conservación ambiental que incluye prácticas sostenibles de las comunidades para proteger la biodiversidad en Colombia.A continuación SEMANA presenta tres programas en los que la defensa del medio ambiente es el eje central.Ecopetrol en defensa del aguaBancolombia: Proteger el medio ambiente sí pagaGrupo Argos comprometido con el medio ambiente Bases para una gran transformación
La educación es un factor determinante para construir un país más equitativo, justo y competitivo. Conscientes de la importancia de que todos los colombianos puedan educarse con calidad, muchas empresas han enfocado sus esfuerzos e inversiones en programas en este campo. Para el Grupo Sura, por ejemplo, la educación es el eje central de su estrategia para promover la sana convivencia, prevenir la violencia contra niños y niñas e impulsar la competitividad de Colombia. Manuelita también se la jugó por este tema, al involucrarse en las aulas y los hogares de los niños más desprotegidos en Palmira, Valle del Cauca. Para la empresa Promigás, esta es la forma de promover la inclusión, equidad, movilidad social y libertad. Por ello trabaja para que los niños y jóvenes de bajos recursos de la costa Atlántica puedan acceder a una educación pública de alta calidad.Estas empresas se han esforzado por invertir en programas educativos.Manuelita hace posible el privilegio de aprenderCompromiso de Sura contra la violencia infantilPromigás le apuesta a una mejor educaciónCaminos diferentes y esperanzadores
El sector privado juega un papel fundamental en el proceso de construir un país reconciliado y equitativo. Brinda oportunidades a quienes han vivido en el conflicto durante tantos años, abre caminos y tiende puentes para lograr una paz duradera y sostenible. Muchas empresas están comprometidas con diferentes proyectos de inclusión y lo hacen muy bien. Estos son tres buenos ejemplos. Terpel considera que brindar oportunidades laborales a excombatientes contribuye a hacerles posible el sueño de empezar una nueva vida en compañía de sus familias y alejados del conflicto. CocaCola Femsa trabaja en programas para facilitar a los excombatientes reincorporarse a la vida civil y ayudar a mejorar la calidad de vida de las víctimas. Por su parte, Corona hace posible que, en escenarios donde en el pasado prosperó la violencia, hoy los jóvenes transiten por caminos diferentes.SEMANA presenta tres casos en donde el sector privado se ha esforzado en construir reconciliación y equitativo.Voluntarios de Terpel que ayudan a la reconciliaciónCoca-Cola Femsa: El baile es una opción para jóvenes vulnerablesEmpleo con sentido social que brinda CoronaCruzada por los más vulnerables
No es posible crecer de manera sana, sostenible y en paz en medio de un entorno adverso. Por ello es tan importante mejorar las condiciones de vida de la población más vulnerable, para que tenga oportunidades de construir un mejor futuro. Por ejemplo, por medio de varias estrategias y en alianza con un centenar de instituciones dedicadas a la atención materno-infantil, el Grupo Éxito trabaja para erradicar la desnutrición crónica en los niños colombianos. Para esta cadena comercial, ofrecerles a miles de menores la oportunidad de crecer sin hambre, con un cuerpo y una mente en igualdad de condiciones de desarrollo, les permitirá ser competitivos cuando sean adultos. La empresa Postobón apoya a pequeños agricultores, en diversas regiones del país, para darles la oportunidad de participar en las cadenas de proveedores, con lo cual han mejorado sus condiciones de vida. El Grupo Nutresa, a través del programa Germinar, ayuda a muchas familias campesinas a forjar un mejor futuro. Estas empresas le apuestan con sus programas a mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable del país.Nutresa ayuda a familias vulnerablesÉxito: A combatir la desnutrición infantilEl impulso de Postobón a los productores de fruta