La vacunación es uno de los aspectos fundamentales a la hora de cuidar una mascota. Mantenerla al día es importante para que el animal no esté propenso de bacterias u otras enfermedades.

Si bien las vacunas tienden a ser costosas por el elevado precio que acarrean, es una inversión necesaria para cualquier persona que desee tener mascotas. Una alternativa para no tener esos gastos radica en opciones alternas, pero al no tener un respaldo científico; es difícil saber el grado de eficacia que tienen, el cual si tiene la vacunación tradicional.

A nivel histórico, gran parte de las enfermedades infecciosas solo se han podido controlar gracias a los protocolos de vacunación. En el caso de los perros, las vacunas reducen significativamente el riesgo de infección y la cantidad de casos mortales.

La vacunación es necesaria para cuidar la salud de los perros.

Los expertos de la Comunidad Global de Veterinaria (WSAVA) aseguran que por cada perro vacunado, los científicos pueden evitar con creces un brote epidémico, logrando así un control eficaz de las enfermedades. Por lo tanto, tener una mascota con el esquema al día es salvarle su vida y la de otras especies.

¿A qué hace referencia un esquema de vacunación ideal? En primer lugar, hay que tener en cuenta que actualmente existen cinco tipos de virus que obligatoriamente deben ser vacunados.

Las vacunas obligatorias son aquellas que siempre deben estar presente en los animales, por el hecho que le hacen frente a las amenazas más mortales para los perros. Cuando una persona desea darle un buen bienestar, debe cerciorarse que la vacunación sea efectiva frente a estas infecciones.

Los expertos también indican que otras vacunas son opcionales, debido a que son amenazas menores y no afectan a la totalidad de las especies. En ese orden de ideas, dependiendo de la raza o el ambiente en el cual conviva el animal, se decide si aplicársela o no.

Volviendo a las obligatorias, la primera de la lista es el moquillo canino. Conocida también como Distemper, esta enfermedad es bastante contagiosa y puede provocar graves problemas gastrointestinales, trastornos respiratorios, convulsiones y parálisis.

La hepatitis es uno de los virus mortales en perros. | Foto: Getty Images

La vacunación respecto a este virus debe ser paulatina, siendo la primera a las primeras ocho semanas de vida del animal. Luego se debe reforzar a las 12 y 16 semanas. Cuando se llegue a los 16 meses, es necesaria otra dosis y las últimas serán anualmente.

Por otro lado, la hepatitis canina crónica es la segunda enfermedad con vacunación obligatoria. Una particularidad que tiene radica en el modo por el cual se contagia, por el hecho que el mínimo contacto con agua contaminada con orina puede ser mortal. Al comienzo, el animal experimenta fiebre e inflamaciones renales, pero si no se ataca a tiempo, la bacteria llegará al hígado y generará un desenlace mortal.

El esquema de vacunación es igual que el moquillo canino. Es importante seguirlo, debido a que la infección puede propagarse en poco tiempo por el sistema renal y digestivo, generando apatía, vomito y diarrea.

La tercera infección de la lista es parvovirosis, el cual es un virus tipo ADN altamente contagioso y resistente. Suele ser común en cachorros a causa de intoxicaciones. En consecuencia, genera fuertes vómitos, fiebre alta y diarrea con sangre.

La rabia es una enfermedad vírica mortal, que se puede presentar en los perros, pero también la pueden contraer otros mamíferos como los pájaros y los humanos. | Foto: Getty Images/Image Source

El esquema es igual que las enfermedades anteriores, pero una particularidad radica en que no existe la totalidad de inmunidad. por el hecho de que siempre queda un grado de probabilidad de contagiarse nuevamente. La recomendación es mantener alejado al perro de los factores de riesgo.

Por otro lado, la leptospirosis es una enfermedad que se contagia por la bacteria espiroqueta, la cual es frecuente de encontrar en suelos y aguas contaminadas. Sus consecuencias radican en fallos de los órganos y debilidad en el sistema inmunitario. Respecto al esquema, se debe realizar a las ocho y 12 semanas en un principio. Después, a los 16 meses toca volver y luego seguir al margen de los años.

La ultima infección es la más famosa: la rabia, la cual puede ser trasmitida en humanos. Para el caso de los perros, se propaga por la salivación y desencadena un estado de agresividad peligroso. Los perros deben ser vacunados desde las 12 semanas en adelante.