Aunque los científicos prefieren no utilizar la palabra ‘amor’ cuando se refieren a los sentimientos de los perros hacia los humanos, existen una serie de señales que evidencian el fuerte vínculo entre un canino y su dueño.
En entrevista con la revista Science Focus, el Dr. Clive Wynne, especialista en comportamiento canino y escritor del libro Dog is Love, aseguró que “los perros realmente ven a los humanos de una manera muy similar a como es el amor entre hijos y padres”. Estas son las señales científicamente probadas.
El perro busca la cercanía con su dueño
Un estudio publicado en el 2019 demostró que los perros buscan la compañía de sus dueños cuando se encuentran en nuevas situaciones. Además, cuando los humanos salen de su hogar y dejan al perro al cuidado de alguien, el canino suele esperar el regreso de su dueño muy cerca a la puerta.
Los perros prefieren a su dueño sobre la comida
Tras realizar un experimento en el que se comparaba el comportamiento de los perros con el de los lobos en cuanto al relacionamiento con sus dueños y cuidadores, se evidencio que, a diferencia de los lobos, los perros crean unos vínculos más estrechos con las personas.
En dicho experimento también se les dio a elegir a los perros entre la presencia de su dueño y un plato de comida. El resultado fue sorpresivo: los perros, en su mayoría, prefieren acercarse en primer lugar a su dueño para buscar caricias y luego investigan la comida. Los lobos, por su parte, prefieren la comida y luego se acercan a sus cuidadores.
Los perros se preocupan por sus dueños
En el 2020, Plos One publicó un artículo que investigaba las reacciones de los perros al ver a sus dueños atrapados en una caja. Ante ese escenario, los caninos comenzaron a aullar, ladrar y a raspar la caja en la que estaban sus dueños. Esto demostró que los perros son conscientes de los peligros que corren sus dueños y tienen en cuenta su seguridad.
Los Perros y los humanos producen oxitocina de la misma manera
Adicionalmente, en varios estudios se ha demostrado que la oxitocina, hormona y neurotransmisor responsable que genera el sentimiento de felicidad, está presente en las interacciones entre perros y humanos. Esto quiere decir que la codependencia emocional es bidireccional en esta relación de dueño y animal de compañía. Por este motivo los perros son buenos compañeros y ayudan incluso a reducir niveles de dolor y estrés en algunos casos.
En el 2015 se descubrió que cuando los humanos miran a los ojos de sus perros se producen niveles de oxitocina parecidos. Además, los perros tienen en su ADN los genes GTF21 y GTF2IRD1 que influencian los comportamientos de los mamíferos y los cuales forman vínculos sociales más fuertes y duraderos.
En conclusión, los perros sí ‘aman’ a su dueño. Y esto tiene un origen milenario. Según registros arqueológicos, los lobos fueron los primeros animales que empezaron a ser domesticados por los seres humanos. Los fósiles más antiguos fueron encontrados en Israel y datan de hace 2.000 años.
Además, se estima que el proceso de domesticación inició hace 50.000 y 100.000 años. Esto quiere decir que los perros y los humanos comparten miles de años en los que se ha generado una relación de comunicación y convivencia.