Asumió la administración de la capital del país en enero pasado con una promesa de solucionar a los problemas más apremiantes de Bogotá. Hoy por hoy es uno de los alcaldes más impopulares. Una encuesta de Invamer-Gallup indica que sus índices de aceptación apenas llegan a 31% y el 58% desaprueba su gestión. El desplome se debe en buena medida a que los bogotanos, lejos de ver avances, sienten que la ciudad ha retrocedido o empeorado en aspectos como movilidad, seguridad, estado de las vías y la parte social. Su programa bandera, la construcción del Metro, se ha ido desvaneciendo por complejo y costoso. A ciencia cierta nadie sabe realmente cuál es el modelo de ciudad que tiene en la cabeza Moreno Rojas.