Aunque la edad suele ser un factor importante a la hora de determinar el estado de salud en el que se encuentra una mascota y las probabilidades que tiene de desarrollar alguna enfermedad, una investigación de la Universidad de Washington publicada en la revista Plos One explica que el tamaño corporal de los perros es un antecedente de riesgo que tiene la misma relevancia que la edad.
De hecho, en el estudio tratan de comprender cómo el tamaño de un canino puede influir de forma directa en su salud y longevidad, explorando por primera vez el impacto que tienen ambos en su esperanza de vida.
Con este trabajo se trata de responder a una de las preguntas más frecuentes que se hacen los amantes de los perros, ya que aquellos que son más pequeños tienden a vivir más tiempo que los que son más grandes, pero hasta ahora no se conoce específicamente cuál es o cuáles son las razones.
En este sentido, la investigación explica que tras analizar datos de encuestas sobre 27.541 perros que representan 238 razas, como parte de un Proyecto de envejecimiento canino en curso en el que participan los dueños de los caninos, se ha logrado confirmar que existe una relación entre el tamaño de la mascota y los diferentes patrones de riesgo de problemas de salud.
Por esta razón, de acuerdo con el estudio, los perros más grandes tienen más probabilidades de padecer algunas complicaciones de salud en algún momento de sus vidas, incluyendo cáncer, enfermedades relacionadas con los huesos, problemas gastrointestinales, problemas de oído/nariz/garganta, condiciones neurológicas y endocrinas e infecciones o más, mientras que los pequeños apenas afrontan algunas de éstas.
En el caso de los perros pequeños, la investigación señala que tienen más probabilidades de haber experimentado enfermedades oculares, cardíacas, hepáticas/páncreas y respiratorias. Por su parte, los antecedentes de enfermedad renal/urinaria no difirieron significativamente entre perros más grandes y más pequeños.
De acuerdo con estos datos, se descubrió que para muchos tipos de afecciones, incluidas afecciones cancerosas, oculares, cardíacas, ortopédicas y de oído, nariz y garganta, los diferentes tamaños de perros se asocian con distintos patrones de riesgo a lo largo de la vida de un canino.
Del mismo modo, se resalta que los resultados se mantuvieron incluso después de que los investigadores tuvieran en cuenta otros datos de los perros estudiados como su sexo, su lugar de residencia y si eran de raza pura o mixta.
En conclusión, los expertos aclaran que el estudio no confirma ninguna relación causal entre el tamaño, la edad y la enfermedad del perro, pero aún así indican que dichos hallazgos podrían ayudar a lograr una comprensión más precisa sobre los tipos de afecciones que pueden ser la causa de la menor esperanza de vida que existe en los perros más grandes.
En otras palabras, los resultados de la investigación serían una fuente de información relacionada con las categorías de enfermedades que pueden contribuir a reducir el tiempo que se estima que podrían llegar a vivir los perros más grandes, aportando a futuros estudios que pueden centrarse en los patrones de edad y tamaño asociados con determinadas condiciones.