Muchas veces pensamos en renunciar cuando nos dicen que no tenemos talento para algo, que la idea no es suficientemente buena, o que hay mejores personas para ese trabajo.  Estos comentarios los recibe todo el mundo, inclusive las personas que están en la cima, aunque pareciera que siempre han estado destinados al éxito.  El camino de varias personas exitosas ha tenido tropiezos y rechazos. Pero a menudo, estos fracasos eran en realidad el comienzo de algo grandioso o un momento para hacer una pausa y considerar una reinvención. Estos cuatro personajes exitosos son la muestra de que un rechazo o contratiempo no necesariamente te lleva al fracaso. 

Albert Einstein Einstein es considerado uno de los científicos más importantes y populares del siglo XX. Uno de sus trabajos más conocidos es la teoría de la relatividad, que cambió para siempre la forma en la que entendemos el espacio y el tiempo.  Pero sus comienzos “no fueron tan buenos”. A los padres de Einstein les preocupaba que tuviera una discapacidad de aprendizaje porque no pudo pronunciar una sola palabra hasta los 4 años, además de que evitaba a otros niños.  Sus profesores de primaria consideraban que era un estudiante extraño porque hacía preguntas diferentes. Sin embargo, como ya conocemos, desarrolló la teoría de la relatividad y ganó el Premio Nobel de Física en 1921 por su trabajo sobre el efecto fotoeléctrico. 

Walt Disney El Creador de Walt Disney Company, una de las compañías de medios de comunicación y entretenimiento más grandes del mundo, también tuvo ciertos fracasos antes de llegar a la cima.  Walt Disney trabajó en el periódico Kansas City Star pero fue despedido porque “le faltaba imaginación y no tenía buenas ideas”.  Además, Walt formó su primera empresa de animación en la ciudad de Kansas en 1921 e hizo un trato con una empresa de distribución a la que le enviaría sus dibujos animados y ellos le pagarían seis meses después. Sin embargo, se vio obligado a disolver su empresa porque no podía pagar el alquiler. Sus dibujos animados de Mickey Mouse  y de los Tres cerditos también fueron rechazados porque “podían asustar a las personas”. Pero Walt Disney no se rindió y en 1929, junto con su hermano, lanzó Walt Disney Productions. 

Stephen King Stephen King es un escritor estadounidense famoso por sus novelas de terror aclamadas por la crítica, la mayoría de las cuales se han convertido en películas.  Sin embargo, la primera novela de Stephen King, Carrie, fue rechazada 30 veces antes de su publicación porque las “utopías negativas” no se vendían.  Después de tantos rechazos, King se rindió y arrojó el manuscrito a la basura. Afortunadamente, su esposa lo recuperó y le insistió para que lo intentara de nuevo.

Oprah Winfrey  Oprah es una periodista, presentadora de televisión, productora, actriz, empresaria y crítica de libros estadounidense. Ganó varias veces el Premio Emmy por su programa The Oprah Winfrey Show, el programa de entrevistas más visto en la historia de la televisión en Estados Unidos.  Además, según Forbes, fue la persona afroamericana más rica del siglo XX y la única de origen negro en el mundo, en poseer más de mil millones de dólares durante tres años consecutivos. Pero Oprah tuvo un comienzo difícil como hija de una madre adolescente de bajos ingresos. En su juventud, la periodista cuenta que no solo sus condiciones de vida eran difíciles, sino que fue abusada sexualmente, a partir de los 9 años, por un primo, tío y un amigo de la familia. A la edad de 14 años, Oprah quedó embarazada, pero su hijo murió poco después de nacer. Sin embargo, a sus 14 años, Oprah empezó a vivir con su padre en Tennessee. Él la ayudó a concentrarse en su educación y posteriormente ganó una beca completa para estudiar en la Universidad Estatal de Tennessee, con especialización en comunicaciones.  Después de ser contratada para una estación de televisión local, las cosas no fueron tan fáciles. El productor la despidió porque "no era apta para la televisión"; y luego ocupó un puesto en otra estación de Baltimore. Finalmente, fue anfitriona de un programa de entrevistas local llamado People are Talking. Más tarde, en 1983, Winfrey se trasladó a Chicago para presentar un programa de entrevistas de baja audiencia llamado AM Chicago. En unos meses, el programa pasó del último puesto en las calificaciones al primero. Esto llevó a que el programa pasara a llamarse The Oprah Winfrey Show, que se distribuyó en todo el país.