Cada vez hay más personas que quieren tener gatos en sus casas, apartamentos, oficinas e incluso en lugares muy pequeños, pero no siempre cuentan con la infraestructura necesaria para su bienestar y seguridad.
En la mayoría de los casos, los dueños acondicionan gimnasios para que ellos rasquen, trepen y afilen sus uñas, otras personas ponen rejas en los balcones para evitar que salten y se lastimen o se escapen, pero son pocos los que piensan en una infraestructura que les permita explorar los espacios sin riesgo alguno, hasta encontrar su privacidad.
El arquitecto Miguel Forero Barbosa, profesor de las universidades Nacional, Javeriana y Rosario, viene trabajando desde hace más de 12 años en un proyecto académico donde los gatos son los protagonistas. Tiene un taller de arquitectura inspirado en 20 gatos que ha recogido de la calle y hoy hacen parte de su vida y la de su esposa.
En este espacio, donde trabaja con su hermano, hay más de 80 metros lineales de túneles, puentes, trampolines, escaleras y espacios para la entretención, circulación y reposo de los gatos. La edificación cuenta con tres pisos, dotados de patios interiores y dos terrazas, donde los gatos disfrutan del sol sin riesgo alguno, mientras Miguel diseña las maquetas de otros proyectos.
“Es un lugar único en el mundo. Nació como un proyecto académico y ha venido creciendo gracias al amor que recibo de mis gatos. No es comercial, es educativo y busca convertirse en un ejemplo a seguir a la hora de adecuar espacios para albergar a estos ángeles”, dice Miguel.
Desde el ingreso al taller, como él le denomina a esta gran casa acondicionada para convivir con los animales, se observan cada una de las piezas que la componen. Túneles transparentes, con la impronta de la huella gatuna que se unen entre sí para llevar a los felinos a diferentes lugares de la casa, evidenciando la relación de amor y respeto entre los humanos y los gatos.
Hay espacios separados para los gatos ferales, ambientes acogedores para los animales más tímidos, lugares de descanso que cada gato pareciera respetar, sitios para tomar el sol y zonas para juegos.
Los gatos interactúan en cada uno de los rincones de la casa, acompañando la elaboración de las maquetas, mientras vigilan lo que pasa en cada uno de los espacios, mientras se desplazan por escaleras, túneles, techos y espacios que se conectan entre sí para permitir la interacción de gatos y humanos.
Un mundo vertical
Es importante tener en cuenta que los gatos pueden trepar alturas considerables y requieren estructuras verticales que les permita escalar hasta ubicarse en la parte alta de las edificaciones.
En esta travesía pueden chocar con los objetos que encuentren a su alcance, razón por lo cual se recomienda mantener alejados jarrones, porcelanas, figuras o cualquier artículo que pueda caerse, romperse y lastimar al animal.
Los gatos tienden a buscar también lugares para ocultarse como cajones, repisas, armarios o detrás de los muebles, entre otros espacios. Ante esta situación es importante dejar zonas despejadas para ellos y evitar que se queden atrapados dentro de algún closet o alacena cuando se encuentren solos.
Tenga en cuenta
- El material y limpieza de comederos: Se aconseja usar platos de loza, tanto para la comida como para el agua, aunque existen materiales hipoalergénicos que se pueden usar. Los gatos son muy aseados y siempre querrán consumir sus alimentos en un recipiente limpio.
- Posicionar sus areneras en sitios privados: A ellos les gusta la privacidad a la hora de hacer sus necesidades, por esto se recomienda colocar las areneras en sitios aislados, tranquilos. También deberán estar permanentemente limpias.
- Proporcionar un enriquecimiento ambiental: Colocar gimnasios para gatos, juguetes acordes a la especie, y sitios donde puedan observar lo que pasa en el entorno. Los sitios de descanso deben ser tranquilos, aislados y poco concurridos.