Carvajal ha escrito una de las páginas más insignes de la historia empresarial del Valle del Cauca. Nació en 1904 como una pequeña imprenta familiar y 115 años después es uno de los grupos económicos más pujantes de la región y del país, con ventas que el año pasado alcanzaron los 3,45 billones de pesos. En más de un siglo de operaciones, Carvajal pasó de imprimir folletos, libros y plegables a tener siete enormes líneas de negocios: empaques, espacios, educación, medios B2B, pulpa y papel, soluciones de comunicación, y tecnología y servicios. Para llegar a este punto se ha reinventado permanentemente para adaptarse a los cambios. Dentro del grupo, Carvajal Empaques es una de las compañías de mayores ventas y con mayor presencia internacional. Hoy tiene en mente la sostenibilidad a la hora de diseñar, producir y comercializar empaques, dice Pedro Felipe Carvajal, presidente de esta compañía. En 1977 abrió su sede en el municipio de Ginebra, y en 1996 empezó su proceso de expansión internacional al comprar una participación mayoritaria en la empresa peruana Moldeados. Y desde entonces no ha parado. En 2007 adquirió Termoformados Modernos en El Salvador e inauguró la primera etapa de la planta de plásticos rígidos en Tocancipá (Cundinamarca). En 2011 compró al Grupo Convermex en México, que tiene cinco plantas en dicho país y una operación comercial en el sur de Estados Unidos. Le puede interesar: Grupo Nutresa: alimento para el mundo Un año más tarde, obtuvo la compañía Dipsa en El Salvador y en 2015 inauguró la planta Carvajal Empaques Ecuador. En la actualidad cuenta con 13 plantas industriales ubicadas en 6 mercados: Estados Unidos, México, Centroamérica y el Caribe, Ecuador, Perú y Chile, que la convierten en una de las principales multilatinas colombianas. Esta operación emplea a 6.230 personas. Para el presidente de Carvajal Empaques, una de las principales preocupaciones de la compañía tiene que ver con la sostenibilidad. No solo los ha llevado a comprometerse con procesos de fabricación más amigables con el medioambiente, sino, de paso, desarrollar productos más ecológicos.
Esto se refleja en el lanzamiento al mercado de tres nuevas líneas. En Colombia presentó Cañatek, resultado de la alianza con Carvajal Pulpa y Papel, con el fin de ofrecer empaques fabricados con bagazo de caña 100 por ciento colombiana. En Perú desarrolló la marca Bioform, primera línea de empaques plásticos biodegradables producida en ese país. Y en El Salvador presentó la solución Termogreen, una familia de productos bío que fabricó para el principal cliente de Centroamérica. También lideró procesos para disminuir el peso de empaques seleccionados en las operaciones de México, El Salvador y Colombia, sin afectar su funcionalidad. De ese modo dejó de utilizar 408 toneladas de poliestireno expandido. Le sugerimos: Terpel: 50 años pensando en las personas La compañía asumió desde 2018 el desafío de fortalecer la cadena de valor alrededor del reciclaje de sus productos. El directivo asegura que en Colombia, junto con Recicloplas Cali –primera firma del suroccidente dedicada a recuperar y transformar empaques plásticos o de único uso–, están rompiendo el paradigma de que solo es viable cerrar el ciclo del PET. Y demostraron que otros plásticos como el polipropileno y el poliestireno también son reciclables. Frente a este desafío, la empresa logró varias victorias tempranas. Lo hizo al consolidar la campaña ‘Cambia el rumbo del plástico, cambia tu mundo’, que implementa en 15 organizaciones de Cali. Se trata de que los plásticos usados no lleguen al relleno sanitario, sino que los reciba Recicloplas para convertirlos en materia prima reciclada. 100 por ciento de los empaques en 2023 serán de materiales sostenibles. "Ese es el compromiso". La empresa sigue teniendo su pilar en la sostenibilidad. Por eso, en este año, Pedro Felipe Carvajal asegura que tiene el compromiso de lograr “que para 2023 el 100 por ciento de los empaques que fabriquemos o comercialicemos provengan de materiales sostenibles”. Entre otros alcances, seguirá robusteciendo el portafolio de soluciones de empaque sostenible al avanzar en las tecnologías de pulpa, papel y cartón. También en cuanto a resinas plásticas recicladas posconsumo y soluciones bío. Además, tiene la meta de que Recicloplas Cali transforme unas 180 toneladas de PET al mes y Recicloplas Perú, unas 5.000. Asimismo, proyecta transferir el modelo de cierre de ciclo de los empaques de único uso a México y El Salvador. Puede leer: Promigas, la leyenda viva del Caribe Adicionalmente, tiene un fuerte compromiso con la gestión del talento humano. Para el presidente de Carvajal Empaques, “El éxito viene de liderar desde lo humano por encima del conocimiento o experiencia técnica”. Tal vez por esta razón ha logrado consolidarse como una de las mejores a nivel nacional e internacional. En su filosofía empresarial han entendido que el éxito llega tras desarrollar equipos de alto desempeño. Carvajal lo llama la “‘power people’, que va más allá del Powerpoint: atraer, desarrollar y retener colaboradores con ‘accountability’, que cuenten con las alas suficientes para alcanzar los retos organizacionales y en paralelo logren su desarrollo profesional y personal”. Más allá de enfocarse en desarrollar productos sostenibles y en consolidar su equipo, la empresa está empeñada en ser aliada de sus clientes, sus trabajadores y, en general, del país. Porque eso, como dice su tradicional eslogan, es hacer las cosas bien.